

Secciones
Servicios
Destacamos
MAXI DE LA PEÑA
Sábado, 9 de junio 2012, 02:07
Predomina en la decoración el azul y el blanco, las rayas marineras y una foto que ocupa toda la pared derecha del comedor en la que Antonio Cuesta inmortalizó la parada de gasoil de los barcos pesqueros en el muelle Calderón del Paseo de Pereda. El restaurante Luzmela Barrio Pesquero es un nuevo establecimiento inaugurado el pasado 30 de marzo en un antiguo local que ocupaba la parte trasera de la Avenida Sotileza desde hace 25 años. Sus dos propietarios, amigos de la infancia, Valentín González y Hugo Holanda, vieron una oportunidad de dar otro aire a la restauración del Barrio Pesquero y sobre todo captar a una clientela de Santander, que acude muy poco a esta popular zona, frente a un estacionalizado turismo que se circunscribe solo al verano y Semana Santa. «Vamos en esa dirección», comenta Valentín González, también propietario del Luzmela de la calle Martillo.
Otro aspecto innovador de este agradable restaurante, que dispone de dos terrazas de 16 y 30 plazas, está relacionada con su elaborada gastronomía: «Hemos activado recetas tradicionales referentes al pescado como son las alubias con merluza, los garbanzos con langostinos, las albóndigas de cachón, siempre que sea temporada de producto». Ahora es el momento del bocarte y del bonito en las aguas cantábricas, pero se cocinan numerosos platos en los que destacan los arroces y los pescados frescos. Así destaca en esta cocina tradicional con productos de mercado algunos platos innovadores como el San Martín a la plancha con cabeza con forma de dinosaurio, los pimientos rellenos con carne de cangrejo o la ensalada de bacalao. «La gente del Barrio Pesquero nos viene a preguntar por el recetario del antiguo Castro Urdiales, de una señora del Barrio Pesquero y de la cocinera Aurorín, que fue la que nos enseñó las alubias con merluza». Insólito.
Ambiente acogedor
El ambiente interior del Luzmela Barrio Pesquero es más de picoteo, desenfadado, con manteles marineros, muy limpio y más activo. «Me gusta que la decoración transmita claridad, color. El decorador nos propuso un tono sepia, pero tanto mi socio como yo apostamos por algo más acogedor».
La terraza cerrada es un lugar perfecto para las comidas familiares, para las parejas, en definitiva para un amplio abanico de posibilidades. El servicio es otra de las características del restaurante, altamente profesional. ¿Los precios? «Creo que la calidad y el precio van ajustados con menús del día de 14 euros, de fin de semana de 25 euros o menús degustación a 30 euros».
González reconoce que el sector hostelero está especialmente afectado por la crisis financiera, pero su objetivo es mantenerse «planos» en cuatro o cinco años, «y después repuntar el negocio».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.