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Víctor Blanco, en primer termino, en una actuación de Los Carabelas en el Auditorium del Sardinero. / DM
MÚSICA

La voz de Víctor Blanco, componente de Los Carabelas, se apaga a los 68 años

El mundo de la cultura, familiares y amigos despidieron ayer en la ermita de la Virgen del Mar al popular cantante cántabro, fallecido tras una larga enfermedad

JAVIER RODRÍGUEZ

Martes, 31 de julio 2012, 10:27

La voz de Víctor Blanco Collantes, uno de los componentes del popular grupo cántabro Los Carabelas prácticamente desde su fundación, se apagó a los 68 años tras una larga enfermedad. Músico y cantante, su potente e inconfundible voz de contralto sonó con fuerza y calidad por todo el mundo en la interpretación de esas canciones que forman ya parte del imaginario colectivo de los aficionados cántabros a la música, como 'Un verano en Santander', 'Un paseo por el Sardinero', 'A Cabo Mayor', 'Mi bella tierruca', 'María del Puerto', 'El Sardinero' y 'Viva Cantabria', entre otras muchas.

Una de ellas, la dedicada a la Virgen del Mar, sonó ayer en el epílogo de su funeral en la parroquia de San Román de la Llanilla, localidad santanderina donde había nacido. Volver a escuchar la voz del amigo ausente llenó de emoción a las personas presentes en la iglesia y las lágrimas brotaron de muchos ojos, entre otros los de sus compañeros de grupo y trayectoria, Ernesto Alonso y Cholo Mariño.

«Víctor tenía un enorme buen gusto cantando y una voz muy personal, absolutamente inconfundible. Viví a su lado casi cincuenta años de leal amistad, con actuaciones fantásticas en medio mundo y montones de anécdotas. Gozamos y padecimos buenos y malos momentos. Nuestras trayectorias, además, fueron, por azar del destino, muy paralelas. Nos unieron esas cosas que dejan eterna huella en la memoria de los seres humanos, y tengo que afirmar que si como cantante era bueno, como persona era todavía mejor. Nunca podré ni podremos olvidarle», definía ayer Ernesto Alonso, uno de los fundadores de Los Carabelas.

En el plano personal Víctor Blanco ejerció de aficionado al fútbol, deporte del que seguía con mucho interés las aventuras/desventuras de su querido Racing, también presente en algunas de las canciones del grupo. Y estaba enamorado de la música, su gran pasión, hasta tal punto que cuando subía a un escenario parecía otro, pues fuera de él era una persona tímida y reservada.

La sobresaliente calidad interpretativa de Blanco estará presente en los próximos discos que editen Los Carabelas, porque el grupo estaba grabando nuevas canciones y hay varias finalizadas con su hermosa voz de contralto presente. «En el fondo, él siempre será insustituíble», sentenciaba Ernesto Alonso en la despedida.

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