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De niños leemos cuentos infantiles de príncipes y princesas y nos dicen que todos esos personajes (la nobleza) tienen la sangre azul. No deja de ser una leyenda pero, cuando existen leyendas se deben hacer preguntas. Por ejemplo, ¿qué motivó la creencia en la sangre ... azul de los nobles?
En el cuerpo humano la sangre que sale del corazón transporta oxígeno y circula por las arterias y la que vuelve, con muy poco oxígeno, lo hace por las venas. Este hecho explica que la sangre venosa sea de un color rojo más oscuro que la arterial. Por tanto, siendo las paredes de las venas transparentes debiéramos ver las venas llenas de sangre de color rojo oscuro. Sin embargo, algunas venas de nuestro cuerpo las vemos azules. Esto no ocurre con las arterias. ¿Existe alguna explicación?
Efectivamente. Vemos venas y no arterias debido a que las venas están más cerca de la superficie. El hecho de que veamos algunas venas azules se debe a que la luz blanca que incide sobre nuestra piel penetra 0,5 milímetros en nuestro cuerpo. Si al final de ese recorrido encuentra una vena se produce un efecto similar al que explica que el cielo sea azul. Por ello, si las venas son muy superficiales las vemos de color rojo. Es lo que ocurre en la palma de nuestras manos o cuando se nos colorean las mejillas. Pero cuando las venas están situadas alrededor de 0,5 milímetros por debajo de la piel los colores de la luz blanca cercanos al rojo son absorbidos y los próximos al azul son reflejados y difundidos. Este efecto se ve muy bien en pieles muy blancas y transparentes y es más difícil de ver en lo que se llama pieles curtidas. Antiguamente, los únicos que tenían pieles blancas y transparentes eran los nobles y, por tanto, a los únicos a los que se les veían venas azules. Quizás de ahí vino la leyenda de su sangre azul. Sin embargo, existen especies del mundo animal que tienen sangre azul: cangrejos, caracoles, arañas, etc.
Resuelto el problema del color azul de la sangre, dos comentarios singulares. El primero sobre algo que no es leyenda. Se refiere a las narraciones, sobre todo religiosas, en las que se dice que un personaje sudó sangre. Está demostrado que cuando una persona con debilidad física se encuentra en situaciones de ansiedad o estrés extremos puede sudar sangre (hemaohidrosis). En realidad, sangre mezclada con el sudor. Esto le da veracidad al Evangelio cuando dice que Jesús en su agonía sudó sangre. El segundo hace referencia a las leyendas, muchas orientales, que relacionan a los grupos sanguíneos con la personalidad. En esas leyendas, a los del grupo 0 se les considera curiosos, generosos e interesados en aprender cosas nuevas pero, cuando están convencidos es difícil cambiarles de opinión. Otros rasgos de la personalidad se asocian a los demás grupos sanguíneos. Si tiene debilidad por las leyendas solo crea en ellas si su personalidad coincide con lo que dice la leyenda de su grupo.
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