Secciones
Servicios
Destacamos
MANUEL J. TELLO
Domingo, 27 de septiembre 2020, 02:36
Probablemente ha oído que existe un nuevo material, excepcional y revolucionario, que se llama grafeno. Las expectativas que se han abierto con él permiten decir que, así como el siglo XX fue el siglo de los plásticos, el XXI probablemente será el del grafeno. Recordemos ... algo de química. En el colegio se aprende que dos materiales formados por átomos idénticos pueden tener propiedades muy diferentes. Son las llamadas variedades alotrópicas. Es el caso del grafito y el diamante. Ambos formados solo por átomos de carbono. El primero es negro y blando; el segundo, transparente y duro. La diferencia se debe a una diferente posición de los átomos de carbono en el espacio. En el grafito, los átomos ocupan los vértices de un hexágono y, como en un panal de abejas, los hexágonos se unen entre sí llenando el plano sin dejar huecos. Esos planos se unen, unos a otros, por unas fuerzas muy débiles. Por eso exfolia con facilidad. Se dice que tiene una estructura tridimensional por capas. A partir de 1985 se obtuvieron en el laboratorio otras tres variedades alotrópicas del carbono. La última, en 2004, se llama grafeno. A los que lo aislaron los premiaron con el Nobel. Pero, ¿qué es el grafeno?
El grafeno consiste en una capa simple de grafito que carece de la tercera dimensión. Es una estructura cristalina de dos dimensiones, de muy poco peso y, con el espesor de un átomo. Por ejemplo, si se cubriera un campo de fútbol con una capa de grafeno, su peso sería menor de un gramo. Veamos por qué es excepcional. Es extraordinariamente ligero y, sin embargo, el material más resistente de todos los conocidos. Por ejemplo tiene una resistencia 200 veces mayor que la de un acero del mismo espesor. Su elasticidad permite estirarlo hasta un 25% de su longitud sin que se rompa. Tiene una excelente conductividad térmica y eléctrica. Las propiedades electrónicas son también inusualmente altas. Los electrones son muy rápidos y muy móviles. Esto permite, por ejemplo, pensar en 'chips' ultrarápidos y con menos consumo eléctrico. Tiene una enorme transparencia. El grafeno es una red atómica superfina capaz de atrapar y detectar gases, funcionar como un filtro, etc. Es biocompatible pero, al mismo tiempo, un excelente bactericida, etc.
Desde su descubrimiento, cada día, se publican nuevas e interesantísimas aplicaciones. Su aplicabilidad se incrementará: almacenamiento de energía tanto a nivel de supercondensadores como en el de las baterías, una nueva versión de las células solares fotovoltaicas, nuevas posibilidades en la fabricación de dispositivos electrónicos. Están ya próximas las pantallas táctiles flexibles. Un nuevo mundo de materiales compuestos, a los que el grafeno les aporta: aislantes, ópticas, magnéticas, repulsión del agua y la corrosión, flexibilidad, resistencia, etc. Nuevos tipos de sensores y biosensores, desalinizadores y depuradores de agua, etc. Una verdadera revolución.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.