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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que el mosquito que transmite el dengue está presente en el sur de Europa y podría provocar casos esta misma primavera y verano. De hecho, Alemania notificó el pasado febrero a España la detección de ... dos brotes en las Islas Baleares que han afectado a seis personas, según confirmó el Ministerio de Sanidad. El cambio climático ha multiplicado la propagación de este mosquito y el riesgo de contagios, advierten los expertos.
La responsable técnica del programa mundial de control de enfermedades tropicales en la OMS, Diana Rojas, lanzaba la alerta hace unos días. «Con el cambio climático se ha acelerado su expansión. El aumento de los países en los que se ha establecido este mosquito es alarmante. Ahora estamos viendo transmisión donde antes no la veíamos. Ya hay casos autóctonos en el sur de Europa. Así que el riesgo está ahí y debemos estar preparados», avanzó. Una advertencia que también hace el Instituto Carlos III de Madrid: «Cada vez hay más riesgo por la globalización de viajes y migraciones y por el efecto del cambio climático».
La especie 'Aedes albopictus' –conocida como mosquito tigre– es originaria del sudeste asiático, de su selva tropical, pero se ha extendido alrededor del mundo durante las últimas tres décadas.
El Ministerio de Sanidad español ha confirmado que está presente ya en toda el área mediterránea española y las islas Baleares y en puntos del interior y norte del país. Su periodo de mayor actividad es entre mayo y noviembre y el riesgo de que se den nuevos casos autóconos en España para ese período es «moderado», según indica el ministerio en un documento de evaluación de riesgos publicado tras la notificación del brote en Ibiza hace unas semanas.
Es negro, con una raya blanca particular en el tórax, patas rayadas y mide entre 2 y 10 milímetros. «Es agresivo y fuertemente antropófilo (muestra especial atracción por el hombre). Su hábitat preferido está en las zonas húmedas y entornos rurales con vegetación densa, aunque habitan también entornos urbanos donde encuentren agua. Se desplazarn de unas zonas a otras en el interior de coches», indican expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Una investigación realizada en Barcelona demostró que cinco de cada 1.000 vehículos que circulan por el área metropolitana en verano llevan algún mosquito tigre (en asientos, alfombrillas...).
Este insecto aprovecha el agua estancada para reproducirse y las hembras ponen los huevos en las paredes de cualquier recipiente con agua. Cuando el nivel del líquido aumenta y alcanza los huevos, salen las larvas.
Solo pican las hembras –los machos se alimentan del néctar de las flores– y lo hacen por el día, sobre todo cuando sale el sol y cuando se pone. Este tipo de mosquito es difícil de ver, ya que vuela cerca del suelo, por lo que pica especialmente en las piernas. Sus mandíbulas son como jeringuillas que atraviesan la piel y succionan la sangre, pero también inyectan saliva y el virus. A diferencia de otros insectos, el momento de la picadura pasa inadvertido, sin embargo la reacción posterior produce mayores molestias: enrojecimiento, desazón o picor.
El virus del dengue se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembra infectadas. Pero la enfermedad se contagia también por transfusión, pinchazo, contacto de mucosas y relaciones sexuales de personas infectadas. En España se declaran una media de 200 casos de dengue al año, la mayoría de ellos, en periodos vacacionales. Pero ocho han sido locales: un brote de cinco contagios en Murcia y un caso aislado en Cataluña en 2018, otro en Cataluña y uno más contagiado por vía sexual en Madrid en 2019, según detalla el Ministerio de Sanidad.
Entre el 40% y el 80% de los casos de dengue son asintomáticos. Y, si da síntomas, son similares a los de la gripe. «Provoca fiebre elevada, dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los globos oculares, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos o sarpullido», detalla el Ministerio de Sanidad en su informe. Apenas el 5% de las infecciones deriva en el dengue hemorrágico o grave, que podría llegar a provocar la muerte, sobre todo a pacientes más vulnerables como niños, enfermos o ancianos. Las señales son: «dolores abdominales, vómitos incluso con sangre y dificultad respiratoria», añade. No existe tratamiento contra la enfermedad.
Evitar aguas estancadas No dejar aguas estancadas como floreros, cubos, jarrones, ceniceros, platos de macetas... a la intemperie. No acumular el agua de lluvia en ningún tipo de recipiente. Cualquier lugar que pueda llenarse de agua durante siete días será un foco potencial de cría de mosquitos. También es importante cubrir las piscinas de obra o hinchables en las horas o épocas en las que no se utilicen y, si debemos almacenar agua, cubrirla con mosquiteras y desinfectar los recipientes.
Desagües y basuras No dejar las basura sin cubrir durante el día.Mantener sin obstrucciones los canales de desagües.
Insecticidas Utilizar insecticidas y mosquiteras en las ventanas. Los insecticidas convencionales en spray que podamos comprar en el supermercado, además de poco eficaces, son muy tóxicos. Mejor que el aerosol es usar los enchufes antimosquitos con recarga de líquido o pastillas, que generan una atmósfera menos tóxica pero que aturde los insectos.
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