Protector solar biodegradable
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Protector solar biodegradable
¿Sabes cuánta crema de sol acaba en el mar?Si hay un olor que nos transporta directamente al verano es el del protector solar. Hace ya tiempo que asimilamos que no podemos ir a la playa, a la piscina o al monte sin crema de sol. Es salud para nuestra piel. Sin embargo, lo ... a que nosotros nos protege, está dañando a otros. Al año, llegan al mar 25.000 toneladas de crema, según la organización medioambiental Green Cross. Es decir, cada segundo recibe nada menos que 800 mililitros.
Y es grave, porque algunos de sus componentes tienen efectos perjudiciales sobre el ecosistema marino. «Algunos de sus componentes pueden envenenar las microalgas en menos de 48 horas», precisa Nicolas Lambert, directivo de esta ONG creada por Mijaíl Gorbachov en 1993 y presidida por Jean Michel Cousteau. Otros de los grandes damnificados son los arrecifes de coral. «Algunos ingredientes de las cremas solares están contribuyendo a su blanqueamiento y posterior muerte del coral», alerta Araceli Rodríguez Romero, investigadora de la Universidad de Cádiz y experta en ecotoxicología.
«Los ingredientes liberados de las cremas no son los únicos causantes del blanqueamiento, existen otros factores como el aumento de temperatura y la acidificación oceánica, que contribuyen a dicho blanqueamiento», prosigue. «Pero sí es un factor que podemos controlar con la creación de protectores solares más respetuosos con el medio marino».
¿Cómo? Utilizando productos biodegradables y 'eco-friendly', una apuesta de la industria cosmética aplaudida también por los científicos. «Cuando se dice que un material es biodegradable es porque se descompone en otras sustancia no tóxicas por efecto de los microorganismos», indica Erlantz Lizundia, profesor de la Escuela de Ingeniería de Bilbao y experto en el asunto. Esto, aplicado al mundo de los protectores, significaría que esa crema, cuando se descompone en el mar, no dañaría el ecosistema porque se degradaría en sustancias inocuas para el mismo.
Es importante porque «se estima que al menos el 25% de la crema solar que nos aplicamos es liberada directamente al mar mientras nos bañamos», precisa Rodríguez. Identificar cuáles son los ingredientes de las cremas más dañinos no es sencillo. «Aunque existen estudios que demuestran la toxicidad de determinados compuestos, especialmente de los filtros UV (octocrileno, oxibenzona, octinoxato, homosalato, dióxido de titanio, óxido de zinc, etc), no es suficiente con eliminarlos de la lista para considerar que un producto es 'eco-friendly', señala Rodríguez. Hay que sustituirlos por otros de los que «todavía se desconoce su toxicidad en el medio marino».
En 2017, un estudio demostró que los compuestos que protegen de la radiación UV procedentes de las cremas habían llegado a los huevos de las aves silvestres del parque natural de Doñana. El trabajo estaba liderado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea), que forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los huevos, no fecundados, se recogieron entre 2010 y 2012 y todos ellos contenían filtros solares originales o sus metabolitos.
«Esto último demuestra que una vez el contaminante ha llegado al organismo de la madre ésta lo ha metabolizado, transformado en otros compuestos, pero no los ha excretado totalmente», señalaban los científicos. Con esto sobre la mesa, la siguiente pregunta es: ¿pueden llegar a nosotros? Un estudio de la revista 'Science Direct' de 2020 halló filtros ultravioleta en varios niveles de la cadena alimentaria, como ocurre con los microplásticos. Y uno de los riesgos es que puedan alterar el equilibrio hormonal de cualquier ser vivo. Aunque tampoco hay que entrar en pánico porque para eso la acumulación tiene que ser de determinada gravedad. Lo que sí es importante es frenar en la medida de lo posible esa contaminación de las aguas causada por el uso de las cremas solares.
«Lo único que puede hacer el consumidor es fomentar que la industria cosmética invierta en la creación de líneas de productos lo más respetuosas con el medio ambiente. ¿Cómo? Consumiendo ese tipo de productos. Aunque a día de hoy no se puede garantizar que existe un protector que sea 100% respetuoso con los océanos, siempre es mejor consumir este tipo de productos que los convencionales», señala Rodríguez. La protección que nos ofrece a los humanos es «la misma» que hasta ahora. «Sobre eso no tiene que haber duda, al igual que tampoco la hay sobre la necesidad de protegernos y de reaplicarnos la crema solar siempre que sea necesario», prosigue la experta.
La forma de trabajar para conseguir un factor solar respetuoso con el medio ambiente está todavía dando sus primeros pasos. La industria cosmética y los científicos trabajan de manera independiente con ese fin, pero «es fundamental que exista una colaboración entre ambas partes para la consecución de dicho objetivo», señala la ecotoxicóloga Araceli Rodríguez. Cada vez es más frecuente, pero todavía se puede mejorar. «Para conocer la toxicidad real de los protectores solares, habría que testar en laboratorio el producto solar completo y no los ingredientes de manera individual». Algo complicado porque porque cada marca tiene una formulación distinta y dentro de una misma marca podemos encontrarnos distintas gamas de productos con formulaciones totalmente diferentes «y no siempre se llega a conocer en su totalidad la formulación del producto».
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