![Hacer deporte a treinta y tantos grados](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202205/24/media/deporte-calor.jpg)
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Isaac Asenjo
Madrid
Miércoles, 25 de mayo 2022
La semana pasada tuvimos temperaturas inusuales para el mes de mayo. Treinta y tantos grados que adelantaron temporalmente el verano. El sofoco no ayuda a casi nada, y es también una molestia para los deportistas. ¿Salir a correr con treinta y cinco grados? Solo si ... es por necesidad. Y con unas medidas de seguridad que garanticen que la carrera no nos va a pasar factura. Los calores pueden poner al límite el sistema cardiovascular, tal como vimos en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020, cuando la capital de Japón fue un horno en el que la humedad se acercaba al 80% y los golpes de calor atizaban a los profesionales del tenis o triatlón, dos disciplinas en las que se pone a prueba la resistencia cardiovascular.
«El cuerpo en estas condiciones no elimina bien el calor producido durante la actividad y podemos encontrarnos en una situación comprometida», explican desde el Centro de Medicina Deportiva de la Comunidad de Madrid. Al realizar ejercicio producimos calor interno que nuestro cuerpo elimina mediante acciones termorreguladoras del cuerpo como la sudoración o el incremento de riego sanguíneo hacia la piel para frenar y reducir el incremento de temperatura corporal. Pero si el ambiente es demasiado caluroso (más de treinta grados, como tuvimos hace unos días) el calor corporal se acumula y a nuestro corazón le cuesta más trabajo enviar más sangre hacia la piel. Para evitarlo, recomiendan los expertos programar el entrenamiento. «Una norma de seguridad básica y obvia es hacer nuestra sesión en las horas más frescas del día, ya sea madrugando o al caer el sol, evitando a toda costa el mediodía», indica Carlos Alberto Cordente, doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Politécnica de Madrid.
Aunque, ojo, que una temperatura un poco alta no es necesariamente mala de por sí en todas las situaciones. En este sentido, el experto en atletismo hace hincapié en la diferencia entre hacer unas series de velocidad y una carrera de varios kilómetros. «En actividades explosivas y de corta duración, como un sprint, puede ayudar al rendimiento, ya que nuestro cuerpo suele responder mejor al entrenamiento en condiciones de calor moderado, especialmente en el caso de los músculos». No obstante, «hagamos el deporte que hagamos no tiene sentido exponerte al sol a las dos de la tarde».
Como en el resto del año, cuando hace mucho calor debemos someternos a una aclimatación adecuada y gradual. «Muchos atletas prefieren hacer ejercicio en jornadas más cálidas e incluso se trasladan para entrenar y preparar una competición a lugares donde la temperatura es más elevada. Eso sí, debe tratarse siempre de una preparación de pocos días y progresiva para conseguir que nuestros mecanismos termorregulatorios logren esa aclimatación. Luego regresan a los horarios y lugares habituales para estar lo más 'frescos' posibles a la hora de competir», explica Cordente.
Para conseguir mejorar nuestra capacidad de aclimatación al calor es fundamental ser cuidadosos con la hidratación antes, durante y después de entrenar. Porque para rendir nuestro organismo debe estar hidratado por dentro. De nada sirve beber mucho de golpe y no mantener un hábito constante. No debemos guiarnos por la sensación de sed. Debemos beber alrededor de 5 mililitros de líquido por kilo de peso corporal a la hora, tomando en intervalos regulares cada quince o veinte minutos. Es decir, una persona que pese 80 kilos, tendría que tomar unos 400 ml/h.
Hidratación
Consume bebidas con alto aporte de sales durante el ejercicio ya que esta hace que se mantenga el equilibrio electrolítico. Evita la cafeína, favorece la deshidratación
Ropa adecuada
Utiliza prendas ligeras y transpirables y de colores que no favorezcan la absorción de calor. Es aconsejable protegerse con gorras y cremas protectoras FPS 15
Señales de alerta
Si sientes náuseas, dolor de cabeza o calambres durante un entrenamiento con calor, reduce la velocidad o detente y busca un lugar con sombra
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Ana del Castillo
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