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consuelo de la peña
Domingo, 12 de marzo 2017, 10:24
El Club Parayas lleva años inmerso en una espiral negativa que la actual junta directiva quiere parar. En estos últimos años ha reducido los gastos a la mitad, pero aún así debe dos millones de euros, y por el camino ha perdido la mitad de ... los socios. La situación es de riesgo extremo de cierre, según planteó la directiva a los socios, exsocios y accionistas que ayer respondieron masivamente a la reunión celebrada en sus instalaciones para presentar el proyecto con el que pretende «refundar» y «reflotar» la entidad.
Los directivos lanzaron una solución «a corto plazo», que pasa por recuperar la afiliación perdida y captar 300 nuevos socios que, sumados a los 480 actuales, arrojen un mínimo de 800 familias inscritas que insuflen músculo a la sociedad. «Tenemos un proyecto pero sin esta suma de socios va a ser difícil que tengamos futuro», explicó Antonio Lamadrid, que micrófono en mano puso el acento emocional en el encuentro.
Pero, a tenor de las cuentas que la directiva puso sobre la mesa, no será suficiente. Cortar la sangría de deserciones de socios y conseguir la entrada de nuevos carnés será «decisiva» para relanzar el proyecto, pero no para recapitalizar la sociedad y aplicar las reformas que pretende la junta. Para eso, la dirección tiene un plan a medio plazo, que pasa por la «segregación» de una finca y su posterior venta, lo que permitiría la «amortización» de las deudas y la disposición de fondos para ejecutar las dos fases del proyecto de rehabilitación de las instalaciones deportivas y edificio social.
El club está ubicado en una finca privilegiada de 93.000 metros cuadrados en el Alto de Maliaño y la junta planteó la posibilidad de «prescindir» de parte de esa parcela, toda ella calificada como suelo urbano de uso dotacional deportivo. El presidente Eloy Gutiérrez explicó que en principio se trata de analizar si Inmobiliaria Parayas, la sociedad tenedora de los bienes que explota el Club Parayas, «tiene capacidad para generar recursos para acometer el proyecto». En este escenario previo el equipo directivo ha señalado tres parcelas que podrían enajenarse sin que el «eje de la actividad» del club se viera afectado. Una de ellas es la finca donde está el campo de golf de nueve hoyos, que no se utiliza y está cerrado, y otra la pista de tenis situada al oeste.
La directiva hizo saber a los socios que el futuro de Inmobiliaria Parayas, que tiene más de 3.300 accionistas, está lastrado por la situación del club, que tiene una deuda de dos millones, de los cuales 1,3 millones son con el Banco Popular, a pesar de lo cual el estado patrimonial «no sería tan grave ya que está valorado en seis millones de euros». No obstante, la junta admitió la «complejidad» de la sociedad patrimonial y la posibilidad de entrar en concurso de acreedores, en cuyo caso que «el juez puede dejar morir la sociedad o apoyar un proyecto de futuro que presente el Consejo de Administración». Ese proyecto pasaría, según explicó ayer la directiva, por la segregación de una parcela, previamente identificada, para pagar deudas y obtener recursos para ejecutar el proyecto de reforma, cuyas líneas maestras fueron expuestas ayer.
El plan de modernización y mejora de las instalaciones tiene dos fases, con una inversión global de 1,9 millones de euros (un millón la primera y 835.000 euros la segunda). Por un lado, actualizarán las instalaciones deportivas, desde la piscina cubierta al área de juegos infantiles, pasando por las cuatro pistas de pádel. Además el pabellón cerrado de tenis se convertirá en zona multideportiva. Por otro, se prevé la renovación integral del edificio social. La directiva ha abierto una cuenta de correo (futuroparayas@gmail.com) para que los socios participen.
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