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La maestra muestra una de las posturas. DM
El Bikram Yoga cambia la vida de los cántabros a 40 grados

El Bikram Yoga cambia la vida de los cántabros a 40 grados

BELLEZA DMODA ·

Es una modalidad en la que se ven rápido los avances y con buenos beneficios para la salud

Sergio Sainz

Santander

Viernes, 15 de octubre 2021

¿Te imaginas practicar deporte a 40 grados durante 90 minutos y no 'morir' en el intento? Es posible gracias al Bikram Yoga, una modalidad del yoga tradicional por la que apostó el centro Bikram Yoga Santander hace más de tres años. Una de sus propietarias, Clara Liaño, lo probó por casualidad en un viaje a Copenhague –a priori me pareció una locura», recuerda–, pero una vez finalizada la clase quedó encantada. «Fue dura, pero me gustó mucho la sensación de después. Pese haber sufrido, te daban ganas de repetir», asegura. Vio claro que había un mundo que explorar, tanto que no dudó en llamar a su amiga María Solano y venderle la idea para emprender la actividad en la capital cántabra. Investigaron y vieron que era algo incipiente en nuestro país con apenas oferta en Madrid, La Coruña o Valencia. Tardaron algo de tiempo en encontrar el lugar perfecto, pero cuando dieron con el local de la calle Andrés del Río 7, bajo fue todo rodado. Y en él tiene un aula de más de 60 metros cuadrados multifuncional.

Eso sí, para entonces María había probado de qué se trataba y su primera experiencia fue reveladora. «Me pasé 45 minutos en la esterilla, no podía más», cuenta. Pero aguantó. De eso se trata, según su compañera. «Es importante mantenerte todo el tiempo la primera clase, aunque no sea practicando como tal, pero sí para familiarizarte con las condiciones y la propia dinámica. Si lo consigues has cumplido el objetivo y tienes que volver». Es más, al principio recomiendan seguir un plan de clases diario para 'aclimatarse' y asumir las bondades del Bikram. No engañan a nadie «puede resultar duro mientras sigues la rutina, pero una vez que la terminas te quedas muy relajado. El después no tiene nada que ver con el durante, es lo que engancha», asegura María Solano. En la actualidad tienen grupos a diario, de lunes a domingo, en diferentes tramos horarios y con un máximo de diez alumnos por tema covid. Algo que puede cambiar en breve, en función de las restricciones de Salud Pública.

El grupo siguiendo la rutina. DM

Según cuentan, es curioso que «hay gente que se acostumbra al calor y luego cuando se mete en una clase de yoga normal lo echa en falta». Clara explica que en «una sesión de Bikram consigues avanzar mucho más en las posturas, potencia los efectos. Está basado en el Hatta Yoga, el yoga es el mismo, pero con los efectos del calor puedes profundizar». Como pioneras en Cantabria recuerdan que al principio la gente era reticente al saber que se trataba de una actividad con calor, «al no estar familiarizados, pensaban que eran malísimo». Poco a poco y gracias al efectivo boca-oreja se hicieron su nicho. Y así mucha gente llega por recomendación de y piden el bono de una semana en el que puedes asistir a todas las clases que quieran por 25 euros, incluso combinando disciplinas. Aunque hay clases sueltas para gente que viaja y otras fórmulas flexibles que explican al detalle en su página web.

Por suerte, cuentan en la plantilla con Elena Iakovenko, certificada por el gurú del Bikram Yoga, Bikram Choudhury, quien lo inventó y se dedicó a formar monitores por el mundo. De hecho, tuvo una formación intensiva en Tailandia que no olvidará jamás por lo intensa que fue. Ella llegó a Santander en agosto de 2020 y desde entonces es la guía en el centro. Su testimonio deja claro que confía plenamente en la actividad. «Tiene todo bueno. No puedo describirlo, tienes que probarlo. Cuando entras a clase marca un antes y un después claramente físico y mental», asegura. Ella explica que «las sesiones son siempre iguales, la dinámica se mantiene, las posturas se repiten... Es un reto con uno mismo, en eso consiste la dificultad. Al ser una clase rutinaria es difícil mantener la escucha activa, sobre todo, para la gente que lleva años y conoce la serie. Siempre tienes que estar muy enfocado, presente, en las palabras y el diálogo. También en tus sensaciones del cuerpo para que tu cabeza no se vaya a otro sitio», relata Iakovenko.

Elena Iakovenko, la profesora de Bikram Yoga. sane

Justamente Clara Liaño habla de que «el hecho de que sea siempre la misma secuencia te ayuda mucho a ver tu evolución. En otros tipos de clases que haces distintas posturas, evidentemente vas a ver avances, pero en el Bikram es claro de dónde partí y adónde voy llegando. En el momento que tienes una práctica continua se nota rapidísimo». Según Elena, «los alumnos acaban cansados, pero felices. Cuando te enganchas y entiendes el tipo de yoga que es y te aporta energía. Dentro del aula ocurren cosas importantes a nivel personal, cada uno vive como un microescenario de vida. Cuando sales, tienes sensaciones distintas, pero siempre sienta bien». También señala que en Cantabria las mujeres «tienen más aguante». Es más, ganan por 'goleada' en los grupos. «Quizá haya un prejuicio en la ciudad entre los hombres que no está superado y les echa para atrás sin saber qué es. Cuando lo prueban, su testimonio es que tenían otra idea. Las mujeres no tienen esa traba».

«La clase siempre es la misma y es para principiantes. Cada uno llega a su límite»

Elena Iakovenko

Habrá quien se pregunte si cualquiera puede hacerlo. La respuesta de Bikram Yoga Santander es un rotundo sí. «No se necesita tener fondo físico. No hay niveles. Como decíamos, la clase siempre es la misma y es para principiantes. Cada uno llega a su límite. Si no tienes flexibilidad o no estás preparado, no importa. Vas a recibir los mismos beneficios. Eso sí, cuanto más esfuerzo hagas, más beneficios recibes. Funciona para todos igual». La profesora reitera la importancia de practicar, a su juicio, «a diario». «Cuando empiezas a arrancar una máquina como es nuestro cuerpo requiere de un mantenimiento. Si practicas todos los días es otra calidad de vida, sienta tan bien, tienes fuerza, energía…». Al menos al principio hay que llevar ese ritmo, después recomiendan tres sesiones semanales. Y advierte, «la primera clase es bastante traumática para todos».

Cada alumno se reta en mejorar en las posturas. DM

Ahí, de nuevo, Clara Liaño y María Solano recurren a sus casos personales de superación. «Por muy mal que lo veas, quedarse es fundamental. Has sacado una ganancia, le has dicho a tu cabeza, 'había una situación difícil en la yo lo que quería era coger la puerta e irme', te has enfrentado a ella y lo has aguantado. Por eso decimos que el objetivo de la primera clase siempre es estar, le has mandado un mensaje al cerebro. Aunque las cosas estén difíciles yo aguanto aquí». Sin duda, se trata «de aprendizaje. Muchas de las cosas Bikram las aplicas en tu vida. Es una sala llena de espejos, que en otros tipos de yoga no hay, es enfrentarte contra ti», comenta Clara.

«Dame 30 días y cambiaré tu cuerpo, dame 60 y cambiaré tu vida«

Bikram Choudhury

Según Elena Iakovenko «es una disciplina destinada a fortalecer tu carácter, ese cambio es muy importante. Bikram Yoga cambia la vida… Para mí es medicina preventiva, trabajas todos los sistemas, todos los órganos, estás purificando tu cuerpo constantemente, estirando, traccionando, retorciendo la columna por ahí pasan todos los nervios… es salud». Que requiere esfuerzo, sí, pero recurre a la frase de su maestro que dice «dame 30 días y cambiaré tu cuerpo, dame 60 y cambiaré tu vida». Y en cada sesión «más das, más recibes», dice la maestra. Clara Liaño añade, «se nota mucho cuando te has esforzado en clase, es lo que engancha». ¿Alguien se acuerda ya de los 40 grados?

Encuentras Bikram Yoga Santander en Andrés del Río 7, bajo (Santander). Puedes visitar su página web para recibir más información, escribir un e-mail a info@bikramyogasantander.com; o seguir sus redes sociales: Facebook e Instagram.

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