Las mentiras más habituales que se escuchan en los gimnasios

Siempre hemos escuchado alguna vez frases como «siempre corro en la cinta al menos cinco kilómetros seguidos», cuando en realidad nunca ha corrido más de dos, o «yo estoy en el gimnasio unas tres horas al día», cuando en realidad no está allí más de una o como «yo voy al gimnasio dos veces por semana», cuando realmente… ¡ni siquiera te has apuntado! Mentiras hay muchas y variadas, pero siempre algunas son habituales de los gimnasio.

Sé realista, después de una o ¡dos! clases de 'spinning' estás que no puedes con tu cuerpo. Entrar a saludar en la sala de pesas no cuenta como entrenamiento.

Cómo me suena esta frase, en 'press' de banca, en sentadilla… Siempre hay alguien que levanta una barbaridad, pero tú nunca lo has visto ni lo verás, en la mejor de las ocasiones igual hizo media repetición (risas). ¿Levantó o no levantó los 100 kilos? Ahí queda dicho.

Una de las más habituales mentiras que escucharás. Seamos realistas, poca gente va al gimnasio a diario y, llegado el caso, lo ve tan normal que no siente la necesidad de decirlo. Quienes ponen ímpetu en esta frase realmente quieren decir: yo voy al gimnasio una vez a la semana… y mucho es.

Existen multitud de leyendas urbanas sobre ligarse a monitoras y monitores del gimnasio. Hablemos claro, realmente lo que pasó fue que al acabar la clase la monitora se acercó a ti y te preguntó, muy cordialmente, qué te ha parecido la sesión y hablaste con ella dos palabras. ¿Eso es ligar? No.

Todo el mundo vende trucos para conseguir un 'six pack' en dos semanas o estar 'mazas' en un mes, pero lo cierto es que después de un pequeño y quizá sorprendente hinchazón al inicio, comprenderás que las cosas no son así de maravillosas. La constancia y la paciencia son claves. Un cuerpo no se consigue, como con algunos exámenes, estudiando sólo la noche antes.

Cuanta gente va al gimnasio a socializar, pero no más que a una cafetería o cualquier otro lugar de esparcimiento, incluso menos, ya que muchos están concentrados en realizar su rutina y marcharse a descansar.

Sí, claro, vas a machacarte, a darlo todo y cuando terminas estás lleno de fuerza… Lo más normal es que al salir del gimnasio estés cansado. Siempre. Y el resto del día estés cansado, pero el que algo quiere algo le cuesta.

Siempre hay algún incauto con una genética de hierro que puede recuperarse de una 'resaca' haciendo deporte, pero probablemente no es una 'resaca' de las tuyas. Ten claro que, como vayas a entrenar en ese estado, quizás acabes mucho peor de lo que ya estás.

Ya puedes tomarte todos los batidos y suplementos del mundo que sin constancia durante grandes periodos de tiempo no conseguirás nada en términos de musculación.

No eres un bicho raro, aunque uno coge el hábito de ir y se siente mejor, todos, hasta el más fuerte, tenemos momentos de pereza, no nos apetece o cualquier excusa es buena para saltarnos nuestro entrenamiento. ¡Bienvenido al mundo real!

¡Gracias por llegar hasta aquí! Espero que la realidad del 'fitness' te sirva y hayas disfrutado leyendo el post, como siempre, buscando tu mejor versión. Como siempre, os espero con más contenidos en mi perfil de Instagram (@ricardocobocano). ¡Fuerza, equipo!

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