La vergüenza, un obstáculo a la hora de entrenar en el gimnasio

No sólo los recién llegados al gimnasio sienten vergüenza a la hora de entrenar, sino que muchos de los que ya están dentro hacen de ella su buque insignia a la hora de afrontar sus rutinas de trabajo muscular. Esto se debe a que para algunas personas el miedo al ridículo pesa más que el trabajo bien realizado, y es que no debemos estar pendientes de la opinión de los demás, y mucho menos cuando vamos a entrenar. Lo que debe prevalecer es la realización correcta de los ejercicios, sin pensar en el qué dirán.

Antes he citado a las personas que van por primera vez al gimnasio, y es que ellas son las que suelen tener más vergüenza, ya que no están familiarizadas con los ejercicios ni las rutinas y esta novedad es la que les hace sentirse inseguros, ya que no tienen control sobre lo que hacen. Esta vergüenza de los inicios suele ser la causa por la que muchos abandonan los entrenamientos prematuramente. Para evitarlo, es necesario que realicemos ejercicios sencillos, que nos permitan familiarizarnos con las máquinas y los movimientos y con los que no nos sintamos ridículos.

Realiza algunas actividades fáciles como cardio ligero o alguna actividad dirigida, exponiéndote gradualmente a una nueva experiencia. Con el tiempo, comenzarás a ganar la suficiente confianza para pasar a ejercicios más duros y largos, y así pasar tiempo en el gimnasio no te parecerá intimidante como al principio. Junto a esto, es importante que nos mentalicemos de que no todos tenemos la misma capacidad física, por lo que te recomiendo no fijarte en lo que hacen los demás en el gimnasio, sino sólo en lo que haces tú.

Ten preparado un plan de entrenamiento, esto puede sonar contradictorio, pero te ayudará a aliviar tu ansiedad si tienes una idea de los ejercicios que vas a hacer antes de entrar al gimnasio. De este modo, no tendrás que ir de un lado a otro tratando de averiguar qué ejercicio hacer a continuación. Si quieres facilitarte las cosas, ¡haz que alguien planifique la rutina por ti! Siempre tendrás un monitor o un entrenador que estará encantado de ayudarte.

Pero volviendo a la vergüenza, a pesar de parecer raro, es algo que también acompaña a muchos que llevan tiempo entrenando, y es que hay personas que no logran centrarse y siguen más pendientes de lo que piensen los demás que de su propio desarrollo. Por norma general, esta sensación es un impedimento a la hora de conseguir buenos resultados y progresos en los entrenamientos, y es que las personas que la padecen nunca se atreverán a innovar y hacer ejercicios diferentes por miedo al ridículo. Estas personas permanecerán repitiendo las mismas rutinas una y otra vez, acostumbrando a los músculos a unos ejercicios y evitando el desarrollo de estos. Es importante que dejemos de lado los prejuicios y los miedos a la hora de entrenar, y es que es necesario cambiar y realizar ejercicios y movimientos nuevos para poder seguir progresando en los entrenamientos y en el desarrollo global del cuerpo.

Ningún cuerpo 'fit', definido y musculado que encontremos en el gimnasio fue siempre así. Los cuerpos más estéticos en las salas de entrenamiento llevan mucho tiempo trabajando para lucirse. Habla con la gente, cómprate ropa deportiva que te haga sentir bien, y piensa que cada día que vas a entrenar quien gana eres tú.

¡Ánimo con vuestro reto deportivo! Y cero vergüenza, céntrate en los resultados. Como siempre, os espero con más contenidos en mi perfil de Instagram (@ricardocobocano). ¡Fuerza, equipo!