La vuelta a la rutina con buen pie en pareja

El otoño ha llamado a nuestras puertas y con él la vuelta al ritmo que marca el inicio del ciclo más largo del año, en el que dedicamos nuestro tiempo especialmente a organizar nuestra vida personal, laboral y familiar. El final del verano y el despedirnos del periodo de vacaciones por excelencia, puede suponer una cuesta arriba a la hora de retomar horarios, trabajo, estudios, cole de nuestros hijos, actividades extraescolares o cuidado de los familiares. Sin olvidar que las horas de sol se reducen y las temperaturas comienzan a ser más frescas. Todo ello nos toca el 'corazoncito' emocional y puede influir en nuestro estado de ánimo y actitud.

Si eres de los que vives en pareja, el reiniciar la rutina y combinar tu vida con la otra persona puede generar dificultades que pueden resentir la relación. Cuando estamos de vacaciones tendemos a ser más flexibles en pareja, sin horarios, ni tantos compromisos, más relax y con la mente puesta en el disfrute sin tener la hora presente a cada minuto. Finalizado el periodo vacacional esa situación se esfuma y tenemos que retomar la realidad del día a día, hacerlo de forma que la pareja no entre en conflicto es posible. Aquí te dejo unas claves que te pueden servir de apoyo:

Es lógico que a todos nos pueda entrar cierta nostalgia al ver como se desvanece el verano y que pasemos tiempo pensando en ese pasado inmediato que incomoda la vuelta. Para favorecer la adaptación de forma más rápida, es esencial centrar la atención en lo que toca en este momento y valorar lo bueno de retomar tu día a día, como tener un trabajo, el reencuentro en el hogar o retomar actividades de ocio.

En esta época del año es fácil sentirse con cierta apatía, más bajos de ánimo o con nostalgia del tiempo de ocio vivido. Es esencial no esconder lo que sentimos sin llegar a dramatizar, hablar en pareja de cómo os sentís reflexionando sobre el momento presente te permitirá liberar emociones. El simple acto de verbalizarlas ayuda a suavizar el malestar emocional y con ello poder reconocer que esa nostalgia forma parte del pasado y que ha llegado el momento de centrar la atención en reconducir y valorar la vuelta a la rutina, poniendo atención en lo bueno de nuestra vida presente. Por ejemplo, es muy gratificante la sensación de valorar el tener un hogar y dedicar un tiempo a cambiar pequeños detalles de decoración con toques de otoño, sin ser necesario grandes cambios, ni grandes gastos. Anímate a sacar esa mantita cubre sofá de tonos pastel o si lo tuyo son las manualidades, ahora es buen momento de ponerse manos a la obra.

A todos nos gusta percibir que la otra persona nos está prestando atención y nos habla con respeto. Practicar la escucha activa es una herramienta muy potente para unir lazos entre ambos. Mirar a los ojos cuando la otra persona nos habla, asentir con la cabeza cuando es necesario, no interrumpir el discurso del otro, demostrarle con palabras que hemos comprendido como se siente o que entendemos lo que le pasa, son algunas de las claves para hacer ver que estamos presentes y atentos ante lo que la otra persona está expresando. No menos importarte es la forma en cómo nos dirigimos hacia nuestra pareja, el emplear expresiones que no tengan connotaciones duras o frías, evitando acusaciones o comentarios negativos, haciendo uso de un tono moderado, sin agitación, nos permitirá acercarnos y superar los momentos bajos juntos.

.Compartir las tareas del hogar y organizar un 'planning' en función del ritmo de trabajo del tipo de vida de ambos, os permitirá sentir mayor control sobre el momento presente. Repartir las cargas y hacerlo en equipo resulta positivo para no saturarnos de forma individual a la hora de compartir un hogar.

El tiempo de ocio es esencial para equilibrar el día a día y no acabar saturados con la presión de las obligaciones. Retomar aquel 'hobby' personal que dejaste antes del verano es uno de los pequeños placeres de la vida que tiene el volver a la rutina. Recuerda la vuelta al gimnasio, tu deporte favorito, tu tiempo de lectura o a las clases de pintura, son actividades que te permitirán mimarte y dedicarte un tiempo para ti. Por supuesto, no olvidemos el dejar un espacio de tiempo para compartir ocio en pareja y desconectar de las obligaciones presentes del día a día.

Esta es una de las claves más importantes que me gusta remarcar siempre que una pareja se pone en mis manos. Uno de los secretos para mantener la pareja viva y activa es aprender a respirar un momento del día juntos. El reconocer la presencia del otro, regalarse un beso, un mirada de complicidad, una sonrisa sin necesidad de articular palabra, el cocinar juntos una cena común, estar sentados en el sofá viendo una serie o darse las buenas noches de forma cálida y tomar conciencia de estar juntos sin necesitar nada más, son mimos en pareja que ayudan a cultivar el amor entre ambos de forma creciente.

¡Ánimo, pareja(s)! Que la fuerza del cariño os acompañe...

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