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A ningún cántabro que haya seguido la política de los últimos años se le despistará el apellido del abogado Juan van den Eynde, hijo de Eduardo, el desaparecido diputado popular. Y lo mismo ocurre con la atleta Sara Andrés para quien esté al tanto ... del deporte paralímpico: la madrileña (de ascendencia cántabra) tiene plaza para los Juegos de París de 2024 tras haber conseguido la medalla de plata en 100 metros en el Mundial de Atletismo. También se ha convertido en paradigma de superación: además de atleta, es profesora de Primaria, conferenciante, escritora y actriz. Ahora, Andrés y Van den Eynde acaban de darse el sí quiero y lo han hecho en un lugar muy especial: en Polientes, donde se conocieron hace casi una década.
La suya ha sido una boda llena de guiños. Lo primero, por el marco elegido: el Molino de Tejada, que hace mucho tiempo perteneció a un tío abuelo de Sara y que, hoy, funciona como un glamuroso hotel. Lo siguiente, por el sinfín de detalles que pudieron disfrutar los alrededor de 140 familiares y amigos que les arroparon. El día del enlace, por ejemplo, coincidió con la Fiesta de la Patata en Villanueva de la Nía, el pueblo en el que veraneaba de niña la novia. La música también se pensó al milímetro: «hasta bailamos el baile de la patata», cuenta entre risas el santanderino Van den Eynde, que asegura que «estábamos abocados a casarnos así y aquí».
Juan también es músico: uno de los integrantes del grupo Vanden, en el que compartía escenario con su padre, portavoz del PP en el Parlamento de Cantabria durante tres legislaturas. El recordado Eduardo van den Eynde murió hace tres años.
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Tampoco Sara tuvo a su madre junto a ella en este día señalado -falleció cuando ella tenía 13 años- pero utilizó para la ceremonia el vestido con el que se había casado su progenitora, con arreglos de la modista Laura Malingraux. Sara ha contado en varios foros nacionales -sin perder la sonrisa- su experiencia vital y cómo se ha enfrentado al accidente en el que perdió los pies y luego a dos cánceres. Cuando Juan le pidió matrimonio, llevaban «tres años ennoviados, justo ahora hace cuatro que estamos juntos», explica el abogado. Residen en Las Rozas y se consideran instalados allí, aunque se escapan cuando pueden a Cantabria «porque mi madre vive aquí» y ninguno se ha desatado de los lazos con Valderredible.
Juan pone una condición para compartir las fotos de su enlace con El Diario: que se cite a todos los profesionales que colaboraron para que el día fuera perfecto, así que aquí van. Del catering se hicieron cargo Montero y Roldán (del restaurante Los Molinos de Ruente). La música fue de Complejo de Edipo, Revolt y Vanden y también se contó con un DJ. Ana Lago ayudó a la novia con el peinado y el maquillaje, mientras que el vídeo corrió por cuenta de Felipe Gómez Ullate, de 'Hoy nos casamos'. Las fotos son de Tony Limeres.
Los recién casados han disfrutado ya de su luna de miel en Maldivas y Thailandia. Acaban de regresar a Madrid «y, después de unos días tan increíbles, aterrizando en la realidad».
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