Cuando la elegancia es una invitada más en las bodas cántabras

Que te inviten a una boda es muy emocionante, pero también toda una responsabilidad. Más para quienes viven la moda con pasión y saben que estos eventos son una oportunidad perfecta para demostrar estilo propio. Siempre se ha hablado de las mujeres y su necesidad de brillar, sin deslucir a la novia, pero cada vez más son los chicos que se apuntan al ejercicio de las tendencias para destacar en los días de los 'sí, quiero' más entrañables. En el pasado se hablaba de ropa de boda, etiquetando como tal a esos estilismos pomposos dignos de los posados clásicos, pero hoy con la voracidad en que las prendas dominan nuestra realidad cualquiera puede reivindicar su imagen con un look cien por cien personal. Nada mejor que recurrir a algunas de las diseñadoras y expertas de Cantabria en el universo más 'fashion' para entender que acudir como invitada o invitado a un enlace requiere de tiempo e ideas claras.

Para la diseñadora Odette Álvarez, «las invitadas tienen que ser ellas mismas, fieles a su estilo y no caer en excesos por llamar la atención. Aunque lo más importante es tener mucho cuidado en, nunca jamás, hacer de menos a la novia». Incluso piensa en el momento 'fotos', «porque con el tiempo podrás verte y si no te reconoces con tu look pensarás que no fue una buena elección». Así, sus 'tetés' son todo un acierto como vestidos joya llenos de color, lentejuelas y apliques para brillar desde la elegancia. En el caso de los hombres asume que «los chicos no tienen problema, porque con un traje siempre van estupendos». Aunque ella es de siluetas de varón clásico, incluso en chaqué, como vestiría también a los propios novios.

Gema de Luelmo, docente de moda y asesora de imagen piensa en protocolo y tiene claro que «lo primero antes de acudir a una boda es saber el horario que se va a realizar el evento y el lugar donde se va a celebrar. La hora del día ya nos marcará unas ideas a la hora de elegir nuestro estilismo». Añade que también es importante «saber qué tipo de evento se va a celebrar, hoy en día pueden celebrarse bodas en el campo o en la playa y esto también marcará la elección de nuestro atuendo». Eso sí, marca un consejo como fundamental, «vestirte siempre respetando tu estilo propio, pensando en la comodidad y en la frase 'menos es más'. Ir elegante a un evento no significa un look recargado ni llamativo». Con su brújula de estilo siempre anima a descubrir «los grandes profesionales que en Cantabria te pueden confeccionar un look a medida. De ese modo, asegurarás que no coincidirás con ninguna otra invitada y seguro irás acertada. Y si, además, te dejas asesorar por una especialista en imagen que te dirá cuál es el color que mejor te sienta y la prenda que le va mejor a tu silueta, ¡acertaras fijo!».

La diseñadora loredana Trinidad Castillo defiende que «los looks femeninos para asistir a una boda deben salirse de las tendencias, más indicadas para el día a día. En un enlace debemos enseñar nuestra personalidad y sacar lo mejor de nosotras». Anima a sus clientas a que, «ya que no tenemos tantas ocasiones así, se puede pecar de ir originales. No intentar limitarnos a lo que llevan todas o querer ir tan elegantes que quedemos sosas. Hay que atreverse con estilismos distintos y así marcarás la diferencia». Aunque, remarca, «siempre sabiendo que eres una invitada, no debes competir con la novia, pues la protagonista es ella». Su receta 'fashion' pasa por «un original tocado, unos buenos zapatos y pendientes llamativos con un vestido sobrio y liso nunca fallan».

En cambio, «para las más atrevidas apostar por un vestidazo y complementos en contraste que acompañen discretamente o suban nuestro look será un éxito». También tiene palabras para los hombres, «para acertar creo que deben jugar con los complementos, meter color o el punto divertido al look. Un buen traje clásico y atemporal es sinónimo de elegancia, pero con un chaleco, pañuelo, gemelos, tirantes, corbata o pajarita divertida nunca fallan. Otra opción es que se salten la norma con un traje clásico en un color no convencional y un look monocolor para los más atrevidos».

El atelier de Laura Sainz de Aja también tiene mucho de sala de terapia, cuando debate con sus clientas sobre las opciones más adecuadas para acertar en la tan esperada boda de ese familiar cercano o la amiga que abre la veda en el grupo. «Siempre aconsejo a mis clientas, ante todo, que sean ellas mismas. Nada de disfrazarse. En mi opinión se acierta más con un vestido atemporal, elegante y, sobre todo, que favorezca y resalte las partes más bonitas de cada cuerpo». La experiencia marca, en su opinión que, «las tendencias de esta temporada son una continuación de la anterior: volúmenes, drapeados y volantes». De estos últimos apunta que «es esencial colocarlos estratégicamente para aportar o quitar volumen donde queramos». La temporada sigue y suma con «el 'color block', pedrerías, metalizados y el clásico encaje». En cuanto a ellos, «tendrán que decantarse por trajes muy estructurados, que marquen bien los hombros. Para las camisas deberán elegir entre un estampado arriesgado o la sobriedad de colores neutros», asegura.

Sin duda, las redes sociales se han convertido ahora en la inspiración perfecta para ellas y ellos. Empezando por ejemplos de 'influencers', pero también con el aluvión de imágenes que las firmas de moda vuelcan para sugerir cómo lucir estilo en los eventos más glamurosos. Como han apuntado las expertas, el color y los complementos juegan un papel fundamental a la hora de diferenciar los looks y cimentar esa personalidad de moda.

Con menor o mayor tiempo de antelación, desde que se sabe que 'habemus boda' toca revisar el fondo de armario para ver si se puede reutilizar algún look con un aire renovado o sumergirse en sesiones de compras -maratonianas o no- hasta dar con ese conjunto que te represente y se convierta en viral, 'likes' mediante. Que el 'postureo' ya es deporte nacional. Y nupcial.