Los pequeños en las bodas, estilismos cómodos e ideales

Los niños siempre juegan un papel importante en una boda, más si llevan las arras. La pregunta que todos los padres se hacen es cómo vestirles para que estén ideales, y con estos consejos podréis comenzar la búsqueda del look perfecto, teniendo en cuenta si el enlace es de día o de noche, el lugar de celebración, el ambiente, el estilo de los novios…

Los pequeños querrán jugar, saltar y bailar por lo que, ante todo, deben ir cómodos. Es importante recordar que los niños no son adultos y que no hace falta vestirles demasiado formales. Lo mejor es optar por la sencillez con un toque divertido. La clave está en conseguir un punto medio, así que os recomiendo que escojáis vestidos o conjuntos que puedan ponerse en otras ocasiones especiales, no hace falta que sea para otro enlace.

Si queréis vestir iguales a un grupo de hermanos o primos con edades muy diferentes, intentad elegir diseños distintos, pero que sigan las mismas características para ofrecer un efecto de unidad. Los pajes o niños de arras suelen seguir la guía que marcan los novios y que se refleja en el estilo de toda la boda. No hay que disfrazarles y siempre debemos respetar el estilo de cada niño y su opinión por pequeños que sean, porque ellos también deben sentirse guapas y guapos.

Esta es la estación preferida para la mayoría de los novios cuando las bodas al aire libre cobran protagonismo. En esta época os recomiendo los vestidos cortos o los largos vaporosos sin medias, acompañados de bailarinas o alpargatas, y para los niños bermudas y camisas en tonos claros que combinan a la perfección con el vestido de la novia. El toque de color, en rosas empolvados o azules pastel suele llevarse en los complementos.

Para las niñas: Se suele apostar por los tonos lisos que combinen colores alegres con otros más neutros en tejidos naturales. Me encantan las mangas francesas, los acabados lenceros, las faldas vaporosas con líneas sencillas, los talles altos, los estampados florales, las muselinas y las coronas de flores.

Para los niños: Siempre acertarás si llevan bermudas de algodón, sombreros, cuellos mao, fajines, alpargatas y complementos informales como pajaritas o tirantes.

Para los bebés: Con los invitados más pequeños es bastante más fácil acertar. Lo mejor es optar por la sencillez, pero dejando siempre un guiño de formalidad: peleles de diferentes colores, con o sin estampados, las ranitas, y algún adorno en el pelo, trajecines en hilo, punto o algodón.

Los gustos de los niños empiezan a moldearse entre los 5 y 10 años y algunos no aceptarán cualquier vestimenta. Se complica más con los de entre 10 y 15 años, porque ya tienen asentados sus gustos y querrán llevar su estilo propio. La guerra está servida.

Casarse en medio de un bosque en otoño o cubiertos de nieve en invierno, ¿puede haber algo más romántico? Frío, nieve o lluvia, en las bodas de invierno los tonos cálidos, marrones, tostados, ocres y vainillas. Y colores fríos como grises, granates y verdes oscuros.

Los abrigos, de estilo inglés para las niñas y austriacos para los niños, se convierten en el complemento imprescindible de las bodas invernales. La mayoría de los tejidos escogidos suelen ser los terciopelos y, generalmente, el granate, un clásico con el que siempre acertarás.

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