Recuerdos entrañables de una boda pre-covid en Cantabria

Nosotros en el 2020 hicimos sólo dos bodas, una pre-covid en febrero y otra covid total en octubre. Hoy os cuento cómo fue nuestra última boda pre-covid, con Haydée y David como protagonistas. Se celebró el 1 de febrero de 2020. Ellos querían una boda de invierno, no les importaba la lluvia ni el frío, pero tenían claro que querían casarse en esa estación.

Fue una boda preciosa, íntima, puesto que eran menos de 50 personas. Cuando aquello, una boda así era pequeña e íntima, ese año casi todos los enlaces fueron así o más pequeños, pero en aquella fecha aún no teníamos covid en Cantabria, o por lo menos no como para pensar en lo que podría pasar y pasó.

Escogieron como finca Los Lagares del Bear, muy apropiada para esta celebración porque, además de ser pequeña en número, era una boda civil y podíamos movernos sin problemas por cualquier lugar de la casa. En el jardín trasero hicimos la ceremonia, seguido el cóctel en la terraza y la cena la localizamos en el maravilloso porche, frente a la piscina, que estaba preciosa iluminada.

Pese a que era febrero, hizo un día precioso, y nada más y nada menos que 20 grados de temperatura. Recuerdo que yo pensaba en lo caprichosa que es la vida, para una novia que le da lo mismo la lluvia y el frío…. ¡Tuvieron un maravilloso día de casi verano!

Ambos se vistieron en la misma finca, en un apartamento que tienen a disposición de los novios. Haydée se vistió en la plata de arriba, en la habitación, mientras que David lo hizo en la planta de abajo, en el salón. Su perro Bruce estuvo en todos los lados y nos hizo correr lo nuestro mientras se hacían la sesión de fotos pre-boda. Sí, habéis leído bien, ellos se hicieron las fotos antes de la ceremonia.

El vestido de Haydée era de Pronovias Santander y el traje de David de Ramiro Díaz. ¡Estaban los dos guapísimos! La peluquería corrió a cargo de Dúo peluqueros y el maquillaje lo firmó Verónica Studio, también de Torrelavega. El ramo y toda la decoración floral estuvo a cargo de José Ceballos, artesano floral de la floristería José Pérez, en Heras.

Toda la iluminación corrió a cargo de The Lighting Show. Mientras qu el catering lo sirvió el Nuevo Molino y fue todo un acierto, los invitados quedaron encantados. Y si hablamos de recuerdos los que crearon el equipo de Con Corazón, responsables de las fotografías y el vídeo. Latieron fuerte, sin duda.

Confieso que me siento ansiosa por volver a las bodas de siempre, a nuestra vida de antes. Estoy deseando decir que esta sí que es nuestra vida, ya queda menos y este verano, en cuanto a bodas, será casi como los de antes, como los de siempre.

Como siemprre, os animo a seguir todo el trabajo que desarrollo como 'wedding-planner' con mi equipo, lo podéis encontrar en la página web o en redes sociales: Facebook e Instagram.

¡Espero muchos 'Sí, Quiero! ¡Gracias mil!