Bustamante, semifinalista en 'MasterChef Celebrity' durante su noche más emotiva y familiar

Cocinando y cantando, David Bustamante se ha hecho un hueco por derecho en la semifinal de 'MasterChef Celebrity 6'. El barquereño bordó la prueba de exteriores en el programa 10 del 'talent' culinario, en la que compartió fogones con Carmina Barrios, madre de Paco León. Ambos fueron los primeros semifinalistas oficiales del exitoso programa de TVE y lo celebraron lanzándose a una piscina con ropa y todo. Aunque no fue la única emoción que vivió el cántabro durante esta entrega.

Con un 'casting' ya reducido a Verónica Forqué, Juanma Castaño, Miki Nadal, Belén López, Carmina Barrios y el propio Bustamante, pletórico porque según aseguró ya había cumplido su reto personal. «Tenía un objetivo desde el principio y ya lo he conseguido: hacer una semana más que Gonzalo Miró, lo veía bastante difícil», contó y cantó 'Corazón Contento'. No se esperaba que lo iba a estar de verdad, al descubrir debajo de la caja misteriosa mensajes de seres queridos. Era su hermano Igor quien le dedicaba unas palabras en tono jocoso sobre sus avances en la cocina, «estoy muy orgulloso de ti», finalizaba.

Entonces el cantante rompió a llorar y explicó que «Igor es súper especial. Cualquier cosa que me pase, buena o mala, es al primero que llamo. Cuando opté por separarme y me encontraba siendo padre soltero me enseñó a cocinar para mi hija. Estaré eternamente agradecido. Eso son los detalles, cuando tú lo necesitas, alguien que esté ahí, que llora contigo y que te tira y te hace subir para arriba. Eso es mi familia», explicó emocionado. Le sorprendía que hubiera accedido a salir en el vídeo, «que se preste a salir en televisión, cosa que nunca le gustó, es un gesto que se lo agradezco mucho. Me hace mucha ilusión y me ha emocionado tremendamente», aseguraba.

Lo que no se esperaba es que, de pronto, su querido hermano apareciera en plató para elaborar juntos la primera prueba. «No quiere saber nada nunca de la tele, pero es fan acérrimo del programa», repetía David. «Las primeras recetas que hizo fueron conmigo», recalcó Igor. De hecho, ahora «los fines de semana, cocinar es nuestro plan favorito», confesó el cantante. «Puede ganar perfectamente», expuso el hermanísimo, aunque también se acordaron del pequeño de los tres, Manuel, y su sobrino Mateo. Contaron que sólo de escuchar cómo lloraba, ellos también se emocionaron. «La sensibilidad en la familia es algo común para todos», aclaró Igor.

El plato que elaboraron fue un homenaje a las «carrilleras al vino tinto de toda la vida». Un plato de su madre, pero al que dieron un toque oriental, con aire de lima y patatas paja. En medio del cocinado Samantha Vallejo-Nágera pidió a David que cantara el tema favorito de su hijo Roscón, 'Dos hombres y un destino', aunque adaptó la letra a ser dos Bustamantes. Defendieron ante el jurado su elaboración con un título nostálgico, 'Carrilleras al río Merón', «nombre de nuestro barrio, nuestra calle, donde nos criamos». El concursante lo definió como un «plato dulce, salado y cítrico a la vez», defendiendo su visión de vanguardia. Recibieron buenas críticas, aunque dijeron que faltó salsa. «Vuestra madre tiene que estar muy orgullosa, habéis elaborado un plato diferente al suyo, pero que estaba muy bueno», puntualizó Pepe Rodríguez.

Entonces Igor se despidió, aconsejando a su hermano «que siga así, con ganas» y retornando a su anonimato, «ya estuvo bien de cámaras, luces. Campeón te espero en casa», dijo. Llegó el veredicto y el cántabro fue señalado entre los tres mejores cocineros, junto a la actriz Belén López y el periodista deportivo Juanma Castaño. Finalmente, era el último quien se llevó la mención de honor y la responsabilidad de ejercer de capitán en la prueba de exteriores. Viajaron a Tenerife, donde se conocerían los nombres de los primeros semifinalistas.

«Sería una recompensa a todo el trabajo y sufrimiento pasado en el programa. Hay que estar muy atentos, al lío», apuntaba el barquereño. Tras decidir Castaño, formó parte del equipo rojo con Carmina Barrios como compañera. Lo que no se esperaban era que dos grandes chefs como Martín Berasategui y Ricardo Sanz fueran los responsables de firmar los menús en duelo. En su caso, fueron los platos de Sanz los que tocó intentar reproducir: 'Gunkan de tuétano y caviar y niguiri de toro salmorejo'; 'Costilla de Wagyu en salsa teriyaki'; y de postre, 'Cremoso de chocolate blanco y yuzu con gelée de vainilla de Tahití y pipas garrapiñadas'. Todo ello lo tenían que elaborar para 30 comensales, clientes de un hotel de lujo de la isla.

En medio de la faena, plenamente concentrados, Bustamante hizo una promesa, «si tenemos la suerte de pasar me tiro con ropa y todo en la primera piscina que vea». Su trabajo lució frente a las tensiones del equipo azul, con una Verónica Forqué siempre polémica. Al finalizar, los jueves valoraron la labor de David y Carmina, cómplices y cariñosos en todo el cocinado. «Han sacado mucho trabajo ellos dos solos», recalcó Samantha. «Hemos visto un peliculón», dijo Jordi Cruz. Entonces el cantante fue honesto y contó lo que había sucedido. «Estábamos desatendidos. La presencia del capitán era inexistente, pero viendo el caos que había en la otra cocina, entiendo perfectamente a Juanma. En nuestro equipo había muchísima más armonía», explicó. Pepe, Samantha y Jordi aplaudían la labor del peculiar dúo, «lo que han hecho hoy tiene mucho mérito», señalaban.

David no dudó en definir como «estrella» a su compañera. «Carmina es increíble, da gusto trabajar con ella. Se lo merece todo y es digna de admirar. Está al pie del cañón, no se queja nunca. Suma, lucha y rema como uno más. Es para quitarse el sombrero», defendió. ¿Resultado? Victoria del equipo rojo convirtiendo a ambos en primeros semifinalistas. «¡Qué alegría más grande! Estoy orgulloso y muy agradecido», dijo el cantante. Como hombre de palabra, se tiró a la piscina con la madre de Paco León y acabó sin camiseta luciendo cuerpazo.

De vuelta al plató, el delantal blanco indicaba tranquilidad para el cántabro. Lo más sorprendente fue la ausencia de Verónica Forqué, que se excusó por un mensaje de audio y dijo no encontrarse con fuerzas para afrontar la prueba de eliminación. David y Carmina se dirigieron hacia la galería cantando la Salve rociera. «Estamos aquí por méritos», decía él orgulloso. Después de jugársela Belén, Miki y Juanma no hubo expulsión porque los platos de los dos últimos eran muy igualados. Así que todos acabaron la noche como semifinalistas.

En el avance del próximo programa, se ve cómo cocinarán en Diverxo, la casa de Dabiz Muñoz, pareja de Cristina Pedroche, y entre las imágenes se ve cómo Bustamante está contrariado. «¡Qué rabia me da! Tengo ganas de llorar…». ¡Qué raro!

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