El cántabro Jorge Pérez recuerda, un año después, su paso por 'Supervivientes'

Cuando conoces a la persona detrás del personaje te das cuenta quién es de verdad y quién no. Con Jorge Pérez (Reinosa, 1983) no hay trampa ni cartón. El ganador del último 'Supervivientes' es un tipo cercano, amable y generoso. Así lo demuestra en las distancias cortas, incluso con los fans que tanto auparon su victoria en el 'reality' de Telecinco. Ahora, el cántabro tiene muchas puertas abiertas, aprovechando su excedencia como Guardia Civil. Colabora en 'Ya es mediodía, en su sección del corazón, se dedicada a preparar a opositores que quieren seguir su trayectoria profesional, mantiene un proyecto solidario junto a su mujer, la 'coach' Alicia Peña Humada, posa como modelo siempre que puede... ¡y es un padrazo!

Ahora ha ampliado la familia con Laika, una perra 'husky' adoptada, de la que se enamoró al cruzarse con ella por el plató de 'Sálvame' cuando protagonizaba la sección de rescate de mascotas. Tiene muchas ideas y sueños por cumplir, para ello se levanta fielmente cada día a las 5.30 horas de la mañana para aprovechar las 24 horas al máximo, hacer ejercio, leer, organizar su agenda y vivir tiempo de calidad con los suyos. Siempre se acuerda de Cantabria y cada vez que ha podido durante este tiempo se ha escapado a la 'tierruca', donde logra desconectar. Así es Jorge, un guapo que no se lo tiene creído y que siempre tiende la mano a los demás... ¡Bienvenido, de nuevo, a Cantabria DModa!

-¿Cómo estás viviendo este post 'Supervivientes'?

-Pues aunque parezca increíble, es ahora, después de un año que empezaba esta aventura cuando empiezo a ser consciente de todo lo vivido allí.

-Alguna anécdota…

-Cuando me encuentro con gente que empezó a ver 'Supervivientes' a mitad de programa, momento en el que ya parecía un náufrago, y no se creen que soy la misma persona… está claro que esa barba no me favorecía nada (risas).

-¿Has tenido pesadillas con la isla?

-No, la verdad que no, pero sí es verdad que cuando volvimos en junio, me daba pánico pensar en volver a la playa en verano, ya que mi mujer Alicia y mis hijos son unos enamorados del mar y la playa, sobre todo de Mataleñas, donde nos gusta ir en verano.

-¿Qué es lo que más añoras de la experiencia?

-El cielo estrellado de Honduras, su espectacular arrecife de coral… aquello es realmente un paraíso y nosotros, unos privilegiados por haber podido contemplarlo.

-Ya no queda nada para la próxima edición, ¿qué esperas de ella?

-Realmente no es que espere nada, va a ser extraño verlo ahora desde fuera, cuando hace apenas nada era yo el que estaba allí, estoy seguro que va a ser un contraste de emociones muy grande.

-Se habla de primeros nombres, incluso la vuelta de Kiko Rivera. ¿A ti quién te gustaría ver allí?

-Entiendo que 'Supervivientes' es un 'reality', un show, en el que si todo el mundo fuese a hacer únicamente supervivencia, no tendría el éxito que tiene, su grandeza radica en saber conjugar esa parte de supervivencia, con esa parte de espectáculo, pero sí es verdad que a mí, me gustaría ver a alguien que, como yo, fuese a vivir la experiencia al máximo independientemente del resultado final.

-Y si te proponen volver, en plan visita…

-Mi pasaporte está en vigor, no digo más…

-Te has estrenado como colaborador de 'Ya es Mediodía', ¿cómo te ves en esa faceta?

-Siempre he tenido claro, que todo lo que hiciese serían proyectos en los cuales me sentiría a gusto realizándolos, siendo fiel a mí mismo y a como soy, 'Ya es Mediodía' es uno de ellos, lleno de grandísimos profesionales, y capitaneado por Sonsóles Ónega que es una fantástica periodista y escritora, así que simplemente disfruto cada día que voy, e intento aprender algo nuevo.

-¿Te imaginaste algún día hablando de temas de corazón?

-La verdad que no, pero es cierto que los temas que se tratan suelen ser más de actualidad, que únicamente corazón, lo cual hace que sea más distendido, y así también más cómodo para mí.

-Aportas una visión muy cabal al programa, ¿has descubierto en la tele tu medio?

-Una vez más, simplemente intento ser yo y dar mi opinión en los temas que se tratan, pero agradezco tus palabras. Creo que la vida son experiencias y aprendizajes, y la tele es una parte más que he podido conocer, pero sí, ciertamente es un medio en el que me siento cómodo.

-Tenéis 'team' cántabro con Isabel Rábago…

-Isabel es simplemente genial, se portó súper bien conmigo cuando estaba en la isla dándome su apoyo, y después cuando he salido también lo ha hecho cada vez que he tenido alguna duda, sobre todo en temas de televisión, así que estoy muy agradecido con esta espectacular cántabra.

-Hay algún tema o personaje del que pides al programa no hablar…

-No, que va, es cierto que me siento más cómodo con unos temas que con otros, pero al final es una cuestión de responsabilidad, así que simplemente se acepta y ya está.

-¿Te gustaría afrontar algún nuevo formato televisivo?

-¡Sí, claro! Al final es seguir sumando proyectos, experiencias y una vez más, siempre que sea algo acorde a como soy yo y disfrute con ello... Bienvenido sea.

-De hecho, llegaste a dar las campanadas en Cantabria, junto a tu mujer… Algo que hubiera sido impensable para ti…

-Fue toda una experiencia y un broche de oro para cerrar el año. Nos hubiera gustado poder estar en la plaza del Ayuntamiento de Torrelavega, como se hace otros años, pero las circunstancias no lo permitían y debe primar la responsabilidad, pero aún así nos encantó poder compartir ese final e incio de año con toda la gente de Cantabria.

-Sigues con la excedencia de la Guardia Civil, pero ahora preparas a futuras generaciones. ¿Cómo te sientes como maestro?

-Muy contento, es algo que me permite seguir vinculado con la Guardia Civil, y a la par, es muy gratificante contribuir a que la gente logre sus objetivos. Además, son gente muy comprometida y yo muy feliz de poder colaborar en ello.

-Físicamente vemos que te has recuperado en tiempo récord. ¿Estás como deseabas tras volver o te queda trabajo?

-Bueno, no sé si en tiempo récord, pero aunque es verdad que me costó volver a seguir el camino, ya que cuando decidí volver a cuidarme, cada poco tenía «recaídas», era como si mi cabeza no me permitiese alejarme de toda la comida que tenía que evitar para lograr volver a mi objetivo, provocado por todos los meses de carencia alimenticia sufridos en la isla, cuando me he puesto, he sido inflexible en mi compromiso, y sí, he logrado recuperar el cuerpo que me gusta tener, pero sobre todo, además de una cuestión de salud, es por ser ejemplo de mis hijos, de que todo en la vida requiere de un esfuerzo, y de que el cuerpo hay que cuidarlo, ya que realmente es el único sitio en el que vamos a vivir siempre.

-La alimentación habrá sido básica…

-El único y gran secreto, que si bien todo el mundo lo sabe, en proporción, son muy pocos los que lo practican.

-Hace unas semanas te pronunciaste sobre el ayuno intermitente que haces, pero recomiendas el seguimiento médico…

-Siempre recomiendo el ponerse en manos de un profesional. Ahora existe la tendencia a «copiar» lo que se muestra en redes sociales, y eso es un completo error, cada cuerpo es diferente así como las necesidades de cada uno, y si bien el ayuno intermitente, para mí, es muy recomendable, simplemente es una herramienta más en el gran abanico que abarca la salud y el bienestar.

-¿Entiendes la polémica que hay al respecto?

-Por supuesto, primero por la gran desinformación que hay sobre ello, en el que como decía quienes están a favor lo ensalzan como la verdad absoluta, y quienes están en contra lo demonizan, así que quien quiera iniciarse, o no, en ello, se encuentra en que tiene que elegir un bando, cuando como digo, es una herramienta más, en la que cada día nos encontramos más beneficios al practicarlo, pero que ni mucho menos, sirve para todo el mundo.

-Con tus compañeros guardas buena relación, hace poco fuisteis anfitriones en Cantabria de Rocío Flores y Albert Barranco, ¿cómo recuerdas esos días?

-Fue un fin de semana increíble con unos amigos que llevo en el corazón, y a pesar de la lluvia, lo pasamos en grande disfrutando de las actividades, la gastronomía y del espectáculo visual que es Cantabria, y ellos, deseando volver.

-Aunque os habéis escapado muchas veces a Santander y Cantabria…

-En verdad siempre lo hemos hecho, tanto a Alicia como a mí, nos encanta pasar tiempo de ocio en Cantabria, y ahora que la situación actual no lo permite, lo echamos mucho en falta. Así que ahora nuestras visitas son en ocasiones muy contadas.

-Incluso ya te cortas el pelo aquí…

-He encontrado a un artista como es Ibán Barcenilla en su 'Le Petit Chesan' y ¡estoy encantado de ponerme en sus manos!

-¿Cuáles son las reacciones de la gente cuando te ve?

-¡Súper amables! No podría estar más contento cuando la gente me saluda, y en muchas ocasiones no es cuestión de un saludo o una fotografía, son las palabras que me dicen y el sentimiento con el que me lo dicen expresándome lo que les hice sentir estando en la isla, y eso, es lo que de verdad me hace sentirme ser un ganador.

-Personalmente, ¿cómo estás gestionando la 'nueva' normalidad de la pandemia?

-Creo que como todos, deseando volver a recuperar eso que antes no valorábamos y que ahora nos hace darnos cuenta de lo afortunados que siempre fuimos. Recuperar esa calidez de un abrazo al saludar, estrechar una mano o besar.

-Tienes unos horarios espartanos, ¿cómo aplicas la organización para maximizar tu día?

-Así, teniendo esos horarios espartanos, el madrugar y oír el silencio ayuda mucho más a planificar y organizar el día que cuando la casa está llena de gritos por los niños (risas).

-Sin duda, el tándem que haces con Alicia es fundamental…

-Sí, somos un equipo y necesitamos estar compenetrados para poder tener cada uno tiempo para sus trabajos, tiempo para estar en familia y tiempo para estar juntos, de ahí el tener que madrugar todos los días.

-¿Cómo vives las presentaciones de sus libros?

-Deseando que pueda volver a hacerlas, era apasionante ver cómo la gente se involucraba, se emocionaba y cómo vivía el momento, se le llamaba presentación, pero en realidad era un evento en toda regla.

-¿Te animarías a escribir tú uno contando la experiencia como 'robinson'?

-Con ver los recuerdos que me traje de la isla de momento tengo suficiente.

-Y la moda, ¿sigues con idea de hacer trabajos o la tienes más aparcada?

-El problema es que por la pandemia está todo realmente parado. Me gustaría hacer más cosas desde luego, pero es un momento complicado, aunque tengo varias cosas esperando a poder hacerlas.

-Alguna sesión fotográfica no has perdonado en la 'tierruca', con Yulia Ignatova como cómplice…

-Es que Cantabria tiene localizaciones perfectas, y grandes fotógrafos como Yulia Ignatobvia, mis amigos de Okland, etcétera…

-Has cumplido muchos sueños y metas, pero… ¿qué te queda por lograr?

-¡Muchas aún! Hay que seguir abriendo puertas y construyendo el camino, es muy importante nunca conformarse y continuar trabajando en ello.

-¿Cómo avanza vuestra asociación benéfica con la que enviáis fondos a África?

-Muy bien, pero nuestro objetivo a largo plazo es ambicioso. Queremos pasar de enviar dinero a construir algo allí que les permita ser autosuficientes. Es como el dicho de «dar la pesca o enseñar a pescar».

-Eres muy activo en redes sociales, ¿has podido devolver al 'Team Jorge' todo el cariño que recibiste?

-No sé si todo, pero desde luego que cuando volví de Honduras, me vi con parte de ellos antes que con mis padres, así que como digo, por lo menos lo intento, se portaron muy bien conmigo y, por supuesto, siempre les estaré agradecido.

-La gente coincide en señalar que la fama no te ha cambiado. ¿Tú qué cambiarías de ella?

-No podría cambiar nada, al final pasas a ser una persona conocida y estás expuesto a lo que la gente opine de ti, pero realmente tampoco es nada nuevo, creo que a todo el mundo le pasa, sólo que a mí ahora es en mayor escala. Estoy muy agradecido de todo el cariño que me encuentro, tanto por la gente en la calle como en las redes sociales, y claro que sí, siempre hay alguien al que no le gustas o critica lo que haces, sobre todo en redes sociales, que da ese especie de «confianza» para atreverse a decir cosas a través de una pantalla, pero, por suerte, son los muy pocos y son las normas del juego, con apartarlos y alejarlos de ti es suficiente.