Juan José Fernández: «La compañía de un perro siempre merece la pena»
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El director de Mercasantander, el economista Juan José Fernández, convive con un cairn terrier que un buen día para todos -para él, para su mujer, para sus chicos y para el animal- apareció en el jardín de casa pisando la honda huella que había ... dejado su predecesor. Para saber cómo llegó allí tendría que preguntar a su hija. O invocar la máxima de Wilde: «Ten cuidado con lo que deseas, porque se puede convertir en realidad».
-¿Quién es Millo?
-Un miembro más de mi familia, el más joven, que, como tal, tiene su propio sitio en el sofá. Algunas veces he llegado a pensar que manda más que yo, aunque por encima de los dos siempre está mi mujer, Elena.
-Usted ya había tenido animales, ¿verdad?
-Boncho, un 'westie' que aunque parezca difícil de entender nos ayudó mucho en algunas etapas difíciles de nuestra vida. Ese perro siempre tenía un detalle, un gesto, con el que nos robaba una sonrisa.
-Por cómo lo dice se percibe un cierto dolor.
-Es que, aunque algunas personas no lo entendían así, a nosotros se nos había ido un verdadero amigo.
(Barcelona, 1961) es economista. Director de Mercasantander, donde se ubican los mercados centrales de abastecimiento de productos frescos de Santander, fue consejero de Presidencia y de Economía y Hacienda en el Gobierno de Martínez Sieso.
Animal:
Perro.
-¿Cómo explicar esto a quien no concibe que la pérdida de un animal pueda requerir de un proceso de duelo?
-Pues eso depende de a quién se lo tenga uno que explicar. Si tiene o ha tenido un perro, no creo que le cueste entender lo que se siente.
-Millo (maíz), Boncho (fiesta)... ¿Tiene un diccionario canario?
-El 'diccionario' es mi mujer. Trabajó en las islas y es su manera de recordarlas.
-¿Usted diría que una vida sin perro es un error?
-No sé si tanto como un error. Lo que sí sé es que si uno pone en una balanza las responsabilidades que conlleva tenerlo y los sentimientos que aporta, la compañía de un perro siempre merece la pena. Al menos en mi caso.
-¿Aunque la vida del perro sea demasiado corta?
-Aunque la vida del perro sea demasiado corta.
-Imagínese que Millo se ha perdido en Mercasantander. ¿Cuál sería el primer lugar en el que buscaría?
-Pues supongo que en alguna de las salas de despiece cárnico, aunque Millo prefiere un bocarte a un trozo de chorizo... Donde no le iba a encontrar seguro es en el pabellón de frutas y hortalizas.
-Si los perros pudieran entrar en el Congreso de los Diputados, ¿dejarían de ser el mejor amigo del hombre?
-Los perros descubren enseguida el fondo de las personas. Tienen un sexto sentido para eso. Si pudieran entrar en el Congreso... Pues, en realidad, no sé muy bien qué pensarían. Desde luego que, en este actual, a algunos (y a algunas) les vendría muy bien un pequeño mordisco en alguna parte blanda para que despierten.
-¿Solo a algunos?
-Sí, solo a algunos. En el Congreso hay muy buenos profesionales que hacen magníficamente su trabajo.
-¿Quién cree que se ha cruzado en su vida con más PPP (políticos potencialmente peligrosos), Millo en estos tres últimos años o Boncho en los quince anteriores?
-Boncho convivió con un político una buena parte de su vida. En cambio, Millo vive con alguien que ya no lo es.
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