Jesús Cotera: «Día ha dado un vuelco a mi vida personal y laboral»

-¿Quién es Día?

-Es una perra policía con un gran olfato y un gran instinto que, para mi suerte, también es mi animal de compañía, una perra cariñosa y juguetona a la que le encanta divertirse con la pelota, las caricias y tumbarse al sol.

-¿Cómo se conocieron?

-A principios del año pasado acudí a Madrid para hacer un curso de guía canino de la Policía Nacional y, como al resto, me asignaron un perro. Día. Pasamos juntos el confinamiento y en ese tiempo forjamos un fuerte vínculo.

-Usted suspiraba por incorporarse a esa unidad.

-Sí. Hace un trabajo distinto y muy enriquecedor.

-Y por volver a casa.

-También, porque había estado destinado en varias ciudades pero nunca aquí.

-Y por tener un animal de compañía.

-Un perro, sí.

-Día le ha dado todo eso.

-Ha dado un vuelco a mi vida personal y laboral.

-¿Qué cree que aporta a su vida familiar?

-Para nosotros es un miembro más, en mi caso concreto con el que más tiempo paso, y el ojito derecho de mis hijos y de mi mujer.

-¿Y a su vida profesional?

-Bueno, somos un binomio. Pasamos juntos toda la jornada laboral.

-Ya. Y sin discutir, oiga.

-Nunca. Y menos ella conmigo. Aunque tengo que reconocer que alguna vez, si algo no sale lo bien que nos gustaría, sí que la echo una 'miradita' que entiende perfectamente. Estamos muy conectados.

-¿Cuáles son sus habilidades?

-Es una perra detectora de droga (cocaína, heroína, marihuana y hachís), armas de fuego y billetes de curso legal.

-¿Y distingue cuando trabaja y cuando no?

-Sí. Cuando vamos a trabajar tenemos una rutina de partida con la que ella entiende que vamos a iniciar una búsqueda. Y, del otro modo, cuando no estamos trabajando, Día se comporta como un perro normal. Muy educado, pero absolutamente normal.

-Vamos, que no es que esté usted sentado en el sofá y se le presente la perra con un billete de 20 euros que ha sacado del bolso de su mujer.

-Jajaja, no. Eso es lo que piensa todo el mundo, pero no. No encuentra dinero sistemáticamente.

-Alguna manía tendrá.

-Pues mire, últimamente nos hemos dado cuenta de que, cuando tiene la oportunidad, va a la habitación de mi hija, le quita los peluches y se los lleva a su cama.

-¿No será que la niña guarda la paga dentro?

-Pues no lo había pensado. Pero si sirve para disculparla... Es una perrita encantadora.

-¿Así quiere que se la vea?

-Mi objetivo es que se vea a Día como una herramienta eficaz contra el crimen organizado, pero también como lo que es; una perrita alegre y juguetona que despierte simpatía en quienes la conozcan.