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Carla se lanzó a besar a Diego.

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Carla se lanzó a besar a Diego. MEDIASET

Diego se besa con una 'tentadora', pero reconoce que «el enamoramiento no se pasa de un día para otro»

CANTABRIA EN TV ·

El cántabro mostró sentimientos encontrados al ver imágenes de su pareja, pero no perdió el tiempo y se besó con Carla Castillo

Sergio Sainz

Santander

Viernes, 12 de febrero 2021

Ni una telenovela turca alarga tanto las tramas como 'La Isla de las Tentaciones'. El cuarto programa prometía emociones fuertes (y las hubo), pero tampoco resolvió del todo los conflictos e infidelidades de los concursantes. El cántabro Diego Pérez Asón parecía mantener la calma, pero tras pasar por la 'hoguera' algo cambió en él sin remedio. Tras unos primeros minutos repasando los últimos 'deslices' conocidos, la belleza de República Dominicana fue protagonista en las citas de ambas villas. Comenzaron los chicos visitando playa Cosón. Un brindis dio paso a un chapuzón en las aguas cristalinas, con juegos cómplices. «El baño ha sido brutal, nos lo hemos pasado genial. Me estoy dejando llevar, en ese camino está el conocer a Carla y disfrutar con ella», aseguraba Diego.

El abogado explicaba a la rubísima el motivo de su elección, «te he dado la cita a ti porque me gustas físicamente y luego lo que he hablado contigo me he sorprendido. Pensé que ibas de otro rollo». Ante las cámaras se confesaba sin rodeos, «es espectacular, muy explosiva, entra en mi prototipo de chica top». El coqueteo entre ambos fue notorio, «no me apartes la mirada», decía Carla. «Me pones nervioso», explicaba él. «Yo también, pero estoy aguantando», argumentaba la joven. «Me mira y es como que me quedo sin palabras. Siento un 'feeling' que no lo he sentido con ningún chico. ¡Me encanta!», declaraba ella. «¿Te intimido?», preguntaba la 'influencer'. «Me pones tenso, nervioso, pero eso es bueno», respondía el cántabro. Ambos coincidían en esa atracción mutua, es más el deportista fue del todo explícito. «Entre Carla y yo hay una tensión sexual muy fuerte, no sé en qué acabará esto… Es una chica que me gusta bastante, la verdad», comentó. Su discurso de 'ligoteo' no se acabó ahí, «el destino te ha traído para conocerme a mí nada más», concluyó con un sentido abrazo.

Galería. Más imágenes del cántabro en el programa.

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Galería. Más imágenes del cántabro en el programa. MEDIASET

No muy lejos, las chicas se trasladaban a playa Valerio y también brindaron, esta vez con piña colada. «No te quiero mirar triste», decía Simone Coppola a Lola Mencía, pareja de Diego, en su cita. «Ni yo quiero estar mal», respondía ella. El italiano aseguró que «entiendo que Lola cuando hace algo conmigo después lo piensa porque está aquí con su pareja, es normal». Ella, siempre elocuente, narraba sus sensaciones. «Cuando estoy con Simone me pasa una cosa muy rara. Es que me dejo llevar, en ese momento se me olvida todo y sólo quiero estar con él», dijo. Su 'tentador' parece tener un objetivo claro, «¡quiero tu felicidad!». Palabras que impactaron a la leonesa, «necesito un poco menos de intensidad, porque me voy a volver loca. Quiero poner un poco de control en la situación y necesito mi espacio, pensar en mis cosas…».

Noches 'alarmantes'

Pasados los encuentros de concursantes y tentadores, la noche dio pie a una fiesta. Música, alcohol, juegos y confidencias. Carla fue directa en modo entrevistadora con Diego. «Si Lola no la hubiera liado, ¿te hubieras sentido atraído por una chica?». «Hombre, claramente, sí», respondía él. «¿Tú te lo esperabas que Lola?», y sin poder formular la pregunta el santanderino dictó sentencia. «Yo te juro por Dios que no», aseguró. «¿Estabais súper bien?», interrogaba la oxigenada. «Lleva medio año pidiéndome que la haga madre. Dijimos la prueba definitiva, vamos allí, si salimos fuertes…», contestó Diego refiriéndose al programa. «No entiendo cómo te podía estar pidiendo eso... No le digo a un chico que quiero ser mamá si no estoy cien por cien segura que lo quiero conmigo», reflexionaba la catalana. Su determinación parece que gustó a Diego. «Carla es una chica con la que podrían pasar muchas cosas. Si se me acerca después de lo que he visto en la 'hoguera' voy a abrirme más a ella», anticipaba.

Momento confesiones de Diego y Carla. MEDIASET

En la casa de las chicas la complicidad iba a más. Lola y Simone jugaban a aguantar el hielo en sus bocas y sellar sus labios. «No me importan los juegos picantes, porque sé que me van a poner a Simone y me apetece. Es un juego, no pasa nada, hay que divertirse», defendía la auxiliar de veterinaria. Una diversión que hacía sonar la alarma en la otra villa. No pareció impactar demasiado. De hecho, Diego y Carla se hicieron en un aparte en la zona de la piscina. «No me mires así. Me da vergüenza», decía esta vez la modelo. «¿Te pones nerviosa o qué?», preguntaba el cántabro. «Siento una atracción física enorme y hay mucha tensión sexual no resuelta», declaraba ante las cámaras. Entonces fue ella quien tomó la iniciativa, se lanzó a él y se fundieron en un beso. Alarma mediante. Lo curioso es que su pareja Lola al oírla decía, «¿de qué te sirve rayarte?», desconociendo que era Diego el protagonista. Más tarde se dio la vuelta a la sonora muestra de deslealtad. «Se ha vuelto a iluminar 'la luz de la tentación' y me ha dado un poco igual. Si ha sido Lola, que se lo pase bien y disfrute… Que pase lo que tenga que pasar», afirmaba Diego. Él avanzaba por su parte y con su conquista. «Con Carla estoy muy a gusto y me apetece seguir conociéndola».

El ritual previo a la segunda 'hoguera' mostraba el cuerpo tatuado del santanderino, quien se mostraba «nervioso. Lo que espero ver de Lola es que está arrepentida de su comportamiento, pero creo que voy a ver cosas que me van a seguir doliendo». En el coche, junto a sus compañeros, se anticipaba a lo que pudiera pasar. «Quiero confiar que veré tonteos, pero no cosas más fuertes», aseguraba. A Sandra Barneda le confesaba que estaba «menos nervioso» que la primera vez. «Sí que venía con esa cosa de cómo estará actuando, pero como vi lo que vi… Intuyo lo que voy a ver», vaticinaba.

«Viendo lo que fue la primera 'hoguera', lo fuerte que fue todo… Me esperaba que no fuera a cambiar su actitud»

DIEGO

En las imágenes se enfrentó a una Lola muy hundida. «Hoy me he levantado pensando en Diego y estoy agobiada. ¿Qué estará pensando? No me lo quito de la cabeza. Sí que es verdad que no me gustaba la rutina, pero pienso en cómo he estado con él y estaba bien. Es verdad que no me da un beso, pero cuando me lo da es porque lo siente. Es que yo sólo de imaginarme su cara viéndome… Yo necesito hablar con él», decía rompiendo a llorar. «Quería ver esto, pero viendo lo que fue la primera 'hoguera', lo fuerte que fue todo… Me esperaba que no fuera a cambiar su actitud», respondía. No ocultó su pesar, «me siento mal, sí y no… Ella ha hecho cosas que han estado mal. Me ha empujado a mí a decir que mi novia no quiere estar conmigo». Al escuchar a su chica, el cántabro se culpaba por su comportamiento, pero tenía claro que «ella provocó que yo hiciese eso».

El cántabro en la segunda 'hoguera' de las tentaciones. MEDIASET

Había más imágenes de Lola y Simone, más acaramelados, esta vez. Algo que descolocó a Diego. «Es que esto es un chiste, ya. No vale de nada llorar y arrepentirte y luego mostrar otra actitud», dijo. «¿Qué has sentido al ver estas imágenes?», preguntaba Barneda. «Siento que no reconozco a Lola. De ella siempre destacaba sus virtudes, veía que era una persona que podía confiar en ella plenamente, que me respetaba, que yo era único para ella… Ahora veo que es un poco falsa», explicaba. No entendía tanta confusión, «llora y dice qué pensaré yo… ¡Es de locos!».

«Siento que no reconozco a Lola. De ella siempre destacaba sus virtudes… Ahora veo que es un poco falsa»

DIEGO

Fue ver el momento hielo de Lola y el italiano, «no sé si era un beso…», y endurecer sus declaraciones. «Me alegra ver estas imágenes porque, sinceramente, con las primeras que me habéis puesto se me ha partido el corazón. Con las que han venido después se me ha vuelto a arreglar», comentó. «¿Te sientes engañado?», remataba la presentadora. «Sí, quizá ahora estoy conociendo a la Lola de verdad», respondía. «No hay más imágenes para ti…». Suspiró. «Menos mal», dijo. «Me encuentro decepcionado, me siento engañado, me duele… Es una chica que he estado enamorado de ella, y estoy, no se pasa de un día para otro», zanjó.

Diego, junto a sus compañeros, viendo las imágenes. MEDIASET

En el turno de las chicas, Lola, se temía lo peor. «Voy a ver cosas que no me van a gustar, sé que Diego actúa con venganza, rencor y orgullo y es lo que me voy a esperar». De hecho, comentaba a Sandra Barneda «estoy segurísima que la luz la ha hecho sonar Diego». La joven leonesa tuvo que aguantar las 'hogueras' y vaivenes amorosos de sus compañeras. Cuando llegó su turno, al final, no se encontraba bien. «Tengo mucho miedo. Por una parte, siento que me lo puedo hasta merecer… Yo me he dejado llevar. He hecho lo que yo he sentido y querido. He puesto freno, también. He pensado, incluso, si pudiera hablar con él, arreglarlo…», aseguraba.

«Tengo mucho miedo. Por una parte, siento que me lo puedo hasta merecer… Yo me he dejado llevar»

LOLA

«Me tengo que tranquilizar», decía a medio camino de un ataque de ansiedad, «ponme las imágenes antes de seguir hablando…», pedía a la anfitriona. Y fin, avance y algún detalle jugoso que veremos el próximo jueves en Telecinco. Como Lola, desesperada, «es que yo no le he dejado de querer, Sandra», se explica. Poco después, ya en la casa, cuenta a sus compañeras, «he estado con Simone en la piscina, no me apetecía estar con él. No me imagino otra boca que no sea la de Diego», afirmaba. Y parece que discutirá con el italiano en su nueva cita, levantándose y dejándole tirado.

Lola, en pleno ataque de ansiedad, antes de ver sus vídeos. MEDIASET

La isla no defraudó con la suma de nuevos besos, dudas y confesiones de ida y vuelta. O la novedad de los collares de veto a los tentadores, que ambos grupos decidirán para eliminar a los más avanzados. En la promoción también Sandra Barneda anticipa a los concursantes que uno de ellos tendrá 10 minutos para ver lo que está haciendo su pareja en la otra villa. Gran privilegio o susto por infidelidad. ¿Quién sabe?

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