'Pelea' en redes de Diego y Lola por su perro Horus tras 'La Isla de las Tentaciones'

Una familia de tres: Diego Pérez Asón, Lola Mencía y Horus está en el aire. Al menos para los espectadores de 'La Isla de las Tentaciones', que han visto cómo la pareja está al borde de la infidelidad mutua. Lo curioso fue que ella, en sus acercamientos al italiano Simone Coppola sufría pensando en qué pasaría con su querido rottweiler. «Si Diego rompe conmigo… Hombres hay muchos, pero ¿y mi perro?», se preguntaba la joven llorando a moco tendido. El cántabro lo resolvió rápido en su primera 'hoguera', al ver las imágenes de su chica tonteando con su 'tentador'. En cuanto al perro «está a mi nombre, que ahora se lía con el chaval este, el perro es mío y se queda conmigo», zanjó. Es más llegó a decir que «hace bien en llorar por el perro, como haya un beso, que se olvide», anadía.

No era la primera vez que Horus, un regalo de Lola a Diego por su cumpleaños, era motivo de disputa, incluso, de reconciliación entre ambos. El tan comentado videoclip en el que James Lover acabó metiéndose en el papel y besando a dos de sus compañeros provocó su gran ruptura. Entonces la auxiliar de veterinaria volvía con el 'latin-lover' con un motivo claro, «lo perdoné por mi perrín», explicó a sus compañeras.

Lo curioso es que ahora la 'guerra' se ha trasladado a Instagram. Ambos han abierto una cuenta a su perro, pero el santanderino gana por goleada en cuanto a 'followers'. Diego ha creado @horus.real, con más de 122.000 fans en apenas unos días. «Aún soy un cachorrito, pero me voy haciendo un hombre», dice la descripción. Así como indica que el perfil está supervisado por «mi papá @james__lover». Cuatro publicaciones son suficientes para que ya haya conseguido ser una mascota de lo más viral. Fotos de bebé, «¿a que tengo cara de que no he roto un plato?», escribe, junto a un posado juntos, así como un vídeo que muestra su complicidad. «Diego me tiene muy bien entrenado para saltar cualquier obstáculo», asegura dando el cántabro voz al perro, al que llama «mi campeón».

Marta de Lola Mencía, popularmente conocida como Lola, no quiso quedarse atrás y creó un Instagram a su querido rottweiler (@horusdelola). Indica que nació el 18 de noviembre de 2018 y deja bien claro que «me catalogan como 'perro potencialmente peligroso' (PPP), pero yo prefiero definirme como «perro potencialmente amoroso (PPA)» . Es más, incluye un enlace a Change.org con una petición de Abolición de la 'Ley PPP'. Curiosamente, coincide en sumar cuatro publicaciones, pero hay un abismo de seguidores, con 9.211 en total. También la leonesa da voz a la mascota quien se presenta «hijo de de @martadelola». Su deseo es que «se quite de golpe la mala imagen que tenemos la raza rottweiler. Os enseñaré́ lo fieles, nobles y cariñosos que somos», escribe en ficticio.

La joven da más detalles y cuenta pequeñas historias del día a día de Horus. «Me encanta salir de paseo. A algunos os chocará que no lleve bozal y que vaya suelto. La verdad que me gusta cumplir las normas, cuando voy a cruzar un paso de peatones espero y miro a los dos lados antes de seguir mi paseo. Os prometo que no necesito esos objetos que me privan de mi libertad cuando paseo por el campo, soy muy obediente y me llevo genial con todos mis amigos peludos. ¿Tendrías miedo si me ves por el monte suelto y sin bozal?», pregunta. Y es que parece que tiene muchos amigos con los que disfrutar al aire libre, aunque «con mi balón me conformo», cuenta en otro post.

Desde Cantabria DModa hemos querido saber algo más sobre esta raza, recurriendo a la veterinaria y educadora canina santanderina Begoña López Cámara, al frente de Comunicanis. Lamenta que «a estos perros les han catalogado como potencialmente peligrosos y están estigmatizados, como los pitbull o dóberman. Mucha gente supone que tienen un cartel que pone 'me va a atacar', cuando pueden ser infinitamente más dóciles que el yorkshire o caniche, pero como hacen gracia». Eso sí, indica que «hay que tener en cuenta que alcanzan 50 kilos de peso y tienen una mandíbula potente, pero me da pena que les han metido en una jaula». La experta explica que «un perro es un perro, les tendríamos que tratar a todos de la misma manera» y señala que su comportamiento depende «un 30 por ciento de la raza y su genética, pero hasta un 70 por ciento lo condiciona su familia, entorno y educación».

Insiste en que los «cuidados deben ser los mismos para todos, pero importante que nuestra mascota tenga un entorno amable, responderá con esas conductas». Remarca que «no existen perros peligrosos sino comportamientos que puede ir unidos a una raza u otra». En concreto, un rottweiler «si se cría en un entorno amable y cabal, donde no haya castigos, será encantador y se evitarán los comportamientos agresivos», asegura López Cámara. Lamenta que es común «tratarles ordeno y mando, como en un régimen militar y a los perros no les gusta». En su opinión, «puedes educar con recompensas, no con collares de castigo. Detrás de un comportamiento agresivo, algo no está bien».

Horus comparte piso en León con la pareja, al menos hasta su participación en 'La Isla de las Tentaciones', y aunque pueda parecer lo contrario, «puede vivir infinitamente mejor que en un chalet, no influye». Indica que «tienen que hacer ejercicio, pero también estimulación mental, olfatear... Si está bien estimulado física y mentalmente, no tiene que tener problema». De hecho, ella ve «guapísimo» a Horus y bien cuidado.

Sí que vuelve a surgir el debate de los 'perros potencialmente peligrosos' (PPP), que deben llevar bozal, ir atados con una correa no muy larga y supone que su dueño supere un examen psicológico, incluso presente el certificado de antecedentes penales. Sin olvidar la necesidad de contar con un seguro de responsabilidad civil. «Es triste, pero parte de la sociedad mira raro a estas razas, cuando antiguamente eran empleadas para el pastoreo y demuestran inteligencia y obediencia», explica la veterinaria. Está especializada como educadora canina y su objetivo es «resolver problemas o evitar que aparezcan, situaciones que afectan en convivencia». La santanderina trabaja a domicilio, hasta donde se traslada para «ver qué come el perro, dónde duerme, todo su entorno». Apuesta por una «educación canina amable, trabajar con la mascota su lado racional y emocional, como los humanos».

Lo que está claro es que aún no sabemos cómo acabará la historia de Diego y Lola, ni mucho menos con quién continuará creciendo Horus, pero debemos recordar que un perro no es un juguete ni una arma arrojadiza entre parejas para extorsionar sentimientos.

Desde que comenzara 'La Isla de las Tentaciones' han sido varias las alusiones a Horus y los internautas son veloces con sus memes y comentarios ácidos.