El emotivo reencuentro del reinosano Jorge Pérez con dos de sus hijos en 'Supervivientes'

La complicidad familiar traspasó las pantallas con mensajes de unos y otros, pese a lo extraño de la situación. «No podemos pasar el cristal por el coronavirus», decía Mario. «Lo voy a quitar», respondía el padre. Desde plató Jorge Javier Vázquez insistía en la necesidad de garantizar la distancia. Su imagen preocupaba al también modelo, «¿estoy muy feo?», preguntaba a sus niños. «Me vais a tener que ayudar a afeitarme», añadía.

Sobre su participación en el programa, los pequeños no dudaron en defender su valía. «Has estado muy bien. Mamá siempre cuando te ve dice en silencio, que hay que escuchar a papá», contaba Martina. Incluso le revelaba el gran apoyo de sus compañeros, «toda la Guardia Civil está votándote». El 'robinson' observaba feliz a sus hijos y repetía «¡qué grandes estáis!». A preguntas del presentador confesaba cómo ha vivido la distancia con los suyos. «Ha sido realmente duro. No quería pensarlo, me hubiese hecho venirme abajo», aseguraba. Eso sí, reconocía que «en la última parte del concurso no podía controlarlo. Ellos son mi vida».

El ansiado abrazo pudo producirse a través de una puerta especial con unos plásticos de lado a lado, a modo de mangas, para que se sintieran con toda la seguridad que implica el Covid-19. «Estoy con muchas ganas de veros a todos. ¡Os quiero!», decía Pérez. Hasta les adelantó que tiene regalos procedentes de la isla para ellos. En plató, Alicia Peña, mujer del cántabro, vivía intensamente el momento. Ya había dejado claro que para sus hijos «el gran ejemplo que está ofreciendo desde la televisión es muy importante. ¡Es un superhéroe!».

La gala sirvió para que el cántabro volviera a sentir el cariño del público, salvándose de la nominación. Era la sexta ocasión que se enfrentaba a la decisión de la audiencia, pero esta vez la victoria fue agridulce al vencer a Albert Barranco. Según sus palabras, «mi hermano, mi ganador».

Aunque la alegría no duró mucho al terminar la noche pues el voto directo de la líder, Ana María Aldón, hizo que estos días se enfrente al uruguayo Hugo Sierra para acceder a la final extendida del 'reality'.

Los 'Supervivientes' viven hasta nuevo aviso en una finca situada a las afueras de Madrid para cumplir con la cuarentena. Atrás quedó Honduras, incluso la tensa llegada a Barajas con el asedio de los periodistas. En la isla, Jorge Pérez se despedía de las vistas e insistía en que había sido «una aventura inolvidable. El crecimiento personal que he experimentado aquí ha sido increíble». Tanto que antes de decir adiós hacía con un grito: «¡Gracias, Supervivientes 2020!».

El cántabro se enfrentó por primera vez al espejo y apenas podía reconocerse como «el nuevo Jorge». Tras perder 17 kilos, «no me puedo creer que sea yo, de verdad», decía. «Lo que más me impresiona es mi cara», aseguraba ante las cámaras mostrando su preocupación por dejar atrás la barba para que le reconociera su familia. Algo que después pudo comprobar no fue ningún problema. El guardia civil valoraba pletórico su paso por el programa, «tengo una gran historia que hay que contar. Todas las marcas y cicatrices son prueba viviente».