Polémico estreno de la cántabra Elisa García en 'La isla de las tentaciones'

Elisa respondía al comentario de supuesta tranquilidad de Mayka, una de las protagonistas en pareja, quien aseguraba «no me preocupa ninguna». «Eso es lo típico que se suele decir», respondía la cántabra. Encendía entonces la mecha de Marta Peñate, exconcursante de 'Gran Hermano', quien se convertiría en su rival. «Tú eres la típica enterada que te metes, ¿verdad? En todo grupo tiene que haber un chihuahua», decía señalando a la joven modelo. Las alusiones a la raza canina se convirtieron en una constante en el programa, incluso ambas bromeaban con ello en redes sociales –a modo 'dardos' envenenados– subiendo fotografías con posados y respectivos chihuahuas.

Peñate fue la gran protagonista de la emisión por su intensidad, aunque en Twitter se hablaba más de sobreactuación. «Aparte de ladrar, ser muy pesada, le falta mucho para ser señora. Educación, elegancia, saber estar…», decía atacando a la cántabra. Argumentaba que «de entrada una mujer que viene a quitarle el novio a otra mujer, me demuestra los escasos valores que tiene». La respuesta de Elisa era contundente, «mi amor, pero tú has venido para eso. ¿Sabes dónde te has metido? ¿Alguien te ha informado bien?». El rifirrafe mutuo se convertía en salseo catódico con un icónico gesto de «ciao» de la tentadora.

«¡Qué ridícula! Me ha caído gorda desde un principio. Por su postura, forma de ser, chulería, altivez», decía la canaria. Y lo remataba dando una 'orden' a su chico, Lester, «a esa no le pongas el collar, por espabilada». Barneda intentó reconducir la tensión, en un papel más bien frío que hizo añorar la presencia de Mónica Naranjo como maestra de ceremonias. Recordó a las parejas expuestas que la tentación tenía nombres propios, «seleccionados expresamente porque encajan con vosotros. Hay una alta compatibilidad y todos vienen con un objetivo: enamorarse».

Elisa fue la segunda tentadora en presentarse y lo hizo de forma ardiente. Explicando su meta de convertirse próximamente en bombero, «nadie se mueve como yo entre las llamas. Porque jugando con el fuego soy la mejor, ¿jugamos?», dijo rotunda. Un golpe de melena, sus curvas y una mirada profunda completaron la puesta en escena. Después de descubrir a sus compañeras y compañeros listos para el pecado, llegó la ceremonia de entrega de collares que serviría para que el grupo de tentadores 'marcara' a su favorito entre los concursantes. El programa dejó a la cántabra para el final, que tras pasearse dubitativa delante de los cinco chicos llegó ante Lester e impuso su collar. «Eso está feo», decían algunos. «Como supuestamente no tengo nada que hacer, voy a comenzar por conocer a tu novio», espetó a Marta. La que fuera 'gran hermana' se revolvía en el asiento, «me ha parecido provocación. Si la 'chihuahua' es lo que quiere, 'chihuahuemos' un rato», decía a cámara.

«Me las huelo, Sandra, te lo juro. De lejos. Cuando me pongo así es por algo. No quiero tener más discusión contigo», añadía. Elisa no se callaba, «respira hondo», aconsejaba a Peñate. «Lo único que me da miedo de Elisa, más conocida como la chihuahua, es que se pegue mucho a mi novio solamente para querer fastidiarme o porque le gusta, me da exactamente igual», aseguraba. La presentadora preguntó entonces por el malestar y la canaria defendió que habían sacado su «peor versión». «Eso lo haces tú solita», comentaba Elisa. La pelea seguía, «disfruta con mi novio, pásatelo bien, métanse en el jacuzzi, la piscina y a ver qué tal. Ya te lo he dicho todo». Curiosamente la canaria dijo haberse controlado, pero seguía atacando a García. «Los chihuahuas a lo mejor no son más guapos que ella, pero hasta son menos mordedores y ladradores».

Por su parte, Lester vivía incrédulo el momento. Asegura que el collar le cayó «de rebote» por el «mosqueo» de las dos. Eso sí, repetía a su chica que estuviera «tranquila». Al llegar a la casa que compartía con la cántabra, 'Villa Montaña', aseguraba que le había elegido «por pena». Algo que ella negaba. «Sincera soy. He empezado súper fuerte, pero ya veréis que yo no soy así», dijo. Él reiteraba que su impresión es que «quería pelear con Marta no que le gustase yo». Aunque en su opinión no vio «mal rollo» en Elisa y le quiso «dar la oportunidad». Al día siguiente analizaron todos los hechos. «Es que tú entraste muy fuerte», dijo Lester a Elisa. «Tampoco fue para tanto», se defendió ella. «Entraste a la pelea», continuaba él, por mucho que aseguraba que eran «bromas».

«Elisa físicamente me parece una chica guapísima. Un pibón», añadía. Mientras, en la casa de las chicas, 'Villa Playa', Marta despertaba de malas. «chihuahua que me tiene sin dormir», decía. «Tiene 19 años, es una niña, es una cría, por eso actuó como actuó», comentaba su compañera Melyssa. «Tan inteligente que eres y tan lista que eres, ¿cómo puede provocarte tanto?», cuestionaba Melodie. La fijación de la concursante continuaba, «creo que me voy a comprar un chihuahua cuando llegue a Cantabria. Lo necesito, para no olvidarme de ella nunca». En la distancia su novio también aducía problemas de sueño, «he estado con la cabeza runrún. Agradezco eternamente a mis compañeros que me hayan ayudado a desconectar y haber podido pasármelo bien». A ellos les explicaba que Marta es una «chica buenísima, pero tiene un carácter» complicado.

Todos los protagonistas se reencontraban en la playa con Sandra Barneda para otra ceremonia de collares, esta vez a la inversa. Cada miembro de las cinco parejas elegía a su soltero/a con más afinidad. Sirvió para escenificar otra pelea de Marta y Lester, especialmente cuando él sintió «lástima por cómo discutiste con las chicas. Ellas se disculparon». «¿Perdona? ¿Qué me estás contando? ¿En serio me vas a dejar de loca?», preguntó ella dramática. «Que me digas que aquella mujer –por Elisa– actuó bien, hay que tener narices», decía indignada la canaria. Echó de menos una disculpa hacia ella y le hacía ver «que te están haciendo la cama» por la actitud de las tentadoras. «Hay que ser lerdo», añadía. Sandra daba la oportunidad de hablar a Elisa, quien coincidía con Lester.

«Me quiero ir, no la quiero escuchar», decía entre sollozos Marta Peñate. «Simplemente tampoco creo que actué mal, estaba nerviosa», comentó la cántabra. Su rival la acusaba de «prepotencia, deja de hacer la pelota». «No tengo nada que hablar contigo, me da igual», contestaba la modelo. La tensión crecía por momentos, «¿y tú me dices que esta chica es decente?», preguntaba Marta a Lester. Ella abandonaba el set de grabación, «me piro, eres un falso». Su chico iba tras ella, «no me toques, ¡déjame!». «Confía en mí», repetía el canario, mientras la 'gran hermana' le decía «tú y yo ya no estamos juntos».

Lester hacía todo el tiempo a su diferencia de edad con Elisa. «¿Eres un 'sugar daddy' tú ahora?», cuestionaba Peñate. «No te voy a cambiar por nadie. Me dan igual todas. No es tentación para mí. Es una niña», proseguía. A cámara, muy cabizbajo, reconocía que «esperaba que tuviera su mente fría, pero me equivoco, como siempre». El amago de abandono de la canaria sorprendía a todos, «disfruten», repetía en bucle. Aseguraba amar a Lester, «pero no sé si la relación es sana». El drama fue en aumento con el cruce de palabras. «Quiero demostrar a Marta que la quiero y nos vamos a ir de aquí juntos», sentenciaba él.

Cualquiera hubiera esperado un giro de 'guion' en la telenovela al entregar Lester su collar, pero se ciñó al salseo exponencial. Argumentó la decisión para abrir los ojos a Marta, «a pesar de que está viendo una chica prepotente, la voy a elegir a ella para que se dé cuenta que no es así, se equivoca en ese sentido y que puede confiar en mí». «Tengo plena confianza en ella», añadía, esperando que fuera recíproco. «Elijo a Elisa», decía contundente. Su chica aplaudía irónica, «¡qué bravo, tío, como los toros!». Las explicaciones no convencieron a la canaria, «si sabía que me iba a sentar mal, me hace quedar mal delante de la gente, no entiendo esa necesidad». Su discurso volvía a cuestionar que Lester si hubiera fijado en alguien más joven, «no sabía que era un 'sugar daddy', ni que le gustaban los chihuahuas, sino le hubiera comprado uno».

Entre forzadas lágrimas volvía a plantear el final de la aventura, «¿qué hago corro por la playa y me voy a Canarias nadando?». Incluso dejó caer la opción de 'venganza', «tengo ganas de darte donde más te duele, pero soy una buena mujer y no lo voy a hacer». Dudaba de su continuidad como pareja, «va a tener que remontar demasiado». «Se acabó», le decía en su despedida, «ese daño fue gratuito». «No te creo ya nada. El hombre de mi vida no me hace esto», decía entre sollozos Peñate. Su intensidad dramática no tuvo fin, «¡que se vaya!», pedía al equipo del programa. «Confía en mí», suplicaba Lester. En ese momento aparecía Elisa, «siento interrumpir», decía rompiendo el contexto tenso. Marta lo consideraba «una falta de respeto», cuando ella se había dirigido a la cántabra como un perro. «Yo con barriobajeras no hablo», interpelaba la sobrina de Iván Madrazo.

«¿Tú le has dado una cita a esta chica? Pásatelo bien, Lester», concluía Marta para alejarse llorando. «A ver, relájate», aconsejaba la modelo de Polanco al canario. «Después de 11 años, yo no sé qué va a pasar», decía abatida Peñate. Las tramas prometen más momentos virales en próximas emisiones con juegos en la piscina y declaraciones cruzadas. Las galas de 'La isla de las tentaciones' podrán verse los miércoles y domingos, mientras que los debates se programarán los martes. El amor arde en Mediaset y Elisa García está avivando el fuego.