Cuando el racismo marcaba la educación en Estados Unidos

Hacía unos años que la Corte Suprema de los EE.UU. había declarado la segregación ilegal y en muchos lugares existía una gran oposición, tal era el caso que para que un niño de color pudiese asistir a una escuela de blancos, siempre hablando en términos de la época, debían demostrar que tenían el suficiente nivel académico, para ello se les sometía a unos test y si aprobaban, podían asistir.

Ruby fue una de los seis niños que resultaron aptos y la única que se decidió a asistir a la escuela. En la imagen, aparece escoltada por agentes federales, ya que recibió amenazas de muerte. Pese a todo, la pequeña asistió a clases durante todo un año sola, porque los padres de los otros niños no querían que estuvieran cerca de ella debido al color de su piel.

«Recuerdo que ese día todo el mundo parecía estar muy emocionado. Los vecinos vinieron a casa por la mañana para ayudarme a salir para la escuela. Alguien golpeó a la puerta y, cuando mis padres abrieron, pude ver unos hombres blancos muy altos en trajes, con bandas amarillas en los brazos. «Somos policías federales. Nos ha enviado el presidente de Estados Unidos». Estaban ahí para escoltarme a la escuela. Entré al auto con ellos. No sentí miedo. Llegamos a la escuela y había un montón de personas en la entrada y agentes de policía a caballo y en motocicletas. Todo parecía como un gran evento. Viviendo en Nueva Orleans, pensé que se trataba de las fiestas de Mardi Gras», declaró la pequeña protagonista.

El primer día, una multitud gritando enojada rodeó la escuela. Para el segundo día, todas las familias blancas con niños en la clase de primer grado los habían sacado de la escuela. Por si fuera poco, la maestra de primer grado había optado por renunciar en lugar de «enseñar a un niño negro». Se llamó a otra profesora, Barbara Henry, para que se hiciera cargo de la clase, con lo que no contaba es que esa clase solo tenía a una alumna.

Sin ninguna duda Rudy se convirtió en heroína del movimiento por los derechos civiles, tanto que hasta el artista Norman Rockwell, realizó una pintura icónica que se encuentra en la Casa Blanca.

Cuando Bridges visitó la Casa Blanca el 16 de julio de 2011, el entonces presidente Barack Obama le dijo: «No estaría aquí hoy» sin sus primeras contribuciones al movimiento de derechos civiles. Como muy bien dice la frase del libro El Principito «Todas las personas mayores fueron primero niños. (Pero pocas lo recuerdan)». Como siempre, antes y ahora, los niños nos dan las mejores lecciones de vida. Esta historia seguro que le vendrá bien para contársela a el niño/a que no quiere ir a clase o incluso para nosotros mismos, que muchas veces olvidamos de dónde venimos e incluso a dónde vamos.

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