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Maribel disfrutando del sol y el paisaje del Valle de Cambra. @ABUELAALAULTIMA
Las vacaciones de una abuela cántabra, feliz por desconectar en pandemia

Las vacaciones de una abuela cántabra, feliz por desconectar en pandemia

ABUELA A LA ÚLTIMA ·

Después de parar en Salamanca, Portugal fue su destino, donde disfrutó especialmente de la gastronomía

Maribel Cabo

Torrelavega

Viernes, 24 de septiembre 2021, 15:05

¡Hola, amigos de Cantabria DModa! Sólo han sido cinco días de vacaciones. Después de dos años, de la pandemia y antes de todo. Lo suficiente para desconectar (término moderno para decir que quieres cambiar de aires) y continuar con la rutina, pero con recuerdos nuevos.

¡Cómo ilusiona llenar las maletas! La mía pesaba tres toneladas o más, la de 'el Montes' bastante menos. Prendas de manga corta, larga, midi, largo, corto, ligero, abrigado, cómodo, favorecedor, estilismos para la mañana, la tarde, la noche…

Vestidos, camisetas, pantalones, chaquetas, bañadores, deportivas, sandalias, zapatos, chanclas, bolso de colgar, de mano, anillos, pendientes… Neceser extra grande con productos para el aseo, maquillaje, accesorios para el pelo… un par de sombreros, una gorra…Vamos, ¡lo normal!

Primera parada: Salamanca

Obligada instantánea en.la Plaza Mayor de Salamanca. @ABUELAALAULTIMA

Y con todo eso y más, pusimos rumbo a Salamanca, la tierra de mi abuelo materno. Nos recibió con nubes, tranquila, y en la noche, mágica.

'Selfie' en la plaza de Salamanca, donde de aprecia su belleza. @ABUELAALAULTIMA

Después de comida, paseos y cena en su majestuosa plaza, nos despedimos de la ciudad y nos encaminamos hacia Portugal, pero antes de llegar a nuestro destino, una parada muy importante para mí en el pueblo de mi abuelo Abel, Galindo y Perahuy. Desde aquí partió rumbo al Norte, ya como guardia civil, junto a dos de sus primos, también pertenecientes al Cuerpo.

Maribel junto al cartel del pueblo de su abuelo Abel, de aquí partió como guardia civil al Norte, donde conoció a Filomena (Igollo de Camargo) y se casó. @ABUELAALAULTIMA

Pausa breve para saludar a parientes lejanísimos que aún viven en el pueblo (regentan un mesón-alojamiento-museo construido en los antiguos corrales de ovejas y la casa familiar: El Corralón de Perahuy) y continuamos viaje.

Maribel en el antiguo corral de ovejas, hoy reconvertido en hotel rural y museo, El Corralón de Perahuy, a pocos kilómetros de Salamanca. @ABUELAALAULTIMA

Destino: Portugal

Nos dirigimos al Valle de Cambra, en el interior. Es una zona vitivinícola e industrial, allí viven compañeros de trabajo del Montes. Nos alojamos en un hotel que domina todo el valle, el Quinta Progresso. Allí me siento como en casa, en sus jardines o junto a la piscina se respira paz y encuentro el descanso y la inspiración que necesito. Las vistas son espectaculares y sólo se escucha el sonido de la naturaleza y algún que otro gallo madrugador.

En lo alto del Valle se respira tranquilidad y calma, ideal para escribir. @ABUELAALAULTIMA

En una mezcla de turismo y visitas a viejos y buenos amigos, tenemos la agenda llena. Que si a comer con este, a cenar con el otro, con los demás, al día siguiente; encuentros que celebramos en torno a una mesa, no sé si en vez de volver en coche… volveremos a casa rodando. ¡Qué bien se come en Portugal! Bueno, allí y aquí, y de vacaciones se rompen todas las reglas

La gastronomía, una pasión compartida. @ABUELAALAULTIMA

Tenemos la suerte de contar con amigos que te acogen con los brazos abiertos, te abren su casa y su corazón, y así es fácil quererles aún más y sentirles cerca aunque estén lejos la mayor parte del año.

Siempre hay ocasión para lucir mis mejores looks de verano. @ABUELAALAULTIMA

Hemos vuelto llenos de anécdotas, carcajadas y cariño. Y al llegar… el otoño se ha presentado en todas sus formas: temperaturas más bajas, algo de lluvia, días con menos luz…

También ha habido tiempo para disfrutar de la naturaleza. @ABUELAALAULTIMA

Adiós a los vestidos fresquitos, a los pies casi descalzos, a los baños en el mar (se puede, solo hay que atreverse), a las noches de terraza sin mirar el reloj… El tiempo no se detiene y retomamos el ritmo frenético de la rutina diaria. Aún quedan días de sol, pero, inevitablemente, el otoño ha llegado como cada año, desnudando los árboles y alfombrando los suelos con hojas secas de mil colores. Seguimos sumando vivencias, seguimos con la vida…

Al llegar a casa, el otoño nos ha recibido. @ABUELAALAULTIMA

«Aprende del árbol en Otoño: deja caer tus penas y reafirma proyectos en tu corazón», Edgardo G. Aquino.

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