Estela Gutiérrez: «A veces me escapo del trabajo para darles un achuchón»

-¿Quién es Uma?

-Una gatita que recogí en el verano de 2020 en una protectora de animales de Cantabria. Entonces era diminuta y estaba muy asustada.

-¿Y quién es Simón?

-Un 'juguetín' que apareció el año pasado debajo de unas hortensias en casa de mis cuñados, también en Cantabria. Fue amor a primera vista.

-¿No es bueno que el gato esté solo?

-¡No! Por eso no me lo pensé. Me pareció que Uma iba a estar mucho mejor con Simón. También le digo que mis gatos pasan muy poco tiempo solos. Y cuando viajamos nos acompañan siempre.

-Cualquiera diría que usted entraba en pánico cuando veía un gato, oiga.

-No es que entrara en pánico, pero me ponían muy nerviosa. Cuando iba a casas de amigos que tenían gatos tenían que encerrarlos.

-¿Cómo superó sus miedos?

-Porque un hijo está por encima de todo.

-¿Un hijo?

-Mi hija Gloria soñaba con poder tener un perro o un gato. En una ciudad como Madrid tener un perro es complicado. La mejor opción es un gato, así que me dije: «pues lo voy a adoptar y una vez esté en casa nos vamos a querer».

-¿Y así fue?

-Y así fue.

-¿Han cambiado Uma y Simón su percepción de los gatos?

-Totalmente. He aceptado que no conocía bien a los gatos; no sabía que pudieran ser tan dependientes y se dieran tanto a nosotros.

-¿Qué ingrediente faltaría a su vida si no estuvieran ellos?

-¿Ahora mismo? ¡Muchísimos! Me encanta llegar a casa y ver cómo me esperan en la puerta, leer mientras los acaricio, echarnos una siesta juntos... A veces hasta me escapo del trabajo para darles un achuchón porque me invaden unas ganas tremendas de hacerlo. No lo puedo remediar.

-Se dicede usted que con solo oler el hojaldre sabe cuánto tiempo le falta.

-Bueno...

-¿Está desarrollando el olfato de sus gatos o qué?

-Jajaja. En el mundo de lo dulce y lo salado es imprescindible olisquear fino.

-¿Sabía que los gatos no son capaces de detectar el sabor dulce en los alimentos?

-Pues yo a los míos les doy chocolate a escondidas y no vea cómo se relamen.

-Igual les hubiera gustado más que fuera usted cofrade de la anchoa.

-Quiero pensar que para ellos estoy muy por encima de un milhojas o un bocarte.

-Mire que irse a vivir a casa de la 'reina' del hojaldre...

-¡Están encantados de vivir con una pastelera!

-¿O acaso esa ya no es su casa sino la de ellos?

-Yo aquí soy una simple inquilina con la que a ellos les gusta compartir.