Irene San Juan es técnico del área de Empleo en Cruz Roja. Desde enero, su trabajo se centra en ayudar a mujeres víctimas de la violencia de género a insertarse en el mercado laboral, a través del programa de la Fundación 'La Caixa' Incorpora. Es una tarea que va más allá de la formación. Se les acompaña y apoya para que se sientan más confiadas en sí mismas en su camino hacia un trabajo estable.
-¿A quienes dirigen ustedes el programa Incorpora?
-El Programa Incorpora en Cantabria está integrado por diversas entidades sociales. En el caso de Cruz Roja, el programa va dirigido a mujeres en situación de vulnerabilidad, dando prioridad a mujeres víctimas de violencia de género. El Programa intenta, además, sensibilizar y atender a las necesidades del tejido empresarial de la región. Las entidades trabajamos en red y compartimos un espacio común. Junto con Cruz Roja, están la Asociación Cantabria Acoge, que además lleva la coordinación del programa, Amica, la Asociación Inserta Innovación, la Asociación Cántabra de Lucha contra el Paro (Talleres Brumas), la Fundación Secretariado Gitano y la Asociación Evangélica Nueva Vida. Quien esté interesado, puede consultar toda la información en www.incorpora.org.
-¿Cómo llegan hasta ustedes y cuántas han pasado ya por el programa?
-Muchas veces son mujeres que ya han pasado por proyectos de formación y empleo, pero que actualmente se encuentran desempleadas y retornan a Cruz Roja en busca de apoyo. También vienen por propia iniciativa, porque alguien les habla del servicio que prestamos. Por otro lado, intentamos establecer contactos con entidades o servicios que atienden a mujeres que responden a este perfil, para que puedan hacer las derivaciones pertinentes. Cruz Roja se ha integrado a la Red Incorpora en enero de este año, por lo que el alcance del programa aún no es muy amplio. Hasta el momento hemos atendido a 40 mujeres en diversas situaciones y grados de vulnerabilidad, pero el objetivo es llegar a las 100 a finales de año.
-¿Qué características tienen estas mujeres?
-La característica principal es que son mujeres víctimas de violencia de género, pero entre las participantes podemos encontrar gran diversidad: mujeres solas con hijo a cargo, migrantes, solicitantes o beneficiarias de protección internacional, jóvenes con experiencia limitada, etc.
-¿Qué itinerarios siguen con ellas en su camino hacia la reinserción laboral
-Los itinerarios son personalizados. En las primeras entrevistas, hacemos una valoración y establecemos las diferentes fases del proceso y las actividades asociadas a cada una de ellas. En función de la situación de partida, el itinerario puede variar de la mera intermediación, al trabajo más intensivo en el desarrollo de competencias: mejora de capacidades personales y sociales, conocimientos y habilidades relacionadas con las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), cualificación profesional, competencias específicas para la búsqueda de empleo (realización de currículum, manejo de recursos, preparación de entrevistas, etc.).
- Imagino que la psicología será importante para infundirlas optimismo y que crean en sí mismas.
-Por supuesto, de hecho tenemos prevista la realización de un taller grupal de empoderamiento. Aunque se trata de algo que se trabaja en el día a día, la metodología grupal suele incrementar los resultados positivos. Por otro lado, la búsqueda de empleo es una actividad que muchas veces conlleva desgaste, ya que los resultados a veces tardan en llegar. Trabajar aspectos como la resiliencia, la autoestima o la actitud proactiva, a veces, es determinante.
- La intermediación o la figura de la inserción laboral es una pieza clave dentro del programa.
-El objetivo es siempre la inserción laboral, cada vez más con criterios de calidad. Por eso, la relación con las empresas es fundamental. Al igual que lo es la colaboración de personas voluntarias en las diferentes fases de nuestros proyectos.
-¿Qué tipo de formación imparten?
-El programa ofrece dos tipos de formaciones, estando el punto formativo a cargo de la Asociación Evangélica Nueva Vida. Por un lado, se programan acciones formativas que conllevan la obtención de una cuantificación profesional. Este año ya se ha desarrollado un curso de operaciones básicas de limpieza y desinfección. Por otro lado, se ofrece a las personas participantes que lo precisen, formación básica en competencia tecnológica, a través de las acciones formativas 'Trabajando en digital'. La obtención de este tipo de competencias es imprescindible, teniendo en cuenta el proceso de digitalización dentro del mercado laboral, que afecta a todos los sectores profesionales.
-Otra pieza fundamental son las empresas colaboradoras. ¿Tienen dificultades para que se sumen al programa?
-Quizá, la mayor dificultad, al menos, es lo que yo percibo, consiste en llegar a las personas responsables, para poder explicar los beneficios del programa.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.