Eva Casanueva (Castillo-Siete Villas, 1994) estudió Psicología, atraída por la atención a las personas presas. Ahora coordina desde la asociación Nueva Vida el Punto de Formación Incorpora, de la Fundación 'la Caixa'. Se siente orgullosa de la competitividad de sus cursos y del alto ... número de incorporaciones al mercado laboral. «Esta gente sólo necesitan que se les dé una oportunidad», afirma.
-¿En qué consiste el Punto de Formación Incorpora (PFI)?
-El PFI está englobado dentro del programa Incorpora de la Fundación 'la Caixa', cuyo objetivo es la inserción laboral de colectivos en riesgo de exclusión social. Impartimos cursos orientados al empleo para que las personas con mayor vulnerabilidad puedan acceder a una formación con prácticas y aumentar las posibilidades de encontrar un trabajo.
-¿Cómo llegan hasta ustedes los usuarios?
-De diferentes maneras, todas ellas vinculadas al riesgo de exclusión social o al riesgo social en sí mismo. En ocasiones, existen exalumnos que han trasmitido su buena experiencia con nosotras a sus conocidos, y eso fomenta que nos llamen personas interesadas en realizar los cursos en el PFI.
-¿Qué perfil tienen los participantes?
-En los cursos encontramos perfiles muy diversos: jóvenes, personas con discapacidad, víctimas de violencia machista, personas provenientes de centros penitenciarios, desempleados de larga duración, inmigrantes, personas sin hogar, etc. Llevamos a cabo una selección de participantes en la que valoramos la situación personal de cada uno y, por tanto, su urgencia por entrar en el mercado laboral.
-También trabajan con presos y presas. ¿Qué sistema siguen?
-En la ONG trabajamos con otra rama del programa Incorpora: Reincorpora, que favorece la inserción de personas que provienen del ámbito penitenciario; la metodología empleada consiste en una valoración inicial de la empleabilidad, que realiza el técnico Borja Revuelta, y el diseño de su itinerario de búsqueda de empleo, en el que se puede derivar al PFI para desarrollar una formación, si es precisa. Durante las acciones formativas, se mantiene un seguimiento individualizado de estos participantes por parte de su técnico de Reincorpora, así como de la institución penitenciaria. En muchos casos, estos cursos se convierten en un nexo de unión con el mercado laboral, fomentando la adaptación a nuevas técnicas de búsqueda de empleo y la adquisición de habilidades que favorecen su reinserción en la sociedad.
-Imagino que esta diversidad social hace complejo el diseño de los cursos.
-Al contrario, esta diversidad en los perfiles es lo que hace enriquecedor realizar un curso del Punto de Formación Incorpora. Cuando trabajo habilidades transversales orientadas al empleo me gusta fomentar debates constructivos y el aprendizaje entre los participantes, por lo que aprovecho estas diferencias para promover valores, como el respeto o la tolerancia a la frustración.
-¿Estas personas cómo tienen de fácil o compleja la incorporación al mundo laboral tras esta formación?
-En la actualidad el mercado laboral se caracteriza por la competitividad, lo que se traduce en una mayor necesidad de formación. Estos colectivos, por lo general, han tenido dificultades para formarse o presentan una falta de apoyos o habilidades, a lo que se suma el estigma que la sociedad tiene hacia estas personas. En mis clases siempre hablo de que la búsqueda de empleo es una carrera de fondo, y que quizá ellos parten con desventaja. Pero, tras mi experiencia, puedo decir que su motivación y actitud les hacen llegar a la línea de meta igual que los demás. Simplemente necesitan una oportunidad para poder demostrar su valía.
-¿En qué se diferencian estos cursos del resto de entidades?
-Nuestro objetivo es mejorar el grado de empleabilidad, por lo que desde el programa se le da mucha importancia al trabajo de habilidades transversales, como el autoconocimiento, estilo comunicativo o adaptabilidad. Además, la técnica Cristina Rivera también trabaja las habilidades profesionales del puesto de trabajo al que está orientada la formación y, tras esta fase teórica, ponen en marcha todo lo aprendido en las prácticas en empresas colaboradoras. La meta final es la inserción sociolaboral, y para ello trabajamos como un equipo unido, polivalente y en permanente perfeccionamiento. Además, todos tenemos como principio básico la personalización e individualización, lo cual hace que se consigan mejores resultados, y que se marque la diferencia.
-¿Cómo está afectando la pandemia al desarrollo de los cursos?
-La pandemia ha tenido un impacto desigual entre los distintos sectores sociales. Por un lado, complica el acceso al empleo de las personas en mayor estado de vulnerabilidad y, por otro, dicha inserción los expone más al contagio, puesto que utilizan transporte público o desempeñan empleos con mayor riesgo, como la limpieza o el cuidado de personas. Sin embargo, la pandemia ha supuesto también un período de reflexión y reorientación de las acciones formativas hacia otros sectores con demanda laboral. Hemos innovado en el ámbito profesional del curso que tenemos en marcha en estos momentos (sector limpieza), así como en la metodología (modalidad mixta: presencial y por internet).
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.