Ana Restrepo: «Nunca es tarde para aprender»

Ana Restrepo (Cali, Colombia, 1972) llegó a Maliaño hace casi dieciséis años con sus tres hijos, tres años después de que lo hiciera su marido. Las tardes las dedica a cuidar a sus dos nietas, de diez meses y tres años. Las mañanas son para el estudio. Hasta hace poco trabajaba como limpiadora de hogares, «pero gracias a uno de mis hijos, decidí que era el momento de profesionalizarme y dar un paso más». Así llegó hasta la Asociación Nueva Vida y su curso de Limpieza y Desinfección, gracias al cual «podré trabajar en hospitales, grandes cocinas o empresas», cuenta con ilusión. Para ello se tuvo que enfrentar a uno de sus mayores miedos: las nuevas tecnologías. «Era una analfabeta digital y hoy en día no hay sitio para nosotros. La vida es más difícil. Hasta ahora he sobrevivido con la ayuda de uno de mis hijos, al que recurría para todo. Gracias al curso de digitalización, financiado por la Fundación 'la Caixa', que imparte Nueva Vida, «mi vida ha cambiado, aunque aún me queda mucho por aprender». Ahora, una vez terminada su formación, su ilusión es encontrar un trabajo «en el sector sanitario, al que admiro».

–¿Qué le hizo querer participar en el curso de formación Incorpora impartido por Nueva Vida?

–Mi hijo me envió el cartel del curso de Operaciones Básicas de Limpieza y Desinfección, pero no estaba del todo convencida. Llevo desde los dieciséis años sin estudiar y tenía miedo de no ser capaz de mantener la concentración, absorber nuevos conocimientos… Por otro lado, con mi amplia experiencia como empleada de hogar, tenía ganas de aprender nuevas técnicas, productos de limpieza. Era una manera de profesionalizarme y poder conseguir un título para aumentar mis oportunidades de encontrar un empleo. La entrevista me la hicieron Natalia y Eva (profesoras del curso). Tras explicarme en qué consistía, terminaron por motivarme a darme esta nueva oportunidad.

–¿En qué consiste el programa?

–Hay una parte teórica, que tiene dos tipos de contenidos. En el primero abordamos áreas como el trabajo en equipo, la comunicación o adaptabilidad, etc. En esta fase se incluye el programa 'Trabajando en digital' (financiado por la Fundación 'la Caixa'), en el que se aprenden competencias digitales, muy necesarias en la actualidad para una búsqueda activa de empleo eficiente. En segundo lugar, se fomenta la adquisición de conocimientos técnicos de una profesión en concreto.

–Hasta ahora, usted, según sus palabras, tenía a su hijo de «secretario». ¿Ha perdido ya el miedo a las nuevas tecnologías?

–Yo le llamo «mi secretario» porque mi hijo me ha ayudado en todos los trámites que hoy en día se hacen por internet: escanear una factura y enviarla, imprimir documentos, inscribirse como demandante de empleo... Tras la formación en 'Trabajando en digital' he perdido el miedo a usar las nuevas tecnologías. Al tener los conocimientos necesarios, he recuperado la confianza en mí misma, doy las clases online y he aprendido a enviar correos electrónicos, entre otras muchas cosas, con total seguridad. Y tengo ganas de aprender todos los conocimientos que aún me faltan por incorporar.

–Imagino que este miedo le habrá supuesto muchos inconvenientes, ya que hoy en día todo está digitalizado.

–Desde luego, me encuentro con dificultades para muchas cosas, desde para pedir una cita en la DGT, hacer compras por internet, las citas en el consulado de Colombia, el pago de facturas con la banca online… Si se es una analfabeta digital, te encuentras con muchas dificultades para llevar a cabo todos estos trámites.

–¿También le ha afectado para desarrollar algún trabajo? ¿Qué es lo que más le cuesta?

–Sí. Hubo un trabajo en el que debía rellenar un informe del turno diario y para ello tenía que usar el programa Microsoft Word en el ordenador. En esos momentos me costaba mucho, pero ahora tengo más facilidad para hacerlo, porque al tener interés en aprender, he dedicado tiempo a practicar con el teclado, a usar la corrección de ortografía, etc. Algo que me cuesta mucho hoy en día es orientarme con el GPS y me encantaría aprender a usarlo.

–¿Siente que la gente es comprensiva ante estas limitaciones digitales o, en general, hay poca paciencia?

–Los jóvenes tienen la capacidad de manejar la tecnología de una forma automática porque se han educado en la era digital, pero yo diría que existe mucha comprensión con las limitaciones de personas como yo. Por ejemplo, el otro día fui a imprimir unas imágenes y el dependiente me ayudó muy pacientemente y lo conseguimos juntos.

–Usted llegó incluso a plantearse no participar en el curso, porque no se veía capaz. ¿Qué le diría a otras personas que se puedan ver en su misma situación para que venzan sus miedos?

–Si, cuando me enteré que tendríamos clases virtuales, sentí mucho temor porque no me sentía capaz, pero también pensé que lo tenía que intentar. Yo animaría a otras personas a que lo intenten, ya que nunca es tarde para aprender y se obtienen muchos beneficios con el manejo de las nuevas tecnologías.

–¿Cuál es su siguiente reto?

–En estos momentos, mi objetivo es conseguir un empleo y poner en práctica todo lo aprendido. Pero también quiero seguir formándome en el mundo digital.

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