Borrar
Rodrigo Saldarriaga, en su zapatería de Santander, ubicada en la calle Fernando de los Ríos. ROBERTO RUIZ
El zapatero Rodrigo Saldarriaga afirma que «a pesar de las dificultades, hay que luchar»

El zapatero Rodrigo Saldarriaga afirma que «a pesar de las dificultades, hay que luchar»

comprometidos ·

En plena pandemia, dejó Barcelona para comprar una zapatería que se traspasaba en Santander con la ayuda de Cantabria Acoge y la Fundación 'la Caixa'

Mariana Cores

Santander

Martes, 15 de junio 2021, 07:18

Rodrigo Saldarriaga (Cali, Colombia. 1961) está acostumbrado a trabajar duro desde bien joven. Con once años empezó a hacer labores de zapatero y con doce ya diseñaba sus propios modelos para su madre y el resto de familiares. Así empezó una pasión por este sector que a día de hoy todavía conserva, a pesar de las dificultades. La vida le llevó hasta España, hace ya catorce años.

Probó diferentes profesiones, «pero a mí no se me quitaba de la cabeza la idea de volver a ser zapatero», cuenta. El destino le puso en su camino una zapatería que se traspasaba en Santander, 'Zapatones', aunque él vivía en Barcelona. Dispuesto a cumplir su sueño, se trasladó hasta la capital cántabra para adquirir el negocio, tarea para la que encontró un apoyo imprescindible en la asociación Cantabria Acoge, gracias al programa de autoempleo 'Incorpora', financiado por la Fundación 'la Caixa'.

-¿Cómo decidió apostar por este negocio?

-Desde bien joven aposté por este trabajo y tantos años de experiencia han hecho que sea igual de bueno arreglando el calzado a mano que con la maquinaria más moderna. Además, da igual que se trate de un calzado deportivo que de unos zapatos de tacón. También estuve un tiempo trabajando en Panamá, en una fábrica de calzado ortopédico para niños y mayores. Cuando llegué a España, me instalé en Barcelona, desde donde viajé a Elche y Alicante, donde están la mayoría de las empresas de calzado. Pero no tuve suerte. Nadie creyó en mí y en mi experiencia, así que me hice camionero. Sin embargo, no me rendí. Sabía que esa no era mi profesión. Y por fin se cruzó en mi camino una zapatería que se traspasaba. Busqué anuncios a través de plataformas online y di con ella en Santander, en la calle Fernando de los Ríos, 42. Decidí invertir y volver a ser zapatero, con mi propia empresa, y cambiar de vida. De esto hace un año. A pesar de las dificultades, hay que luchar.

«Si se tiene iniciativa, programas de este tipo te pueden ayudar a montar tu propio negocio, sin depender de terceros»

-¿Cómo llegó hasta el programa 'Incorpora'?

-Una vez tenía claro mi plan, me dirigí a mi banco, CaixaBank, para solicitar un préstamo. Fueron ellos quienes me indicaron que existía el programa 'Incorpora', a través del cual me ayudarían a montar mi negocio. Así que me vine directo a Santander, donde, mediante la asociación Cantabria Acoge, obtuve toda la ayuda, con Javier Suárez-Olea como mentor.

-¿Cómo se puede acceder hasta este programa? ¿Cuáles son las condiciones?

-Se puede acceder a través de las asociaciones que desarrollan el programa 'Incorpora' y de las oficinas de CaixaBank. Los primero que hay que hacer es pasar una entrevista, en la que tienes que tener claro el negocio. Si ellos lo ven factible, te ayudan a hacer el plan de negocio. En mi caso, además, comprobaron la situación de la zapatería que yo iba a adquirir, que todo estaba en orden. Y también te hacen un acompañamiento a la hora de solicitar el crédito.

-¿Qué tipo de ayuda recibió?

-Por un lado, la que ya he comentado, por parte de Cantabria Acoge, relacionada con la parte más técnica del negocio. Y por otra, la del antiguo propietario de la zapatería, Francisco, que fue muy amable. Tres semanas antes de que se hiciera el traspaso, estuve yendo tres días a la semana a trabajar con él, para familiarizarme con el material y darme a conocer a los clientes. Muchos de ellos viven en el barrio y son fieles. Francisco no dudó en recomendarme a todos ellos, ya que le gustó mucho mi trabajo. Así empecé con una buena cartera de clientes, que al poco tiempo fue ampliándose, al correrse la voz de mi buen hacer.

-¿Cuáles fueron los pasos para poder montar su zapatería?

-La verdad es que tuve mucha suerte, ya que la zapatería estaba muy bien nutrida de material y la maquinaria funcionaba correctamente y se adaptaba a mis necesidades. Así que poco tuve que hacer, salvo comenzar a trabajar. Eso sí, tuve que adaptar el espacio a mi forma de trabajar y ordenarlo todo.

-¿Qué es lo que más complicado le ha resultado en el proceso de montar su negocio?

-Al inicio, cuando encontré la zapatería en plena pandemia, recién salidos del confinamiento, me dio un poco de vértigo. No solo por montar un negocio nuevo, con el riesgo económico que ello conlleva, sino también el abandonar la ciudad en la que llevaba viviendo desde que llegué a Barcelona. No conocía nada de Santander, salvo por las fotos. Me pareció una ciudad preciosa, tal y como resultó. Dejar a mis amigos y a mi familia me daba mucha pena. Pero ahora ya está aquí parte de mi familia y tengo nuevos amigos. Soy muy sociable.

-¿Cómo está sorteando la pandemia?

-Conseguí abrir mi zapatería a finales del mes de septiembre. La crisis es mala para todos, pero yo soy afortunado, porque tengo un negocio que ya funcionaba antes, con lo que los primeros meses no fue como empezar de cero. Es curioso, pero tengo clientela de fuera de Santander y el tiempo que los municipios estuvieron cerrados, lo noté mucho. Ahora, poco a poco, parece que todo vuelve a la normalidad, aunque realmente ha empezado a ir bien la cosa hace unos días. La verdad es que está siendo muy duro, pero no me rindo.

-Con los problemas de paro que hay, sobre todo juvenil, ¿cree que serían más necesarios programas como este?

-Yo creo que sí. Hay mucha gente que no encuentra dónde trabajar a pesar de haber estudiado. Si se tiene un poco de iniciativa y se es bueno en algún oficio, este tipo de programas te ayudan a poder montar tu negocio, sin tener que depender de terceros.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El zapatero Rodrigo Saldarriaga afirma que «a pesar de las dificultades, hay que luchar»