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Verónica García, en la sede de La Columbeta, en Solares. DANIEL PEDRIZA
Verónica García: «La soledad no sólo se siente cuando uno está solo»
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Verónica García: «La soledad no sólo se siente cuando uno está solo»

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La laredana trabaja como técnico en La Columbeta, donde también hace un voluntariado de integración social

Mariana Cores

Santander

Martes, 18 de enero 2022, 07:21

Tras terminar sus estudios como integradora social, Verónica García (Laredo, 1993) decidió hacer voluntariado en La Columbeta «para adquirir experiencia». A los seis meses fue contratada en la asociación como técnico, pero decidió no abandonar el voluntariado «porque es algo que engancha». Así, compagina su trabajo al lado de la psicóloga de la asociación, con la ayuda en un programa de la Fundación 'la Caixa', 'Mi Casa, Mi Espacio, Asistente personal como servicio de proximidad para personas mayores y/o personas dependientes del medio rural de Cantabria', a través del cual se trabaja la autonomía de los mayores y se les da un soporte en aquellas tareas que ellos no pueden realizar por sí mismos.

-¿Qué le llevó hasta La Columbeta?

-Mi primer contacto con La Columbeta fue en 2020, cuando estaba terminando mis estudios de Integración Social. Desde el centro educativo donde cursaba mis estudios me propusieron realizar las prácticas en esta asociación. Después de buscar información y ver un poco lo que hacían, me gustó conocer que no trabajan con un colectivo específico. Por este motivo fue por el que pensé que era el lugar indicado donde hacer mis prácticas, ya que podía seguir formándome sin encasillarme con un colectivo concreto. Lo malo es que con la pandemia, las prácticas se suspendieron y me lacé a por el voluntariado.

«Una de las labores más importantes es ayudar a la gente a sentirse motivada»

VERÓNICA GARCÍA

-¿Qué tareas desempeña como voluntaria?

-Por un lado, hago acompañamientos con la técnica encargada del proyecto 'Asistente Personal', donde nos encargamos de que los usuarios dispongan de accesibilidad para realizar diferentes actividades de la vida diaria. También fomentamos que mantengan una vida activa y damos un acompañamiento emocional. Por otro lado, doy apoyo educativo, en el proyecto Enclave (de inserción sociolaboral), con la plataforma que deben manejar, además de con las tareas educativas. Pero lo más importante es ayudarles a mantenerse motivados y con ganas de querer acabar los estudios y no tirar la toalla.

-¿Qué le hizo querer seguir como voluntaria, a pesar de tener un contrato como profesional?

-Una vez me dieron la oportunidad de trabajar con ellos, me plantearon qué quería hacer con el voluntariado. Gracias al tiempo de contrato que tengo, dispongo de la posibilidad de poder organizarme y continuar con ello. En ningún momento se me pasó por la cabeza dejar de ser voluntaria porque me siento a gusto con lo que hago.

-¿Cuáles son las principales necesidades de las personas que acompaña?

-Yo creo que tienen que ver con las diferentes acciones de la vida diaria y también con la necesidad de desplazarse. No siempre tienen a un familiar o una persona de confianza cerca que pueda acompañarlos. Por ello, lo que más hacemos es ir con ellos a hacer la compra, ir al banco, llevarles a diferentes citas médicas, etc. Por otro lado, también acompañamos a personas que solamente necesitan que salgan con ellos a pasear, bien sea porque no se sienten seguros de ir solas o por el mero hecho de sentirse acompañados.

-El apoyo educativo que está dando también es esencial. ¿Cuáles son los perfiles de las personas a las que ayuda?

-La mayoría son personas entre 30 y 45 años que en su día, por diferentes motivos, decidieron o tuvieron que dejar sus estudios y ahora los retoman. También hay personas que por motivos de trabajo, les viene mejor esta modalidad de estudios.

-La soledad es un gran mal entre la gente mayor. ¿Cree que estamos concienciados de la necesidad de luchar contra la soledad no deseada?

-En mi opinión, es un problema al que cada vez se le está dando mayor importancia, pero todavía hay mucho camino que recorrer. Muchas veces se piensa que la soledad solo se puede sufrir cuando estás solo, ya que si se tiene a tus familiares cerca, ya se es inmune a ello. Pero en realidad no es así. La soledad no deseada puede venir por multitud de factores y pienso que es justamente aquí donde se debe empezar con el trabajo de concienciación. En el caso de las personas mayores que viven solas, muchas veces sienten nostalgia y tristeza cuando piensan en cosas pasadas o cuando ven que sus relaciones sociales van disminuyendo y es algo que sufren en silencio.

«El voluntariado no hay que verlo como una obligación de trabajo. También tengo claro que debe realizarse siempre y cuando te aporte algo»

VERÓNICA GARCÍA

-¿Qué sensación tiene de la percepción que la sociedad tiene sobre el voluntariado?

-Por comentarios directos que me han hecho, siento que existe bastante rechazo. Se han creado muchos prejuicios. Es la persona que realiza el voluntariado la que tiene que marcar el tiempo que tiene disponible y que quiere invertir en ello. El voluntariado no hay que verlo como una obligación de trabajo. También tengo claro que debe realizarse siempre y cuando te aporte algo.

-La pandemia y la vorágine del día a día, ¿son excusas para evitar ser voluntario? ¿Qué gratificación recibe usted?

-No, no son excusas. Si es cierto que hay que ser más precavidos, pero eso no nos impide seguir ayudando a las personas.

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