Las cocinas también se llenan de tendencias

Sin duda, el cobre es el mejor metal en la cocina por su excelente transmisión de calor y su gran durabilidad. Además, es un antibacteriano natural, ya que por sus características es muy hostil para que los microorganismos sobrevivan en él. Con respecto a la conductividad, absorbe el calor y lo distribuye de manera uniforme, de manera que la cocción de los alimentos es muy pareja, sin que unas zonas se cuezan más que otras. Esto asegura el mejor control al cocinero/a y le permite practicar en él casi todas las técnicas culinarias como freír, sellar, saltear, dorar, reducir y estofar. Lo ideal es no someterlo a temperaturas superiores a 220 grados centígrados. Aunque suponga un mayor desembolso, a largo plazo será una gran inversión por el ahorro de energía y su larga vida.

Ya no hay por qué pensar en el tradicional vidrio incoloro, ni renunciar a decorar la mesa a diario y sólo lucirla en ocasiones especiales. El diseño del menaje de mesa nos invita a poner una nota de color en nuestra decoración de una forma distinta a la habitual. En diferentes gamas cromáticas, pasando de lo más neutro o la explosión arcoíris, incluso neón. Juega con la vajilla o la mantelería creando un auténtico caleidoscopio a la moda.

Hace tiempo que se impone este tipo de estanterías al aire, flotantes o volados. Resultan muy funcionales, porque dejan todos los elementos a la vista y ahí se encuentra el secreto de su éxito. Permiten almacenar sin agobios, por eso son perfectos para la cocina, aunque hacen servicio en cualquier rincón del hogar.

Planificar nuestra cocina supone prestar especial atención a los detalles y a todos los elementos que queremos la conviertan en funcional, cómoda y adaptada a nuestras necesidades. Hay que pensar bien dónde y cómo colocar las ollas, las sartenes, el escurreplatos, los cubos de basura o cómo almacenar la vajilla. Pensando huir del caos como Marie Kondo nos ha inculcado y facilitarnos las tareas cotidianas, el escurreplatos es uno de los complementos más útiles. Y es que nos permite tener platos y vasos visibles, a mano, y por supuesto, perfectamente ordenados. Por otro, nos permite tener la cocina despejada, ya que tras fregar la vajilla en el fregadero, no hace falta dejarla a secar con una bayeta sobre la encimera. Se colocan directamente en el escurreplatos, donde el agua escurrirá lentamente, evitándonos el tedioso proceso de secar todo con un paño. Hay diferentes diseños que van de lo clásico, a modo alacena y otras modernas.

Trabajar la arcilla nunca pasa de moda. No se trata de emular el momento 'Ghost', sino de encontrar piezas auténticas que te aseguras durarán muchos años. De hecho, hay familias que las conservan como legados y pasan de generación en generación, convertidas ya en reliquias familiares. Hoy existe un 'revival' de las creaciones en arcilla, pero con un plus de diseño que las convierte en tendencia. Este arte milenario –que tiene como materia prima la arcilla– consiste básicamente en modelar a partir de distintos métodos para así poder dar vida a una infinidad de objetos decorativos, artísticos o utilitarios. Hablamos de platos, comunes en la estética nórdica. Y es que armonizan a la perfección y lo mismo se integran en decoraciones minimalistas, de esencia industrial o retro. En colores básicos, suaves o pastel o totalmente vivos para romper y sorprender.

A veces no se trata de meterse en obrasni gastar mucho dinero, con pequeños cambios podemos hacer que nuestra cocina parezca como nueva. Que te entren las ganas de cocinar ya es otra historia...