Escapada a una cabaña de ensueño

'La Guarida' pertenece a Daniel y Carolina González, descendientes de una saga de hosteleros, que han puesto su propiedad en manos de la decoradora Natalia Zubizarreta. Juntos han logrado situar al pueblo de Lugás en el ranking de las viviendas más 'chic' de España. «Nuestra familia tiene un hotel rural en el pueblo desde hace muchos años. Y aunque funciona muy bien, hemos visto que la gente valora cada vez más la independencia y les gusta alojarse en casas como estas», desvela Daniel, experto en materia ya que es licenciado en Turismo y Dirección de Hoteles.

La iniciativa de este proyecto comenzó cuando él mismo alquiló su casa los meses de verano. Tras el éxito obtenido, le pareció una gran idea poner en marcha este deseo. Se trata de dos villas, de 80 metros cuadrados y capacidad para tres personas, idénticas situadas en dos parcelas de una ladera con grandes vistas. Destacan por sus grandes ventanales y la cantidad de luz que reciben. «Son de obra nueva, para poder adaptar los espacios a las necesidades que queríamos», detallan.

En cuanto a la decoración, Daniel se puso en contacto con su «amiga Natalia», a la que conocía desde hace años. Las cabañas reflejan la esencia de los tres protagonistas de esta historia. «Las cabañas son muy nosotros». De hecho, cada uno de los hermanos seleccionó una parte de las casas para aportar su toque personal.

«La mía es la que tiene un estilo más industrial», confiesa Daniel. De su construcción, destacan las vigas y las ventanas en color negro. La cocina, por ejemplo, se hizo de cemento y en ese mismo color, incluida la nevera a juego.

Para darle un punto de luz, en la estancia principal colocaron un sofá blanco hecho por un tapicero profesional. Las butacas son de cuero, «un material que se asocia mucho al estilo industrial», precisa Zubizarreta. Si nos fijamos en el cabecero de la cama, los listones que envuelven las paredes principales, el armario de la habitación principal y el suelo laminado, nos damos cuenta de que la elección de la madera tampoco ha sido algo casual, se ha optado por el roble en tonos oscuros.

Respecto a los textiles, la decoradora explica que eligió, sobre todo, «colores más terracota», que van en consonancia con la madera y que otorgan un halo de «calidez» al ambiente que contrasta a la perfección con el estilo industrial.

Aunque industrialmente parecen hermanas gemelas, la otra vivienda es un espacio más dulce. «Las vigas en color beis tienen esa función», destaca la profesional. También ocurre con la cocina, que es de madera y está lacada en blanco. «En este caso, la nevera la elegimos en azul pastel», un color que será el hilo conductor del resto de la decoración del alojamiento.

De hecho, los textiles siguen esa misma gama. En el salón, el sofá es idéntico al de la otra casa, el toque se lo dan los cojines y las butacas, que en este caso son «tapizadas y de fibras naturales», así como la estufa, más clásica. También de fibra es el armario de la habitación principal, cuyos pomos están hechos en cuerda y que se ha lacado «para dotarlo de suavidad». En la cama, el cabecero es una puerta antigua que ha sido reconvertida y restaurada convenientemente. «Estos elementos también dan dulzura al espacio», precisa Zubizarreta.

La inspiración del diseño comenzó en Pinterest, y se nota. «La gente decide por una foto, en muy poco tiempo y hay que intentar provocar impacto así», describe Daniel. Y el resultado es exactamente ese. «Soy un enamorado del diseño y la arquitectura», añade. También reconoce que recibe casi tantas preguntas por la decoración como por la disponibilidad para alquilarlas.

Finalmente, dos de las principales características de estas viviendas son la conexión wifi y que es 'dogfriendly'. Una de las grandes preocupaciones de los huéspedes es la conexión a Internet. «Hemos tenido alquilados que teletrabajan y es muy importante para ellos. Desde la pandemia esto es un valor al alza», añade el emprendedor. Además, es un negocio que permite el acceso a mascotas. «Nuestro público objetivo suele tener mascota. Y yo también. Cuando era pequeño teníamos un san bernardo y vivíamos en un piso en Gijón», ríe. Para este empresario, lo único que supone esto es: «hacer una limpieza más exhaustiva».