Pluma, plumón o fibra: cómo elegir el mejor tipo de edredón para este invierno

A la hora de elegir hay que tener en cuenta que los edredones se dividen por la composición de su relleno en dos categorías principales: natural o sintético. Hay una variedad de opciones disponibles en cada material, y cada una tiene ventajas importantes junto con algunas debilidades.

Los de relleno natural suelen realizarse con mezclas de plumas y plumón, aunque también los hay de lana o seda. Sus propiedades de evacuación de la humedad son mejores que las de los edredones sintéticos. Suelen ser ligeramente más caros, pero tienen una vida útil más larga, entre los 10 y 15 años.

Las plumas generan un proceso de aislamiento mucho mayor que la fibra o los modelos sintéticos. El plumón es más fino que la pluma, la caña es más pequeña por lo que es más ligero. La pluma pesa más.

- Los que prefieren un edredón más esponjoso

- Compradores que buscan un edredón más resistente y duradero

- Compradores que quieren ahorrar algo de dinero en su compra.

Los edredones de pluma y plumón no ofrecen un sistema antialérgico natural. Por eso si padeces de algún tipo de alergia es mejor recurrir a los de fibra.

Otro aspecto importante de los rellenos de pluma y plumón es su mantenimiento y aseo. Estos modelos se recomienda que sean llevados siempre a centros de servicios de limpieza especializados. Los rellenos nórdicos de pluma se deben lavar en seco, extendiendo el edredón en una superficie plana y distribuyendo, suavemente, las plumas a lo largo de la pieza.

Los edredones de relleno sintético están realizados a base de fibras de poliéster y, aunque son más baratos, su vida útil es de aproximadamente 5 años. Utilizan el calor corporal que emite la persona y crean una barrera en el exterior. Suele ser la primera opción de compra por los beneficios que ofrece a la hora de lavar y mantener.

Esta opción suele ser usada por personas que no son excesivamente frioleras, pero sí quieren resguardarse un poco del frío del invierno. No ofrece una calidad máxima de calefacción.

Su mantenimiento y lavado es menos complicado que el de los nórdicos naturales. Se pueden lavar en casa utilizando una lavadora o en la bañera. Esto dependerá del tamaño y si la máquina cuenta con la capacidad para soportarlo. Estos tipos son más fáciles de mantener.

Además del material, debemos tener en cuenta el gramaje. Esto permite hacer una idea del calor y del acolchado del edredón. Oscila entre 175 y 500 g/m² y la elección dependerá de la temperatura de la habitación:

- Los edredones ligeros (entre 175 y 250 g/m²) son ideales para temperaturas entre 18 y 22º.

- Los edredones medios (entre 300 y 350 g/m²) son adecuados para temperaturas de entre 15 a 18º.

- Los edredones cálidos (entre 400 y 500 g/m²) se recomiendan para habitaciones con una temperatura menor a 15º.

A la hora de elegir la medida de nuestro próximo edredón, es recomendable que tengamos un margen de 30 a 50 centímetros a cada lado de la cama. Por ejemplo, si tenemos un colchón de 150, necesitaríamos un nórdico de 240 x 220 cm.

Para elegir edredón no solo debemos tener en cuenta el relleno, también la funda. Es uno de los elementos más importantes ya que su función, es impedir que el plumón o las fibras se salgan. Una funda de algodón permitirá la adecuada transpiración del edredón y, por consecuencia, no retendrá la humedad. Si elegiste un relleno natural, una funda de algodón percal será la mejor opción.