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Bugatti T 30, del año 1923, en la casa de uno de los clientes del mecánico Hilario Goitiandia. Daniel Pedriza
DLujo

Pasión por los coches clásicos en Anero

Hilario Goitiandia, mecánico desde los 15 años, aprendió de manera autodidacta a reparar este tipo de vehículos y hoy es uno de los más reputados de Cantabria

Mariana Cores

Santander

Jueves, 12 de octubre 2023

Hilario Goitiandia cambió su primer manguito con 15 años. Desde entonces, su nariz siempre ha estado pegada a un motor o cualquier aparato que funcione con gasolina, ya sea un tractor o una motosierra. Pero hace 22 años entró en su taller, Goiti Motor Sport, en Anero, un coche que cambió su vida. Se trataba de un Ferrari clásico, un 250 GTE. Él nunca había reparado ninguno de este estilo, como cuenta a DLujo, «pero todos los motores son muy similares y lo que no sabía, lo fui aprendiendo a través de internet».

Desde entonces, este mecánico se ha convertido en uno de los mejores especialistas en Cantabria en el mantenimiento de coches clásicos: bugattis, ferraris, Aston Martin, Jaguar, Maserati. Ninguno se le resiste.

Lo que lamenta este mecánico, que trabaja solo, es «que nadie quiera aprender este oficio. Lo he intentado. He metido a gente joven a trabajar conmigo, pero al final, todos me dicen que es mucho trabajo y se van. Así que no tengo a quien pasarle estos conocimiento».

Hilario considera que en Cantabria hay afición a los coches clásicos, «a la gente le gusta conducir y dar paseos por nuestras carreteras. Incluso vienen de otras comunidades. Yo tengo clientes también del País Vasco y de Asturias».

Para mostrarnos algunos de los coches con los que trabaja, cita a DLujo en el garaje de uno de sus clientes y muestra los tesoros que allí se esconden, con un gran orgullo: «Mirad qué preciosidad. Se trata de un Ferrari 250, GT, del año 1958, de un Dino 246 GT, del 71 y de un Seat 600 con motor de 650 cv, del 69. Pero mi preferido es el Dino, por sus curvas y por su historia».

Este modelo se denominó Dino en honor a Alfredo (al que llamaban Dino) Ferrari, el hijo mayor de Don Enzo, que falleció a los 24 años producto de una enfermedad congénita llamada distrofia muscular. Dino murió sin poder disfrutar del coche que había diseñado él mismo. Pero Hilario seguirá poninedo a punto su motor desde Anero.

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