BonVintage elige Santander como nuevo destino para su colección

Según Javier Pérez Chalbaud, fundador de BonVintage, «la tierruca o 'la Perla del Cantábrico' combina lugares históricos como el Palacio de la Magdalena, el Casino, la playa del Sardinero o una gastronomía tan fresca, como las aguas que bañan su costa. Un auténtico lugar para hacer de él un alto souvenir». Por ello y porque «nos parece un destino especial y reconocido», el creador de la marca decidió que la ciudad de Santander fuera el nuevo destino al que dar visibilidad desde su marca.

La clave de esta firma es «mantener el rollo vintage pero atractivo», como el de los carteles de los años 30 y 40 en los que las ciudades se publicitaban en verano, aportándole un toque actual. Con esta filosofía, BonVintage rescata la naturaleza de «ciudades y lugares icónicos de España, y de sus gentes para condensarla en forma de 'alto souvenir'». En este contexto, Pérez Chalbaud indica que buscan trascender del típico recuerdo «de imán, postal u objetos de poca calidad» y ofrecen productos con «material certificado y realizados en España por maestros artesanos».

«La moda consiste en vestir de acuerdo a lo que está de moda, el estilo es más sobre ser tú mismo». Esta frase de Óscar de la Renta se la tomó al pie de la letra el fundador de BonVintage, que quiere que «todos aquellos que vistan nuestros productos transmitan la identidad del destino». «Al final uno viste como vive. Como es».

Esta marca va más allá de la propia moda y «hace posible que las personas se sientan identificadas, no solo con el destino, si no con la forma en la que los personajes viven, dicen sin decir, y disfrutan de ese momento», asegura Javier Pérez Chalbaud.