«Las modelos tenemos que preparar el futuro»
VIVIR LA MODA ·
El destino tenía escrito que ella fuera modelo. La segunda vez que por la calle le dijeron que si quería desfilar, con 15 años, no lo dudó, pero sin abandonar los estudiosSecciones
Servicios
Destacamos
VIVIR LA MODA ·
El destino tenía escrito que ella fuera modelo. La segunda vez que por la calle le dijeron que si quería desfilar, con 15 años, no lo dudó, pero sin abandonar los estudiosSofía Arranz (Santander, 1998) creció en un ambiente en el que la moda tenía un espacio especial: «Mi madre no fue modelo, pero podía haberlo sido. Estoy cumpliendo su sueño y yo, feliz». Es modelo (mide 1,78 centímetros) desde los 15 años. Reconoce ... que tiene «pocas amigas, porque es un ambiente muy distinto al mío, pero son muy fieles y me siento muy a gusto». Se siente «muy afortunada», entre otras muchas razones porque su relación con la comida «es muy buena. Por mi metabolismo y constitución puedo comer lo que quiera sin que mi cuerpo se resienta». Así, sus dos mayores aficiones son «ir de compras y comer. Disfruto mucho descubriendo lugares y probando sabores. Podría hacer ambas cosas todos los días».
–Dos veces, siendo una adolescente, le pararon por la calle para preguntarle si quería ser modelo. ¿Su destino estaba escrito? ¿Era algo con lo que soñaba de niña?
–Mi primer contacto con el mundo de la moda fue en Santander, con sólo 13 años. Me pararon en el Paseo de Pereda y me ofrecieron desfilar para una agencia, pero era demasiado joven y no le di mucha importancia. Volvió a suceder algo parecido cuando tenía 15 años, cuando estaba de compras con mi madre en Bilbao. Esa vez me lo tomé más en serio. Siempre me había interesado la moda, pero no fue hasta que me ofrecieron por segunda vez desfilar cuando vi que realmente podía dedicarme a ello. Así que sí, se puede decir que estaba destinada a ello.
–¿No fue duro compaginar el colegio y los amigos con ser modelo y tener que ir a Madrid y volver en el día? ¿No tiene la sensación de que se ha perdido algo?
–Fue duro. Suponía tener que madrugar mucho. Regresaba de Madrid sobre las dos o tres de la madrugada y a las 07.00 horas me levantaba para ir al cole, porque yo nunca quería quedarme sin clase. Realmente creo que no me he perdido nada porque he hecho lo que he querido en cada momento. Con un poco de sacrificio, de mis padres incluidos, he podido compaginar el trabajo con la vida de una niña de 16 años. Lo único que realmente he perdido son horas de sueño.
–¿En qué momento profesional está? ¿A dónde quiere llegar?
–Ahora mismo estoy muy contenta con mi agencia en España, View. Estoy inmersa en nuevos proyectos con los que me encuentro muy ilusionada, que me llevarán a viajar por el mundo. Como la mayoría de las modelos profesionales, me gustaría llegar a trabajar de manera continuada en Nueva York.
–¿Hay que tener la cabeza bien amueblada para no dejarse arrastrar por el 'glamour' y las fiestas, o no es para tanto?
–Sí, porque el 'glamour' y las fiestas están muy bien y es muy bonito, pero cuando sales a la vida real hay que mantener los pies en la tierra. No todo es tan bonito como parece desde dentro.
–Las redes sociales, sobre todo Instagram, lo han revolucionado todo. ¿También se han convertido en una herramienta de trabajo para su sector o es un camino rápido para el intrusismo?
–Para los diseñadores, Instagram es una herramienta muy importante. Aparte de presentar sus colecciones en desfiles o internet, también lo hacen a través de ese medio. Sobre todo es muy útil para los nuevos diseñadores, ya que les facilita el dar a conocer sus diseños sin tener que invertir dinero. En cuanto a los modelos, por un lado, puede resultar muy positivo porque nos puede valer como escaparate para agencias o diseñadores de todo el mundo. Pero otra parte, es verdad que personas que no se han formado como modelos profesionales utilizan la plataforma como si lo fueran.
–¿Piensa en el futuro? ¿Le gustaría estudiar algo para estar preparada para cuando se termine el tiempo de las pasarelas o tiene más espíritu empresario?
–Creo que es muy importante preparase para el futuro porque esta es una carrera muy corta. Actualmente estoy matriculada en Derecho en la UNED, pero mis exámenes coinciden muchas veces con las épocas de más trabajo. Pero tengo claro que voy a terminar la carrera, aunque tarde más años de los previstos.
–¿Qué plato está por encima de cualquier dieta cuando está por Cantabria?
–Cuando vengo a casa lo que no perdono es la paella de mi padre y la tarta de chocolate de mi abuela. Tampoco me puedo ir sin haber tomado unas rabas a la hora del vermú.
–Hablando de comida, una de las mayores críticas al mundo de la moda son las estrictas dietas a las que se somete a las modelos, al menos en algunos casos. ¿Cómo lo vive usted? ¿Hay personas obsesionadas con coger unos gramos?
–Afortunadamente puedo comer de todo, me cuido y hago ejercicio, pero muy básico, pese a que la gente no me cree y piensa que soy una obsesa del gimnasio y las dietas. Pero tengo compañeras que deben sacrificarse bastante y seguir una rutina más constante.
–¿Si tuviera que organizar un desfile, qué lugar de Cantabria elegiría?
–El Palacio de la Magdalena, sin duda. Me parece un escenario perfecto para un desfile y, ademas, es un lugar emblemático de Cantabria. También sería espectacular poner una pasarela en la playa de El Sardinero.
–Los cántabros tienen fama de vestir bien, pero también con un corte muy clásico. ¿Nos estamos quedando atrás?
–Creo que el estilo clásico es lo más elegante y nunca falla. Es algo que nunca pasa de moda. Yo tengo mi propio estilo, pero siempre opto por un toque clásico. He tenido la suerte de trabajar para Ángel Schlesser, que es un gran diseñador cántabro y un icono de la moda en España.
Estudió en el colegio de las Esclavas, en Santander. En cuarto de la ESO comenzó a compaginar los estudios con sus primeros trabajos como modelo. Esa época le sirvió como aprendizaje y formación. Cuando concluyó el bachillerato dio el salto a Madrid. Una vez en la capital de España, comenzaron a surgir los contratos para firmas internacionales. «Empecé a viajar y mis semanas se dividían entre Madrid y París».
En Madrid hizo un 'casting' para una agencia de París (Women) que finalmente la fichó, y estuvo viviendo en la ciudad de luz una temporada. Pero se decantó por España «porque es en Madrid donde más trabajos me salen». Su agencia actual es View y de su mano «todas las semanas surge algo nuevo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.