Aeropress

Felicitar sinceramente al ganador, Marcos González, que hizo un trabajo espectacular y que se llevó el premio a mejor barista. Te espero en Madrid en los campeonatos SCA, porque cuantos más y mejores seamos, mejor será el impacto a nivel de consumo de calidad en este país.

Y, como os conté la pasada semana, yo también tenía una competición alternativa dentro del marco de Alimentaria Hostelco, el Campeonato de Aeropress, donde he de decir que no me fue nada mal, porque conseguí alzarme con el trofeo y con el premio, una cafetera Trinity que le vamos a dar buen uso con los cafés de especialidad que tostamos en Dromedario.

Un nivel enorme en una disciplina en la que cuenta la habilidad para encontrar al momento la mejor extracción con el café y el agua que te dan. Aquí debo de agradecer a todas las personas que me han apoyado en la preparación, que he aburrido a pruebas, que he vuelto locas con mis ideas y pensamientos y que sé que cada día las tengo ahí, para ayudarme, gracias.

Y claro, lo ideal es poner la receta con la que he ganado. ¡Vamos allá! Necesitamos 16 gramos de café molido entre 700 y 900 micras (el campeonato fue con un café de Costa Rica), que pondremos en el fondo de la aeropress con un doble filtro de papel. Añadimos el agua Bezoya a 88 grados centígrados en una cantidad de 260 ml y dejamos reposar con el émbolo, cerrando la parte de arriba durante un minuto y medio. En ese momento retiramos el émbolo y realizamos una doble turbulencia con la pala de la aeropress y volvemos a colocar el émbolo, bajándolo poco a poco desde el minuto 1:45 hasta el 2. Servimos en una taza y a disfrutar.

Voy a celebrarlo, un saludo, y un aeropress por favor.