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JOSÉ LUIS PÉREZ
Lunes, 23 de octubre 2017, 20:15
Se cumplen ya casi cuatro décadas desde que Vicente Quintana abrió entre las calles Castilla y Hermida, cerca de La Marga, esta taberna asador que desde hace unos años dirige su hijo Emilio. Ambos son también referencia por sus paellas y guisos gigantes en fiestas populares y grandes acontecimientos. En esos casos son capaces de cocinar para hasta seis mil personas.
En el restaurante, la propuesta gastronómica está muy especializada. Aquí apuestan por hacer dos cosas muy bien, algo que se plasma en la carne y en el rape negro, ambos a la parrilla.
La degustación en un amable comedor con bodega a la vista a un lado y cristaleras con vistas al puerto y el barrio Pesquero al otro, comienza con un aperitivo de la casa, unas gildas.
Luego resultan aquí obligadas las ensaladas. En un plato, unos cogollos con anchoas y guarnición de zanahoria; en otro, unas puntas magníficas de espárragos blancos 'escoltadas' por unos ricos tomates de Cantabria. Todo, bien regado por un aceite de oliva rico.
Una alternativa de cuchara a estas entradas en clave 'verde' pasa por 'apuntarse' a un guiso de alubias rojas con chorizo, realmente apetecibles desde la primera vista.
Para el plato principal, las dos opciones citadas, la carne o el rape. En el caso de la primera, los chuleteros proceden de Galicia, y son de vacas viejas de raza frisona, que en el momento que dejan de ser rentables por su producción láctea, se retiran a un cebadero para engordarlas y ponerlas a punto antes de que vayan al matadero. Se trata de una carne bien presentada y sabrosa, con infiltración natural de grasa y una maduración que no va más allá de los 30-35 días.
La carne llegada desde la parrilla a medio hacer, salvo que el cliente desee lo contrario. Entonces, se sitúa cerca de la mesa una mini parrilla portátil donde el comensal podrá terminar la carne a su gusto. Como guarnición se proponen unos pimientos asados, que están francamente muy bien.
En el caso del rape de lomo negro, la pieza también pasa por la parrilla, al tiempo que se prepara una salsa prebe de ajo, aceite y verdejo.
El restaurante tiene un buen surtido de vinos clásicos, ideales para maridar carne y pescados. En postres, la oferta pasa por un mousse de limón, un coulant de chocolate negro o blanco, crepes de chocolate, helados (de orujo con sobao, de vainilla con chocolate y avellana, de tiramisú o de turrón).
Dirección: Calle Capitán Palacios, 2. Santander.
Teléfono: 942 34 55 28.
Propietarios: Familia Quintana.
Inaugurado: Hace casi 40 años.
Dirección y jefe de cocina: Emilio Quintana.
Cocina: Irene Zatón.
Estilo de cocina: Tradicional
Precio medio de la carta: Entre 35 y 40 euros.
Capacidad: 50 comensales.
Cierra: Domingo y vacaciones en noviembre.
Bodega: 50 referencias.
Aparcamiento: Sí, zona Castilla-Hermida.
También organizan: Paellas gigantes o degustaciones para fiestas patronales y eventos sociales, de 100 a 6.000 raciones.
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