Cazuela de arroz en barbacoa

Es más habitual elaborar arroces secos pero hoy os propongo hacer un arroz meloso en la barbacoa y en una cazuela de hierro fundido. Estas son de gran resistencia y se valoran por su retención de calor, durabilidad, capacidad para usarse a temperaturas muy altas y porque no se pega nada cuando se tratan o 'curan' adecuadamente, y este curado también protege a las cazuelas de la oxidación.

Antiguamente se dejaban colgando sobre las brasas para que los alimentos se fueran cocinando poco a poco, y se solían utilizar para cocciones largas y lentas. Son perfectas para guisar durante muchas horas. En este caso nosotros la vamos a emplear para hacer un guiso pero de arroz que no va necesitar tanto tiempo.

Comenzamos como siempre marcando las carnes que vamos a utilizar. Me gusta combinar unos cuartos de pollo troceados, unas costillas de cerdo y, además, unas salchichas frescas. Añadimos por orden las costillas, el pollo y por último las salchichas y lo retiramos todo cuando esté bien dorado.

Continuamos con el sofrito. Vamos a utilizar un par de dientes de ajo, una cebolla, un pimiento verde, todo muy picado, y a la cazuela con un par de cucharadas de aceite. Lo rehogamos unos minutos porque no queremos que se poche, así que cuando veamos que la cebolla va cambiando de color lo tenemos. Será el momento de añadir un par de tomates rallados, y ahora si necesitamos que se haga durante algo de tiempo para que el tomate pierda la mayor cantidad de agua posible. Como lo estamos haciendo en la barbacoa, al aire libre, tendremos que tener muy en cuenta en todo momento la intensidad del fuego, así que si vemos que está demasiado fuerte os recomiendo retirar algo de carbón o leña, dependiendo de lo que estéis utilizando.

Cuando veamos que el tomate se ha concentrado añadimos una cucharada de pimentón y otra de carne de pimiento choricero, lo damos dos vueltas y añadimos arroz, al que daremos un par de vueltas para nacarar bien el grano. Añadimos la sal y seguidamente el caldo. Para éste arroz uno de pollo o de verduras que tengáis en casa será perfecto.

Como siempre os digo, cuando añadáis el caldo al arroz siempre tiene que estar caliente. Podemos ir añadiendo poco a poco cacillos e ir removiendo todo bien para que el arroz vaya soltando el almidón, como si de un risotto se tratara, hasta completar unos 18 minutos de cocción. Todo depende del tipo de arroz que utilicéis pero con ese tiempo sale perfecto.

Lo dejamos reposar unos minutos tapado y lo tenemos listo para servir y degustar, una forma diferente de hacer un arroz al aire libre y con un resultado espectacular.