El cántabro Eusebio Abascal hace historia en el Europeo de carnicería
Cantabria en la mesa ·
El propietario de El Carni de Boo participó con el equipo español y se llevó el premio de velocidad en despiece y habilidad con el cuchillo en el campeonato celebrado en Clemont-Ferrand (Francia)
DIEGO RUIZ
Lunes, 22 de noviembre 2021, 07:41
El cántabro Eusebio Abascal, propietario de El Carni de Boo (Guarnizo), fue uno de los vencedores en la I Copa de Europa de Carnicería Artesanal, organizada por la Federación Francesa de Carniceros (Cfbct) y que se celebró los pasados 7 y 8 de noviembre en la localidad gala de Clemont-Ferrand. En concreto, Abascal se llevó el primer premio en la prueba de velocidad en despiece y habilidad con el cuchillo, en la categoría individual. Su participación y destreza en este evento le permitirán volver a concursar en 2023 -el año que viene no se celebra- pero en mejores condiciones y con más tiempo para prepararse ya que, según señala, «poco más que hemos ido con una mochila y unos cuchillos».
España se presentó en Clemont-Ferrand con un equipo de cinco carniceros, procedentes de distintos puntos del país. Según explica Eusebio Abascal «apenas nos conocíamos, sólo a través de vídeo-conferencia y un mes antes de la prueba. El equipo francés, sin embargo, llevaba nueve meses trabajando junto y estaba dotado de una gran maquinaria y equipos muy completos. Nosotros nos presentamos con una mochila y unos cuchillos».
El equipo español, compuesto por J. Alemani, Manuel Mesones, Ana París, Eusebio Abascal y Adrián Llopart quedó cuarto en la clasificación general, alzándose victorioso en las tres pruebas de velocidad: despiece de vaca, despiece de una pierna de vacuno y deshuese de cordero.
«Allí, la carnicería es como una religión, es un oficio vocacional. En su país nadie se hace carnicero por no tener otra cosa, otra manera de ganar dinero»
Una religión
Además de Francia y España, hubo una representación de Italia y Alemania. Sin embargo, el propietario de El Carni de Boo destaca el nivel de los profesionales galos. «Allí -afirma- la carnicería es como una religión, es un oficio vocacional, lo que me pasa a mí. En su país nadie se hace carnicero por no tener otra cosa, otra manera de ganar dinero».
Asegura este carnicero cántabro que «curiosamente, en Francia, se tiende a la cocina de autor. A preparaciones para la cocina moderna. Así que te puedes encontrar que un filete de solomillo te cueste unos 40 euros».
Califica Eusebio Abascal su experiencia en este concurso como muy buena. «Hemos aprendido, entre otras cosas, a trabajar en equipo y eso es difícil. En nuestro caso, éramos cada uno de una madre. Para mí, profesionalmente este premio es un prestigio. Te sube el ego y no por ello el precio de las chuletas. No se van a encarecer en mi negocio».
En cuanto al nivel del sector en nuestro país, Abascal dice que «tenemos que evitar los prejuicios y dejarnos de ver lo que hacemos unos y otros. Tenemos que crecer y aprender, como en Francia, donde se apoyan unos a otros».
Uno de los objetivos de este profesional es aprovechar ese 2022, sin competición europea, para organizar un campeonato nacional. «Sería un buen apoyo para concursar después en Francia. Yo, por ejemplo, tengo un chaval de 22 años, Iván Cobo, que lleva trabajando en la carnicería desde los 16. A mí me gustaría que participase en el concurso francés».
Reconocimiento de Grecar
El Gremio de Artesanos Carniceros Charcuteros de Cantabria (Grecar), a través de una nota de prensa quiere «destacar a Eusebio Abascal, artesano carnicero de Cantabria que ha ayudado a colocar la carnicería artesanal de nuestra comunidad entre las primera de Europa».
Además, apunta que «este evento -en referencia al concurso de Clemont-Ferrand- ha facilitado el intercambio del conocimiento sobre el oficio entre los diferentes países, sirviendo para fomentar la profesionalización y dar a conocer las extraordinarias habilidades y aptitudes de los carniceros artesanos».
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