El tipo de fibra utilizado en el estudio es la Inulina (ojo, no confundir con la insulina). La inulina es un carbohidrato complejo presente en algunas plantas. Abunda en alcachofas, achicoria (y endivia), plátano, ajo, espárragos y cebolla. Cuando consumimos inulina se convierte en un combustible para las bacterias intestinales que viven en el intestino grueso (el colon). Esta actividad bacteriana produce unas moléculas llamadas ácidos grasos de cadena corta. Debido a su pequeño tamaño estas grasas se absorben en nuestro intestino, pasan a sangre y ejercen en nuestro organismo todas sus acciones beneficiosas, entre ellas activar algunas células inmunitarias que nos defienden de los virus.
Ciertos estudios muestran que estos ácidos grasos tienen un efecto antiinflamatorio y parecen ayudar a impulsar la especialización de las células inmunitarias, que son los agentes de policía de nuestro cuerpo. La inulina se la considera un prebiótico, es decir promueve la proliferación de bacterias buenas en nuestro intestino.
Por esta razón, el proporcionar a nuestras bacterias intestinales los tipos de combustible adecuados, especialmente fibra soluble, promueve la salud general ya que las bacterias intestinales son importantes para producir ciertas vitaminas, proporciona combustible para el sistema digestivo y nos protege contra los patógenos como los virus. Obviamente, es importante incluir una variedad de los diferentes tipos de fibra en la dieta, porque necesitamos fibra soluble e insoluble. Nuestras necesidades diarias totales de fibra se estima en alrededor de 30 gramos de fibra (soluble más insoluble) al día. No obstante, en la situación actual que vivimos es muy recomendable aumentar el consumo diario de los alimentos ricos en inulina.
También podemos recurrir a un suplemento. La inulina está normalmente disponible en forma de polvo. Una pequeña cantidad de inulina al día de alrededor de 8-10 gramos sería lo recomendable en las actuales circunstancias epidémicas. El polvo de inulina se puede usar, cuando cocinas, para añadir fibra adicional al guiso; actúa como un agente aglutinante a la vez que proporciona una textura húmeda. Para obtener un poco de fibra extra, sin tener que añadirla a las recetas, simplemente añade unos gramos de inulina en polvo a tus batidos. No conviene abusar. La inulina en grandes cantidades puede causar irritación o malestar en el sistema digestivo. Puede causar hinchazón y problemas intestinales en algunas personas con enfermedades como la enfermedad del intestino irritable.
Recuerden, el frente alimentario contra el coronavirus incluye: alimentos ricos en vitamina C y D, fibra soluble, en especial inulina, y la higiene en la compra y manipulación de los alimentos.
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