Espaguetis chinos al estilo extremeño, un ejemplo de la globalización gastronómica

Hace apenas cincuenta años la gastronomía tenía un marcado carácter regional. En cada zona del planeta, incluso de cada país, se comía de una manera peculiar, acorde a los productos que se cultivaban, al ganado que se criaba, a las técnicas culinarias y utensilios desarrollados a través de siglos y que apenas sufrían variaciones.

Los que tengan mi edad recordarán que cuando éramos niños la comida se preparaba de la manera y casi con los mismos utensilios que en época de los romanos. Recuerdo el fogón de mi abuela Pura, en Ponferrada, que se alimentaba de carbón y se avivaba con un soplillo y donde cocinaba sus deliciosos guisos del Bierzo, de toda la vida. Los restaurantes por aquella época ofrecían sus menús a base de lo que se había comido en la región durante siglos. Ahí mis recuerdos son los del menú del Figón de Eustaquio en Cáceres, donde se servían ranas y lagarto, además de casi una cincuentena de platos típicos de Extremadura.

Hoy día tenemos la enorme fortuna de poder reproducir en nuestros domicilios la receta más exótica que podamos imaginar solo buscándola en internet y elaborarla con precisión siguiendo los pasos que el experto nos muestra en el vídeo de YouTube. No hay excusas para no poner notas de internacionalidad y variedad en nuestras casas. Y lo mismo podemos decir para los restaurantes.

Además podemos echarle imaginación y si usamos ingredientes naturales podemos elaborar menús variados, sabrosos y saludables. A mi me gusta explorar estas posibilidades y he conseguido introducir en casa algunos platos que nunca habíamos comido y que, sin embargo, ahora son habituales. Como ejemplos, un cuscús de pollo, o un cerdo agridulce en el que uso daditos de secreto ibérico rebozados.

Nunca he dado aquí recetas pero hoy les cuento una de las últimas incorporadas: espaguetis chinos al estilo extremeño.

-Comenzamos con los daditos de secreto ibérico rebozados, fritos y en el último momento espolvoreados con pimentón de la Vera y se reservan.

-Sofrito de cebolla, pimientos verde y rojo (los tres en trozos grandes) y tomate triturado. Una vez las verduras estén al dente se mezcla el sofrito con el secreto.

-La salsa agridulce la hago a ojo. Un poco de agua, un chorrito de salsa de soja, una cucharada de vinagre blanco y una cucharada de azúcar (yo la voy probando hasta darle el punto que me gusta) y una cucharada de harina de maíz para espesar, calentar y dar vueltas para integrar los componentes y verter sobre el secreto y las verduras.

-Cocer los espaguetis al dente, escurrirlos y añadirlos al resto de componentes. Es evidente que hemos ido echando sal en cada paso.

-Calentar toda la mezcla dando unas vueltas para mezclar bien todo y a comer.

No lo duden. Exploren esa prodigiosa herramienta que es Internet y pongan salud, variedad, color y sabor a sus menús del hogar o a las cartas del restaurante. ¡Bienvenidos a la globalización gastronómica!