Hoy hacemos tres salsas caseras para acompañar una buena hamburguesas

Os presento la primera, una salsa de chipotle, que en principio suena muy potente, pero que la podéis adaptar a vuestro nivel de tolerancia. Eso sí, el chipotle es necesario, con su sabor ahumado intenso, con ese picante no tan fuerte como la fama que le precede y con ese acento tan mexicano... Vamos a necesitar chile chipotle en adobo, que lo podéis comprar en cualquier supermercado, unas cucharadas de mayonesa, si es casera mejor que mejor, un yogurt griego; un poco –al gusto–, de cilantro bien picado, una pizca de comino molido y una pizca de sal. Trituramos bien el yogurt con el chile, la cantidad que os guste, y sobre esa base incorporamos el resto de los ingredientes. Como esto no es matemático, iremos probando y adaptando a nuestro gusto. La mayonesa la incorporaremos al final para darle un poco de consistencia y que no nos quede muy líquida.

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Las hamburguesas van ligadas al queso sí o sí, ya sea en lonchas o como os propongo ahora, en forma de salsa sedosa, untuosa y suave, con la intensidad de sabor que le queramos aportar, y veréis como enseguida se convierte en una de vuestras favoritas. Podéis usar el queso que más os guste, pero ojo que no sea demasiado fuerte para no alterar los demás sabores. Partimos de una preparación muy parecida a la bechamel que utilizamos para unos canelones, pero en diferentes cantidades. Ponemos unos 25 gramos de mantequilla en una cazuela al fuego hasta que se derrita y le agregamos una cucharada colmada de harina, removemos bien e integramos todo, sin que se queme pero sin que se quede crudo, y añadimos leche caliente, una taza en principio, pero vamos viendo según como queramos de espesa la salsa. Dejamos cocinar sin parar de remover durante al menos 15 minutos, le ponemos un trozo de queso crema, un poco de pimienta negra recién molida y el queso que hayamos elegido rallado, aquí es donde la salsa adquiere la consistencia, por eso previamente no debe de estar muy espesa. Removemos bien, a fuego mínimo, y después de unos cinco minutos la tenemos. Es una auténtica delicia.

Por último, una de las más sabrosas, una mayonesa de kimchee. Ya os he hablado en multitud de ocasiones de su origen coreano, y que se prepara normalmente con coles fermentadas, una especie de pimentón y algunas cosillas más. Su sabor es una mezcla de ácido, picante y salado que le irá genial a una hamburguesa, por ejemplo de cordero, eso sí, mezclándola previamente con un poco de mayonesa, siempre casera. Simplemente tendréis que regular el sabor, probando la mezcla según la estéis haciendo, untársela al pan de vuestra burger y a disfrutar. A mi me encanta con una buena hamburguesa de cordero, un pan brioche tostado por sus caras interiores, una cebolleta muy, muy picada y la mayonesa de kimchee, probadlo y ya me contaréis.