La nueva edición de Chef y Mâitre Cantabria contará con la categoría de Chef Panadero

Además de la formación reglada e impartida desde las escuelas, para los alumnos es importante poner en práctica sus habilidades y destrezas, medirse y desarrollar su creatividad así como una sana competitividad. ¿Cómo se consigue? Manteniendo el compromiso y la continuidad de actividades que promuevan los valores de una formación profesional cuyo principal objetivo es mostrar el camino hacia una profesión de futuro.

Tanto las prácticas externas como los concursos en este tipo de disciplinas son muy importantes para los alumnos. Conscientes de ello, desde el año 2013, el concurso Chef Cantabria, organizado por Cantabria en la Mesa, suplemento de gastronomía y agroalimentación de El Diario Montañés, junto con la Consejería de Educación y Formación Profesional, y el apoyo de Top Cash y la Asociación Empresarial de Hosteleros de Cantabria, así como de muchos otros patrocinadores, forma parte del calendario de actividades de los alumnos matriculados en las escuelas de hostelería de Cantabria con una gran acogida.

Con las fechas aún por definir, en la edición de este 2021 se estrena el primer concurso de Chef Panadero Cantabria, que se suma a las nueve ediciones de Chef Cantabria, a las ocho de Maître Cantabria y a las cuatro de Chef Repostero.

Este año, todos ellos tendrán un desarrollo especial dadas las restricciones sanitarias, para asegurar y garantizar la seguridad sanitaria de los participantes/alumnos de las escuelas, de los profesores/tutores, del resto de los profesionales de los centros educativos, de los miembros de la organización, así como del jurado y patrocinadores del certamen.

Precisamente por ello, la primera fase del concurso tendrá una mayor relevancia. Como cada año, los centros educativos participantes seleccionarán de forma previa a sus finalistas y la organización establecerá en el caso de cada centro las fases clasificatorias necesarias para establecer qué alumnos podrán pasar a las finales, que este año van a ver reducido el número de concursantes, preferiblemente a uno por escuela.

Las finales serán programadas individualmente por categorías, en horario de tarde y sin público. El jurado también se verá reducido y la entrega de premios a los ganadores se realizará con todas las garantías.

«La ilusión de mis alumnos me hace volver a mis años de formación. Chef y Maitre son una motivación personal para mí también y la experiencia es muy importante. Este es un año atípico pero vamos a participar con muchas ganas y con toda la seguridad necesaria, hay que seguir apoyando la iniciativa y a los alumnos».

«Como medida preventiva, tomamos la decisión de no impartir el curso 2020-2021, sin embargo, hemos puesto en marcha otros formatos más cortos y hasta ahora habremos tenido, desde el verano, 700 alumnos y ni un solo caso de covid. Capacidad para reaccionar hemos tenido. Por prevención ha habido gente que al mínimo síntoma se ha quedado en casa. Tenemos grupos de trabajo muy reducidos, mascarillas, guantes... Ventilación constante, hemos dado las clases hasta con el abrigo puesto...»

«El lado positivo es que nuestros alumnos van a dar mas valor a las escuelas, que son la base para poder trabajar mañana. Mucha gente se ha quedado por el camino y observamos que hay mayor Interés por la formación. El modelo de la hostelería está cambiando y se está dando valor a otras muchas cosas que no pasan desapercibidas para nosotros, como es la comida para llevar y a domicilio. Debemos enseñar a nuestros alumnos cómo hacer ese plato igual de atractivo para llevarlo a casa... No es lo mismo emplatar en el restaurante que prepararlo para llevar, y seguramente en Las Carolinas nos apuntemos a esa tendencia también... Me apetece».

«Este año me hace especial ilusión que alguno de mis alumnos de servicios esté interesado en participar, sobre todo por la prueba de coctelería, aunque hay que tener en cuenta que son menores y los cocteles que preparan son siempre sin alcohol. Solo porque vean como se prepara y lo que es un concurso me doy por satisfecha. Salir de la escuela ya es una motivación y muchos tienen interés en continuar con su formación. De ocho, seis quieren continuar, y estoy muy contenta».

«Este curso está siendo complicado e intentamos seguir la parte práctica lo más real posible. No tenemos abierto el comedor pero comen los alumnos y contamos con un pequeño servicio de venta al profesorado de comida para llevar». «Los protocolos se siguen todos los días y la incidencia ha sido muy baja. El año pasado terminamos con clases a distancia y las prácticas tuvimos que convalidarlas con un proyecto... Son alumnos de 16 a 18 años».

«La parte de servicios es quizá el gran reto de la escuela para este curso. El trato al cliente, que hay que cuidarlo mucho, lo están practicando con sus compañeros, pero no deja de ser complicado. Hay que adaptarse a los cambios». «En nuestro centro no hemos perdido alumnos, el ciclo de Básica está completo y vinculado a los ciclos de hostelería y turismo, tenemos un nuevo CFGM en Comercialización de Productos Alimentarios, que aún no se conoce lo suficiente».

«Desde la escuela hacemos mucho hincapié en lo necesaria que es la preparación en todos los ámbitos. El saber no ocupa lugar y les reflejamos como es la situación actual, aunque sea transitoria. Al alumno que realmente le gusta esta profesión sabe que sin formación no hay posibilidad de futuro y, por tanto, muchas menos oportunidades».

«En Castro ofrecemos una formación básica y abríamos el comedor un día a la semana además de preparar comida para llevar. Esto lo mantenemos y los alumnos comen en el comedor, manteniendo todas las medidas higiénico sanitarias. Hemos reforzado muchos hábitos y conductas que siempre se les ha exigido, pero ahora más. La ropa y el calzado de fuera, por ejemplo, no entran en la cocina, la desinfección de los puestos de trabajo... Ahora lo damos más importancia...»

«La formación en centros de trabajo está paralizada a la espera de poder realizar las prácticas. Los restaurantes y hoteles de Castro no pueden acogerlos cuando tienen a sus empleados en ERTE y lo entendemos. La hostelería es un motor para la región, es una hostelería cuidada y que funciona muy bien. Somos optimistas aunque no sabemos cuando vamos a poder reanudar algunas actividades. Lo más difícil ahora mismo es convencerles de que van a tener un puesto de trabajo porque no ven el futuro a largo plazo, ven el futuro inmediato y les desanima... Esto nos pone al límite en muchos sentidos».

«Nuestra familia profesional está pasándolo muy mal y el alumnado necesita ilusionarse, por ello es importante que se celebren concursos como Chef Cantabria, aunque sea en un formato mucho más restringido. Tengo dos alumnos seleccionados para el Premio Promesas de Le Cordón Bleu, y trabajar en las recetas está siendo muy positivo. Los skills se han pospuesto para el mes de octubre y tienen muchas ganas de empezar a prepararlo».

«El covid nos ha frenado el desarrollo normal del curso aun no teniendo prácticamente ningún caso, pero hemos pasado de dar el servicio del comedor interno a aplazarlo. Somos una escuela muy grande y con mucha demanda, la parte positiva es que el curso no ha parado. Volver a casa sería un desastre. El curso pasado terminamos 'a distancia' y la parte práctica la han tenido que completar en el último trimestre del año, con restricciones incluidas. Aún no se ha levantado la veda y se nos plantea un gran problema».

«Muchas de las actividades prácticas que hacemos con los alumnos también se han visto afectadas, ahora mismo estamos viendo el vacuno y no hemos podido traer a nadie para hacer el despiece que hacemos todos los años... Nuestra actividad está muy unida a las empresas por lo tanto el reto es que las empresas aguanten, que nosotros seguimos formando a los futuros profesionales con ilusión y muchas ganas».

«Chef Cantabria es mucho más que un concurso, es un punto de encuentro muy interesante para alumnos, profesores, empresas... Entendemos que este año las circunstancias obligan a hacerlo de manera más reducida y tomando todas las medidas higiénico sanitarias. Es la manera de dar continuidad a este concurso... Desde principio de curso venimos aplicando diferentes protocolos para poder trabajar de manera segura y estamos preparados».

«Las restricciones han afectado a nuestro desarrollo y servicio. Ahora los alumnos hacen las prácticas entre ellos y en cocina se ha reducido mucho el volumen. Antes hacíamos venta y abríamos el comedor varios días a la semana para el público... Hay que tener en cuenta que en estos ciclos la parte práctica supera a la teórica en el aula».

«La pandemia ha puesto de manifiesto que la formación en todos los ámbitos es importante y los establecimientos es lo que demandan. Dar valor a un servicio y eso es lo que intentamos transmitirles. Un camarero no solo trae y lleva platos y en cocina lo mismo, no solo hay que cocinar, también organizar, gestionar, planificar... Hasta ahora era bastante habitual hacer las practicas en establecimientos o empresas donde poder continuar. Muchos de nuestros alumnos quieren una formación más integral y pasan del curso de cocina a servicios y viceversa... Tienen que saber aprovechar las oportunidades y esta crisis se va a superar».