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Ideas para agasajar a vuestros invitados durante las cenas de verano
¿Qué hay de cena papi? ·
Hoy os traigo algunos platos que no olvidarán tan fácil: salpicón de pollo sobre maíz frito; salmón marinado; ensalada de quinoa y helados de temporadaSecciones
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¿Qué hay de cena papi? ·
Hoy os traigo algunos platos que no olvidarán tan fácil: salpicón de pollo sobre maíz frito; salmón marinado; ensalada de quinoa y helados de temporadaSiempre es un placer recibir a gente en casa, sobre todo en verano, cuando las noches se alargan un poco más y el buen tiempo hace que departamos y alarguemos las tertulias y sobremesas compartiendo con amigos y familiares momentos especiales. Evidentemente todo esto, como siempre, se hace alrededor de una mesa, y en la mesa tenemos que servir una cena, que al ser posible haga más apetecibles estos momentos y que haga ligera y relajada la tertulia de durante y post cena.
Como podéis imaginar hoy os traigo algunas ideas para que agasajéis a vuestros comensales con cenas que no olvidarán tan fácil este verano.
Comenzamos por los entrantes, por ejemplo un salpicón. Pero uno bien especial, en este caso de pollo. Si, si, habéis oído bien. Un espectacular salpicón de pollo que vamos a servir en unas tostadas de maíz frito, no muy grandes, casi de bocado, aunque alguno veréis como os pide repetir más de una vez.
Para prepararlas vamos a hervir una pechuga de pollo en una olla con sal durante 25 minutos. Una vez lista la retiramos del agua y deshebramos en un bol. Mientras dejamos enfriar pelamos un trozo de pepino, un tomate al que además retiramos las semillas y unos rábanos. Picamos finamente todas las verduras que colocamos en un cuenco y sazonamos con sal y pimienta. Cuando el pollo ya no esté caliente se lo agregamos y lo aliñamos con aceite de oliva y zumo de limón. Revolvemos muy bien y lo probamos para comprobar que esté sazonado a nuestro gusto. Cogemos unas tortillas de maíz, las cortamos en el formato que queramos presentar y las freímos hasta que adquieran un toque de color y queden bien crujientes, servimos nuestro salpicón en pequeños bocados encima de las tortillas crujientes. ¡Una maravilla!
Siguiendo con la preparación de nuestra cena, vamos con un plato un poco más contundente pero teniendo en cuenta que estamos haciendo una cena ligera. En este caso vamos a marinar un lomo de salmón como ya hemos hecho mas veces, con zumo de lima, pimienta, aceite de oliva y salsa de soja, así, tan sencillo. Necesitaremos un lomo sin piel y sin espinas, de lo cual se ocupará amablemente nuestro pescadero de confianza si no tenéis la destreza suficiente para hacerlo en casa. Que sea lo más uniforme posible, si vemos que es muy grande lo dividimos en dos partes iguales.
Vamos fileteando el salmón en laminas de medio centímetro, con sumo cuidado, deslizando la hoja del cuchillo de un extremo a otro para que nos salgan esas preciosas lascas rosadas, todas iguales. Las disponemos en una fuente, mezclamos en un bol todos los ingredientes de la marinada con unas varillas, exprimimos las limas –un par de ellas–, una cucharada de salsa de soja, media de aceite de oliva y un par de vueltas al molinillo de la pimienta, que siempre está más fresca recién molida. Emulsionamos todo y lo volcamos sobre los filetitos de salmón. Enfilmamos la fuente y a la nevera unos 15 minutos. Lo acompañaremos con una ensalada de quinoa bien sencilla de preparar. Cocemos la quinoa y agregamos unos daditos de aguacate y otros de tomate sin piel ni pepitas, unas hojas de cilantro y aliñamos con una emulsión de zumo de limón y aceite de oliva. Con esto tenemos un muy buen plato principal.
Para el postre yo no me complico la vida, pocas cosas me gustan más que los helados, y cualquiera de frutas de temporada como sandía o melón para refrescar el paladar es perfecto.
Toda comida debe acompañarse de alguna bebida y para esta cena informal y ligera os recomiendo el tinto de verano. Preparad una jarra grande con mucho hielo y trozos de fruta cortados, a modo de sangría, y para los que no quieren alcohol una limonada casera con unas hojas de hierbabuena y mucho hielo es lo más refrescante del mundo.
Espero que disfrutéis de las cenas de verano y de esas maravillosas y divertidas sobremesas con vuestros seres queridos.
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