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El sentimiento que invade a los hermanos Bedoya, propietarios de esta veterana cafetería de la calle Vargas, es el orgullo de llevar más de medio siglo al frente del negocio familiar que pusieron en marcha sus tíos Jesús y Francisco, y su padre, Mariano hace ... ya 70 años.
–¿Cuál es la fórmula?
–Simplemente estar aquí, que los clientes te vean, atenderles, charlar con ellos...
–¿Cómo fueron sus comienzos?
–Terminé el Bachiller al tiempo que trabajaba en la cafetería y me quedé con mi hermano. Abríamos a las seis de la mañana y cerrábamos tardísimo, ya de madrugada. A algunos clientes teníamos, incluso, que decirles que teníamos que irnos a casa a descansar... Dábamos servicio tanto a madrugadores como a trasnochadores, gente joven y menos joven, deportistas de todo tipo y disciplina. Hay clientes antiguos que han venido con sus hijos y ahora vienen con sus nietos... ¡Y hasta con sus bisnietos!
–¿Cómo ha cambiado el negocio?
–Cuando mis tíos –y después mi padre– lo llevaban, primero el bar y luego la cafetería, aquí se venía más a alternar, a tomar el vino, el blanco... A jugar al dominó y al tute... Se cobraba por el café, la copa y el Farias 5,50 pesetas. ¡Aquí venía el padre de Miguel Ángel Revilla a echar la partida! También a comer lo que cocinaba mi tía Maura, pero cuando mi hermano y yo empezamos, le dimos la vuelta. A comienzos de los setenta introdujimos los sandwiches que tanta fama nos han dado, llegando a decir que eran tan buenos como los del Kansas. Recuerdo perfectamente el día en que mi padre me llevó esa cafetería a comer mi primer California... Y se lo copiamos... Y después comenzamos con los platos combinados, que con los años dieron paso a nuestro menú del día, uno de los emblemas de esta casa. Y las Nocheviejas que hemos abierto para dar el chocolate con churros... ¡Eran avalanchas de gente! ¡Impresionante!
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–Ajedrez, balonmano, atletismo... Picos ha sido parada obligada de muchos deportistas...
–Efectivamente. El primer club de ajedrez de Santander, el Torres Blancas, se fundó en la cafetería, y luego se trasladó al parque de bomberos de Numancia. Y a lo largo de todos estos años muchos deportistas han sigo los que nos han elegido para celebrar sus reuniones, encuentros, festejar éxitos deportivos... Atletas como José Manuel Abascal o jugadores de balonmano de la época dorada del Teka como Talant Dujshebaev, y de fútbol como los del Perines, entre ellos el actual entrenador del FC Barcelona, Quique Setién.
–¿Piensan en la jubilación? ¿Habrá relevo generacional?
–En principio no va a haber relevo generacional pero no nos hemos planteado nada de momento. ¡Estamos como hace cincuenta años! Seguimos al pie del cañón, yo aquí, en Picos, y mi hermano Bano en Casa Mariano. ¡Estamos jubilados pero activos!
–¿Qué papel han jugado sus proveedores en todos estos años?
–Sin duda uno muy importante, y son mucho más que eso, son gran des amigos. Hemos sido fieles a muchos proveedores y ellos a nosotros, como es el caso de café Dromedario, Agua de Solares o la panadería Gómez. Por poner otro ejemplo, hasta su desaparición en los años 80, aquí se servía la cerveza de La Cruz Blanca (hoy Cruzcampo) y el pan de los sandwiches o la mahonesa, siguen siendo los mismos de siempre para que ese sabor que recuerdan nuestros clientes, cambie lo menos posible.
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