Un oficio muy implicado en la sociedad

Cantabria fue en 2014 la primera comunidad autónoma en regular los ciclos y programas de la nueva Formación Profesional Básica, en sustitución de las PCPI incorporadas en 2010. Estos programas son una alternativa a la ESO y en la mayor parte de los casos, en opinión de Miguel Ángel Torio, director del IES Ataúlfo Argenta de Castro Urdiales, «este camino les pone en contacto con una forma de trabajar, les reconcilia de alguna manera con la educación reglada. En muchos casos es una escuela de vida porque los estudios de hostelería tienen mucho de psicología y de autocontrol. Es una faceta muy interesante seguir su aprendizaje, cómo aprenden a presentar en una mesa, a conocer el producto y cómo desarrollan sus habilidades sociales. Y si además titulan, doblemente orgullosos».

La atención al público es una parte muy necesaria en estos ciclos y se «está quedando a medias. Esta profesión está muy implicada en la sociedad, desde el cocinero al camarero, salen, ven, cuentan... Porque así lo demanda el cliente».

La escuela de hostelería de Castro ha sido y es una importante bolsa de empleo para el municipio «gracias, en parte, a la labor de los profesores de la escuela, Miguel San Emeterio y Xavier Rodríguez, en Cocina, y Alfonso de Andrés, en Servicios de Restauración».

Las colaboraciones entre la escuela y los diferentes eventos gastronómicos celebrados en la ciudad son tan habituales como necesarios para su formación. Entre ellos el Concurso de Pinchos de Castro Urdiales, o las visitas de profesionales al centro, las salidas a congresos... La última actividad en la que participaron los alumnos fue justo antes de la pandemia, con motivo de las jornadas dedicadas al Siglo de Oro. Un proyecto cultural del instituto en el que los alumnos de cocina tuvieron que elaborar un plato acorde al momento histórico. «Tenemos ganas de retomar todos estos proyectos y de reabrir el comedor... Ahora estamos al ralentí, pero es lo que nos toca».