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La inquietud de los miembros de la Cofradía de los Cocidos de Cantabria es evidente, y aún reconociendo que nuestra infinita tierra dispone de numerosos cocidos, la misma –junto a la ordenanza de nuestros Estatutos, que entre otros detalles, nos obliga a seguir indagando y ... promocionando nuestros cocidos–, nos ha llevado durante un tiempo a elaborar cocidos con la materia prima que nuestra historia nos ha reflejado, en diferentes combinaciones. Y poniendo los ojos en nuestra historia, creemos que José María de Pereda ha sido quien mejor ha reflejado a nuestras gentes y sus hábitos, incluso los alimenticios.
Así, en 'El Sabor de la Tierruca', publicado en 1882, nos describe el mercado en Torrelavega con el siguiente texto: «En cada calle de las que partían de la plaza, tiendas y más tiendas, y hasta en los rincones de los edificios mal alineados, y más lejos, otro mercado donde los granos y frutas de muchas especies entraban por miles de fanegas y de arrobas; y más lejos todavía tienen lugar adecuado, otro mercado de bestias de cerda».
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Por todo, podemos afirmar que Torrelavega era el centro donde se comerciaba con los productos de uso diario en aquella época, como eran las alubias, el maíz, las patatas y los cerdos. Torrelavega celebró su primer mercado en 1799.
En cuanto a lo que comía el pueblo en esa época, en 'Sotileza', obra publicada en 1885, nos relata de lo que se alimentaban las gentes de la mar: «Con este pan, unas patatas o unas alubias o unas berzas, con un escrúpulo de tocino de manteca o de aceite, para ablandarlo, todo ello escote... Así en la cena también las mismas patatas, las mismas alubias y las propias berzas». Y respecto a lo que comían los paisanos de 'tierra adentro', nos lo refleja en 'La Puchera', obra publicada en 1889: «Para el ollón del mediodía, las berzas de posarmo, las alubias con gorgojo, el tocino averiado».
Como conclusión, podemos decir que Torrelavega era un centro importante de comercio, las alubias, los derivados del cerdo, el maíz y las hortalizas era lo más frecuentes en tal mercado, y que además, constituían la base de la comida de a diario del pueblo llano.
Tras elaborar cocidos con la materia prima que nuestra historia nos ha reflejado, en diferentes combinaciones, la decisión ha sido unánime y creemos que esta elaboración de cocido, cuyos ingredientes principales son alubia roja, repollo rizado y productos del cerdo como tocino entreverado, chorizo y manos de cerdo, constituye un cocido digno de ser añadido a nuestra lista, ya de por sí, amplia.
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Sin una razón significativa, nos decantamos por llamar a nuestra elaboración Puchero y no Cocido, pues en las dos acepciones cumplimos al estar constituido por legumbres, hortalizas y carne de cerdo.
Llegado el momento de poner el apellido al puchero, o denominación topográfica, no hemos tenido ninguna duda, y Torrelavega será su apellido, no solo por ser esta ciudad sede de nuestra cofradía que, en el fondo es un detalle menor, si no por ser Torrelavega en su historia centro comercial con los productos usados, y así nos lo describe Pereda.
1 kilo de alubias rojas
4 manitas de cerdo
3 chorizos
300 gramos de panceta adobada
1 repollo pequeño
2 cebollas rojas
2 pimientos verdes
1 pimiento rojo
Media cabeza de ajos
Pimentón de la Vera
Aceite de oliva y sal
Poner a remojo las alubias, al menos, 12 horas antes.
El día de la elaboración del puchero limpiar bien las manitas y darles un hervido de 5 minutos para blanquear.
Retirar toda el agua de las alubias y escurrir bien.
Lavar bien las hortalizas y despepitar los pimientos.
Picar finamente la mitad de los ajos y reservar.
En una olla de tamaño suficiente, colocar de base las alubias bien escurridas junto con la panceta, los chorizos y las manitas; agregar la cebolla y los pimientos, todos de una pieza, junto con los ajos enteros pelados y una cucharada de aceite de oliva en crudo.
Para la cocción tenemos dos opciones:
a. Cocer de forma tradicional a fuego lento y asustarlas con agua fría un par de veces, durante 2.5 a 3 horas. El tiempo de cocción dependerá de la calidad de la alubia y el tipo de agua.
b. Cocer en olla rápida durante 50 minutos.
Mientras se cuecen las alubias, lavar bien el repollo y deshojar. Una vez retirados los tallos gruesos, picarlo finamente y ponerlo a cocer en agua y sal. Cuando esté cocido, escurrir bien. Hacer un refrito con 100 ml de aceite de oliva, la mitad del ajo picado y una cucharita de pimentón. Añadir al repollo escurrido, mezclar bien y reservar.
Una vez cocidas las alubias, retirar el compango y las hortalizas. Hacer otro refrito con el resto del ajo picado y otra cucharita de pimentón, añadir las hortalizas de la cocción y pasar todo por el pasapuré o túrmix. Añadir la mezcla al puchero y sazonar.
Deshuesar las manitas y cortar la panceta y el chorizo.
Añadir el repollo (ya con el sofrito) removiendo suavemente para no romper las alubias.
Colocar parte del compango en el puchero para servir y el resto presentarlo en una fuente aparte para su reparto entre los comensales.
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